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miércoles, 20 de julio de 2011

" Innocence and Desire " Cap Nº 14



Nick volvió una hora después, una hora que a Miley se le hizo interminable y durante la cual, para distraerse, recogió el desayuno. Sin embargo, no pudo dejar de pensar en que allí estaba sucediendo algo raro. Por lo que ella sabía, Nick no conocía a su padre.
Miley lo había dado por hecho, sin preguntarse nunca por qué Nick hablaba de su progenitor como si lo conociera, había supuesto que lo conocía solo de oídas.
Ahora, sin embargo, se daba cuenta de que Nick Jonas había intentado poner distancia entre ellos, obviamente intentando que no hubiera nada, porque conocía a su padre y no quería vérselas con él por algún motivo que ella desconocía.
Miley se llevó las manos a la cara.
¿Qué demonios había pasado?
Cuando Nick volvió, la encontró tomándose un café y muy nerviosa.
—¿Qué está ocurriendo? ¿Dónde está tu hermana? ¿Está bien?
Nick se sentó enfrente de ella y se sirvió café mirándola muy serio y de una manera tan fría que Nick sintió pánico.
—La he dejado en el hotel. Los días que esté aquí se va a hospedar allí —contestó Nick—. Preferiría escalar el monte Everest que tener que ser yo quien te contara esto, pero me parece que no tengo opción.
—¡Es obvio que conoces a mi padre!
—No mucho —contestó Nick—. La que lo conoce muy bien es Demi. Tuvieron una aventura...
Miley no pudo evitar ahogar un grito de sorpresa.
—Por lo que tengo entendido, no es la primera vez que tu padre...
—No, es verdad que el matrimonio de mis padres no va bien hace tiempo —admitió Miley—. Sin embargo, siguen casados... —añadió mirándolo a los ojos.
—Tu padre quería desesperadamente tener un hijo y tu madre no podía tener más.
Miley se dio cuenta de que lo que iba a contarle Nick iba a ser doloroso, pero necesitaba saberlo.
—Continúa.
—Tu padre conoció a Demi hace aproximadamente seis años y se enamoraron —continuó Nick—. Mi hermana asegura que así fue. Desde luego, ella se enamoró perdidamente a pesar de que era un hombre casado.
—¿Le ofreció mi padre abandonar a mi madre y casarse con ella?
—Sí, pero las cosas cambiaron por completo cuando tu padre se enteró de que mi hermana no podía tener hijos.
Miley palideció.
—Demi y yo siempre hemos estado muy unidos, no sé si será porque los dos somos adoptados, pero siempre nos hemos cuidado mucho. Cuando estaba con tu padre, me lo contaba todo y un día yo ya no pude más y le dije que tenía que abandonarlo, que terminara con esa relación que le estaba haciendo tanto daño. No me parecía bien que mi hermana fuera la amante de nadie.
— ¿Y ella qué opinaba?
Nick se encogió de hombros.
—Buena pregunta. Al principio, lo estaba pasando tan mal que no podía pensar con claridad, pero luego vio que debía abandonar a tu padre. Sin embargo, él no quiso ni oír hablar de esa posibilidad, así que mi hermana vino a pedirme ayuda. Me dijo que estaba segura de que jamás volvería a amar a un hombre como amaba a tu padre, pero que no le parecía bien... sobre todo por tu madre. Además, él no poder darle hijos la estaba destrozando.
— ¿Así que fuiste tú a hablar con mi padre?
—Sí.
— ¿Y cómo conseguiste que entrara en razón? Nick se quedó mirándola seriamente.
—Lo amenacé con contarle todo a su esposa y a su hija, que en aquel entonces tenía diecisiete años. Aunque tú a veces lo dudes, Miley, tu padre te quiere mucho. Demi me ha contado que habla muy a menudo de ti y que lo hace con mucho orgullo.
Miley se dio cuenta de que le resbalaban lágrimas por las mejillas.
—No lo sabía —murmuró poniéndose en pie y acercándose a la barandilla del porche—. Todo esto es muy triste —añadió limpiándose las lágrimas—. Mi madre sigue queriéndolo, de eso estoy segura. ¿Y Demi? —preguntó girándose hacia Nick.
—Demi lo pasó muy mal, pero ya lo ha superado.
— ¿Y conseguiste que dejara de verla?
—Sí, pero las cosas no terminaron ahí. Desde entonces, hemos estado jugando al gato y al ratón.
— ¿Y eso?
—Tu padre ha intentado arruinarme varias veces —sonrió Nick—. Sin embargo, yo también he entrado en el juego y ha habido veces en las que lo he ganado.
Miley volvió a sentarse y dejó caer el rostro entre las manos.
—Eso es horrible —dijo tragando saliva—. Entonces, ¿lo nuestro también era una venganza?
Nick no contestó, se quedó en silencio durante un buen rato y Miley se preguntó qué le iba a decir.
