Nick volvió una
hora después, una hora que a Miley se le hizo interminable y durante la cual,
para distraerse, recogió el desayuno. Sin embargo, no pudo dejar de pensar en
que allí estaba sucediendo algo raro. Por lo que ella sabía, Nick no conocía a
su padre.
Miley lo había
dado por hecho, sin preguntarse nunca por qué Nick hablaba de su progenitor
como si lo conociera, había supuesto que lo conocía solo de oídas.
Ahora, sin
embargo, se daba cuenta de que Nick Jonas había intentado poner distancia entre
ellos, obviamente intentando que no hubiera nada, porque conocía a su padre y
no quería vérselas con él por algún motivo que ella desconocía.
Miley se llevó
las manos a la cara.
¿Qué demonios
había pasado?
Cuando Nick
volvió, la encontró tomándose un café y muy nerviosa.
—¿Qué está
ocurriendo? ¿Dónde está tu hermana? ¿Está bien?
Nick se sentó
enfrente de ella y se sirvió café mirándola muy serio y de una manera tan fría
que Nick sintió pánico.
—La he dejado en
el hotel. Los días que esté aquí se va a hospedar allí —contestó Nick—.
Preferiría escalar el monte Everest que tener que ser yo quien te contara esto,
pero me parece que no tengo opción.
—¡Es obvio que
conoces a mi padre!
—No mucho
—contestó Nick—. La que lo conoce muy bien es Demi. Tuvieron una aventura...
Miley no pudo
evitar ahogar un grito de sorpresa.
—Por lo que tengo
entendido, no es la primera vez que tu padre...
—No, es verdad
que el matrimonio de mis padres no va bien hace tiempo —admitió Miley—. Sin
embargo, siguen casados... —añadió mirándolo a los ojos.
—Tu padre quería
desesperadamente tener un hijo y tu madre no podía tener más.
Miley se dio
cuenta de que lo que iba a contarle Nick iba a ser doloroso, pero necesitaba saberlo.
—Continúa.
—Tu padre conoció
a Demi hace aproximadamente seis años y se enamoraron —continuó Nick—. Mi
hermana asegura que así fue. Desde luego, ella se enamoró perdidamente a pesar
de que era un hombre casado.
—¿Le ofreció mi
padre abandonar a mi madre y casarse con ella?
—Sí, pero las
cosas cambiaron por completo cuando tu padre se enteró de que mi hermana no
podía tener hijos.
Miley palideció.
—Demi y yo
siempre hemos estado muy unidos, no sé si será porque los dos somos adoptados,
pero siempre nos hemos cuidado mucho. Cuando estaba con tu padre, me lo contaba
todo y un día yo ya no pude más y le dije que tenía que abandonarlo, que
terminara con esa relación que le estaba haciendo tanto daño. No me parecía
bien que mi hermana fuera la amante de nadie.
— ¿Y ella qué
opinaba?
Nick se encogió
de hombros.
—Buena pregunta.
Al principio, lo estaba pasando tan mal que no podía pensar con claridad, pero
luego vio que debía abandonar a tu padre. Sin embargo, él no quiso ni oír
hablar de esa posibilidad, así que mi hermana vino a pedirme ayuda. Me dijo que
estaba segura de que jamás volvería a amar a un hombre como amaba a tu padre,
pero que no le parecía bien... sobre todo por tu madre. Además, él no poder
darle hijos la estaba destrozando.
— ¿Así que fuiste
tú a hablar con mi padre?
—Sí.
— ¿Y cómo
conseguiste que entrara en razón? Nick se quedó mirándola seriamente.
—Lo amenacé con
contarle todo a su esposa y a su hija, que en aquel entonces tenía diecisiete años.
Aunque tú a veces lo dudes, Miley, tu padre te quiere mucho. Demi me ha contado
que habla muy a menudo de ti y que lo hace con mucho orgullo.
Miley se dio
cuenta de que le resbalaban lágrimas por las mejillas.
—No lo sabía
—murmuró poniéndose en pie y acercándose a la barandilla del porche—. Todo esto
es muy triste —añadió limpiándose las lágrimas—. Mi madre sigue queriéndolo, de
eso estoy segura. ¿Y Demi? —preguntó girándose hacia Nick.
—Demi lo pasó muy
mal, pero ya lo ha superado.
— ¿Y conseguiste
que dejara de verla?
—Sí, pero las
cosas no terminaron ahí. Desde entonces, hemos estado jugando al gato y al
ratón.
— ¿Y eso?
—Tu padre ha
intentado arruinarme varias veces —sonrió Nick—. Sin embargo, yo también he
entrado en el juego y ha habido veces en las que lo he ganado.
Miley volvió a
sentarse y dejó caer el rostro entre las manos.
—Eso es horrible
—dijo tragando saliva—. Entonces, ¿lo nuestro también era una venganza?
