" Innocence and Desire " Prologo :D

hola a todas bue ak les djo el Prologo d esta nueva nove espero q les guste!!! un beso muy grande y gracias x los comentarios!!! las kiero :D

Miley Cyrus y Nick Jonas tenían a veces conversaciones un tanto surrealistas.

Eso sucedía ni más ni menos porque su relación era también surrealista.

O, por lo menos, así lo veía Miley.

En sus vidas, nada salía como estaba previsto.

La primera vez que se habían visto había sido por pura casualidad, la segunda vez había sido un completo desastre y la tercera vez había estado marcado por «una niña rica y mimada que quería salirse siempre con la suya», según Nick.

Tras aquel encuentro, se habían despedido decididos ambos a no volverse a ver jamás.

Sin embargo, menos de un año después, Miley se encontró teniendo una de sus surrealistas conversaciones con Nick Jonas para hablarle sobre su hijo de dos meses, que había empezado su andadura en la vida llamándose Cyrus /Jonas.

Así lo habían bautizado en la maternidad.

Más o menos su conversación fue la siguiente:

—Es un bebé muy serio —dijo Miley muy seria una tarde.

—Ya me imagino que no será una muñeca de porcelana.

—Me refiero a que es un niño muy organizado que hace las cosas tal y como hay que hacerlas. Parece sacado de un manual.

Nick frunció el ceño.

—Pero si sólo tiene dos meses. ¿Cómo puedes decir eso?

Miley estaba muy atractiva ataviada con unos pantalones blancos y una chaqueta de flores, llevaba el pelo largo y dorado recogido en una coleta y sus ojos verdes brillaban más que nunca.

Estaba sentada y a su lado había una sillita de bebé.

En esa sillita estaba dormido Cyrus Jonas.

—Para empezar, se adaptó desde el principio a un horario de cuatro horas en unas circunstancias realmente difíciles. Echa los gases maravillosamente bien y duerme entre las tomas, exactamente como dicen los libros. Tiene un periodo en el que está completamente despierto, que es el de la toma de las dos de la tarde, en el que acepta conversación y le gusta que lo tomen en brazos. Además, está durmiendo ocho horas, desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana.

—¿Hay algo que no haga siguiendo el manual? —sonrió Nick—. Tal y como lo dices, suena casi demasiado perfecto para ser verdad.

Miley se quedó pensativa.

—No le gusta nada que le laven el pelo. Se enfada mucho, pero en los libros ya te advierten de que hay bebés que lo odian.

— ¿Y chilla como un condenado?

—Sí —contestó Miley—. Por lo demás, lo hace todo perfectamente.

—Entonces, ¿qué es lo que te preocupa?

Miley miró a su hijo con amor.

—No puedo dejar de pensar en el horror que le produciría saber lo... irregular... de su situación.

—¿Te refieres a que naciera sin que sus padres estuvieran casados? —contestó Nick mirándola a los ojos con dureza—. Así lo quisiste tú, Miley.

Miley asintió.

—Eso fue antes de que... pasaran muchas cosas —contestó—. Eso fue antes de que me diera cuenta de lo que es tener un hijo y de lo que ese hijo se merece.