—La verdad es que se me pasó por la cabeza —admitió Nick haciendo una mueca de disgusto—. En más de una ocasión, para ser sincero. Por eso, Miley, intenté distanciarme de ti.
Miley se mordió el labio inferior y se sonrojó.
—Me tendrías que haber contado todo esto antes.
—Ya me ha costado mucho contártelo ahora. En cualquier caso, al final lo nuestro no ha tenido nada que ver con una venganza —le aseguró—. Es verdad que en algunas cosas eres una niña mimada y caprichosa, pero en otras eres realmente dulce, agradable y refrescante y... la verdad es que no he podido resistirme a ti aunque sabía que debía hacerlo.
—Yo no te he dado mucha opción —contestó Miley con valentía—. ¿Qué vamos a hacer ahora?
Nick se terminó el café y se echó hacia atrás en la silla.
—Aunque tú creas que parte de la responsabilidad es tuya, no es cierto. Yo asumo toda la responsabilidad y me parece que soy yo el que tiene que arreglar las cosas. Vuelve con tu familia, Miley, y olvídate de mí. Si no lo haces, esto te destrozará —le aconsejó con pesar.
—Yo... mi padre...
—En cierta manera, yo soy tan malo como él —comentó Nick—. Incluso entiendo que haya podido tener una crisis y, aun estando casado, enamorarse de mi hermana, que es realmente maravillosa.
—Por favor, no excuses a mi padre —le rogó Miley—. ¿Piensas eso de verdad?
Nick negó con la cabeza.
—Hay otra cosa... hace un par de horas... hace un par de horas estábamos...
De nuevo, las lágrimas resbalaron por sus mejillas.
—A lo mejor, jamás te das cuenta de lo duro que es esto para mí, Miley, pero algún día me lo agradecerás. ¿Te imaginas tener que contarle a tu madre por qué tu padre me odia tanto?
— ¿Y si mi madre lo supiera y hubiera decidido vivir con ello?
Nick negó con la cabeza.
—Por cómo reaccionó tu padre cuando le amenacé con contároslo, me quedó muy claro que ninguna de las dos teníais ni idea.
Miley volvió a la carga con un último intento.
— ¿Y si Demi no se hubiera enterado de mi existencia durante años?
Nick se pasó los dedos por el pelo y suspiró.
—Entonces, yo tendría que haber reaccionado y haber recuperado la cordura.
— ¿Acaso lo que ha sucedido entre nosotros ha sido una locura y no significa nada para ti, Nick? —preguntó Miley extendiendo las manos sobre la mesa.
—Por supuesto que ha significado algo para mí —contestó Nick tomándole una mano entre las suyas—, pero no soy el hombre adecuado para ti.
— ¿Por qué no?
—No me veo siendo un hombre domesticado.
— ¿Prefieres estar siempre solo?
—Así empecé —contestó mirando al horizonte—. En cualquier caso, cuando aparezca el hombre adecuado para ti, serás una mujer maravillosa.
Miley se puso en pie y se secó las lágrimas.
Si Nick era capaz de pensar en ella con otro hombre después de lo que había habido entre ellos aquellos días, no había sido más que una atracción pasajera para él.
Sí, a lo mejor había habido algo de afecto, pero Nick no tenía la convicción que ella tenía, la convicción de que se había enamorado profundamente de él, no sentía el dolor ante la posibilidad de separarse, la agonía que le estaba rompiendo el corazón, la tortura que suponía imaginárselo con otra mujer...
Definitivamente, a él no le había ocurrido lo mismo que a ella.
Miley recordó que desde el principio había dicho que se haría responsable de sus acciones y que jamás habría recriminaciones, así que decidió que así debía ser.
—Como suelen decir, de los errores se aprende —comentó con amargura—. Me voy —añadió sencillamente.
Nick se puso en pie y se quedó mirándola.
— ¿Vas a estar bien?
Miley lo miró con dureza.
—No olvides que soy una Cyrus.
—Miley...
—No digas nada más —le ordenó ella—. Ha sido maravilloso mientras ha durado —añadió poniéndose de puntillas y dándole un beso.
A continuación, entró en casa bajo la atenta mirada de Nick, que no sabía muy bien qué hacer. En menos de cinco minutos, Miley había recogido sus cosas y las había depositado en el maletero del coche.
Se despidieron diciéndose adiós con la mano, como si no pasara nada, pero cuando no había recorrido ni dos kilómetros Miley tuvo que parar el coche en el arcén y dar rienda suelta a su dolor.




1 comentario:

  1. awwww dios k me has hecho llorar pobre de miles!!! k dolor no dejes de publikar por k amo tus historias y la forma maravillosa en la k escribes =)

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