Nick no contestó,
se quedó en silencio durante un buen rato y Miley se preguntó qué le iba a
decir.
—La verdad es que
se me pasó por la cabeza —admitió Nick haciendo una mueca de disgusto—. En más
de una ocasión, para ser sincero. Por eso, Miley, intenté distanciarme de ti.
Miley se mordió
el labio inferior y se sonrojó.
—Me tendrías que
haber contado todo esto antes.
—Ya me ha costado
mucho contártelo ahora. En cualquier caso, al final lo nuestro no ha tenido
nada que ver con una venganza —le aseguró—. Es verdad que en algunas cosas eres
una niña mimada y caprichosa, pero en otras eres realmente dulce, agradable y
refrescante y... la verdad es que no he podido resistirme a ti aunque sabía que
debía hacerlo.
—Yo no te he dado
mucha opción —contestó Miley con valentía—. ¿Qué vamos a hacer ahora?
Nick se terminó
el café y se echó hacia atrás en la silla.
—Aunque tú creas
que parte de la responsabilidad es tuya, no es cierto. Yo asumo toda la
responsabilidad y me parece que soy yo el que tiene que arreglar las cosas.
Vuelve con tu familia, Miley, y olvídate de mí. Si no lo haces, esto te
destrozará —le aconsejó con pesar.
—Yo... mi padre...
—En cierta
manera, yo soy tan malo como él —comentó Nick—. Incluso entiendo que haya
podido tener una crisis y, aun estando casado, enamorarse de mi hermana, que es
realmente maravillosa.
—Por favor, no
excuses a mi padre —le rogó Miley—. ¿Piensas eso de verdad?
Nick negó con la
cabeza.
—Hay otra cosa...
hace un par de horas... hace un par de horas estábamos...
De nuevo, las
lágrimas resbalaron por sus mejillas.
—A lo mejor,
jamás te das cuenta de lo duro que es esto para mí, Miley, pero algún día me lo
agradecerás. ¿Te imaginas tener que contarle a tu madre por qué tu padre me
odia tanto?
— ¿Y si mi madre
lo supiera y hubiera decidido vivir con ello?
Nick negó con la
cabeza.
—Por cómo
reaccionó tu padre cuando le amenacé con contároslo, me quedó muy claro que
ninguna de las dos teníais ni idea.
Miley volvió a la
carga con un último intento.
— ¿Y si Demi no
se hubiera enterado de mi existencia durante años?
Nick se pasó los
dedos por el pelo y suspiró.
—Entonces, yo
tendría que haber reaccionado y haber recuperado la cordura.
— ¿Acaso lo que
ha sucedido entre nosotros ha sido una locura y no significa nada para ti, Nick?
—preguntó Miley extendiendo las manos sobre la mesa.
—Por supuesto que
ha significado algo para mí —contestó Nick tomándole una mano entre las suyas—,
pero no soy el hombre adecuado para ti.
— ¿Por qué no?
—No me veo siendo
un hombre domesticado.
— ¿Prefieres
estar siempre solo?
—Así empecé
—contestó mirando al horizonte—. En cualquier caso, cuando aparezca el hombre
adecuado para ti, serás una mujer maravillosa.
Miley se puso en
pie y se secó las lágrimas.
Si Nick era capaz
de pensar en ella con otro hombre después de lo que había habido entre ellos
aquellos días, no había sido más que una atracción pasajera para él.
Sí, a lo mejor
había habido algo de afecto, pero Nick no tenía la convicción que ella tenía,
la convicción de que se había enamorado profundamente de él, no sentía el dolor
ante la posibilidad de separarse, la agonía que le estaba rompiendo el corazón,
la tortura que suponía imaginárselo con otra mujer...
Definitivamente,
a él no le había ocurrido lo mismo que a ella.
Miley recordó que
desde el principio había dicho que se haría responsable de sus acciones y que
jamás habría recriminaciones, así que decidió que así debía ser.
—Como suelen
decir, de los errores se aprende —comentó con amargura—. Me voy —añadió
sencillamente.
Nick se puso en
pie y se quedó mirándola.
— ¿Vas a estar
bien?
Miley lo miró con
dureza.
—No olvides que
soy una Cyrus.
—Miley...
—No digas nada
más —le ordenó ella—. Ha sido maravilloso mientras ha durado —añadió poniéndose
de puntillas y dándole un beso.
A continuación,
entró en casa bajo la atenta mirada de Nick, que no sabía muy bien qué hacer.
En menos de cinco minutos, Miley había recogido sus cosas y las había
depositado en el maletero del coche.
Se despidieron
diciéndose adiós con la mano, como si no pasara nada, pero cuando no había
recorrido ni dos kilómetros Miley tuvo que parar el coche en el arcén y dar
rienda suelta a su dolor.
awwww dios k me has hecho llorar pobre de miles!!! k dolor no dejes de publikar por k amo tus historias y la forma maravillosa en la k escribes =)
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