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viernes, 26 de agosto de 2011

" Broken Rules " Niley Cap 34


wau mis niñas hermosas.... espero q les guste y comenten y el lunes subire el final.. las quiero mucho mucho... un beso grande!!! 


—Nick, te daré lo que quieras.
Él dejó de moverse. Estaba agarrándola con tanta fuerza que le daba miedo hacerle daño.
— ¿Lo que quiera?
—¡Sí! Lo que quieras, Nick. ¡Lo que quieras! —Miley intentó moverse de nuevo, pero él no la dejó.
En su lugar, la besó, y le acarició con tanta ternura que a Miley le dio la sensación de que estaban decidiendo algo muy importante.
—¿Me darías tu amor? ¿Me lo darías?
Nick esperó su respuesta, desesperado de necesidad, sabiendo que la respuesta a aquella pregunta le importaba más que el deseo que quería saciar.
Ella llevó las manos hasta su rostro.
—Te quiero, Nick. Siempre te he querido y siempre te querré.
Nick se puso rígido, apretó a Miley contra él, abrió sus piernas y la penetró.
—Te quiero, Miley. Y siempre te querré.
La apoyó contra la pared de la ducha, que estaba caliente y resbaladiza, y le hizo el amor intensamente. Quería ir despacio, pero no podía. El hecho de que Miley le hubiese confesado su amor le hacía perder el control. Tenía que reafirmar ese amor de la manera más elemental posible.
A Miley no pareció importarle. Se agarró con las piernas a su cintura, abriéndose a él completamente.
—Quiero llegar tan adentro que no puedas recordar cómo te sientes cuando no estás unida a mí.
Ella lo agarró por los hombros con fuerza.
—¡Sí!
Nick le hizo el amor con todo su cuerpo. La acarició con las manos, le besó la cara y el cuello frotó su pecho contra los pezones de ella, hasta que la hizo gritar y sacudirse de placer.
Él también gritó cuando tuvo el orgasmo y se sintió de un modo en que sólo podía sentirse cuando su cuerpo estaba unido al de Miley. La apretó contra él hasta que pudo respirar normalmente. Ella mantuvo las piernas alrededor de su cintura.
—No sé si noventa años haciendo esto serán suficientes.
—¿Noventa años? —preguntó ella.
Nick la besó en la frente y la hizo bajar al suelo. Luego la enjabonó con cuidado y esmero, haciendo que volviese a experimentar otra explosión de sensaciones. Cuando Nick cerró el grifo y la sacó de la ducha, Miley se apoyó en él, como si lo necesitase para mantenerse en pie.
La secó mientras besaba su cuerpo. Y ella hizo lo mismo con él. Luego Nick fue a encender la luz para evitar volver a hacerla suya.
—No. No.
—¿Qué pasa?
—Que quiero decirte algo más.
—¿Y tienes que hacerlo a oscuras?
Nick oyó un suspiro.
—Sí. No quiero distracciones ni interrupciones, Sólo palabras. Quiero que me escuches y que me creas. ¿Me lo prometes? ¿Creerás lo que te diga en la oscuridad?
Sonaba como si fuese a echarse a llorar. Nick no pudo evitar alargar la mano para acariciarla, encontró su brazo y le puso ambas manos en los hombros.
—Sí, creeré todo lo que me digas, a oscuras o con luz.
Ella apoyó las manos en su pecho.
—Te quiero.
—Yo también te quiero.
Nick sintió que Miley le ponía un dedo en los» labios para hacerlo callar.
—Gracias. Sé que piensas que no podría ser feliz viviendo en un rancho.
Él asintió. Miley seguía impidiéndole hablar.
—Te equivocas.
Nick quitó la mano dé Miley de su boca.
—¿Qué quieres decir?
—Que vivir contigo, amarte, me haría feliz. No podría vivir sin ti. Por favor, no me obligues a hacerlo.
Él la abrazó con fuerza.
—Eso nunca. Quiero casarme contigo. Quiero que tengamos hijos juntos.
Encendió la luz.
—Cásate conmigo.
—Te quiero —dijo ella con los ojos llenos de lágrimas—. Te quiero tanto… Viviré contigo en el rancho. Tendremos hijos, y soportaré estoicamente la venta de ganado.
El sonrió y sacudió la cabeza. Luego le puso el dedo pulgar sobre los labios para hacerla callar.
—Dejaré el rancho si eso te hace feliz.
—No, no será necesario.
Cuánto la quería. Miley sería capaz de hacerlo. Podría llevar una vida que odiaba sólo para estar con él y nunca le pediría que renunciase a ello.
—Tenemos un par de alternativas. Podríamos dedicarnos a la cría de caballos. Ya lo había pensado antes, pero requieren mucha dedicación.
Ella abrió mucho los ojos.
—¿Caballos?
—Sí, o ganado de cría, que no se sacrifica para hacer filetes. ¿Qué te parece?
Las lágrimas brotaron de sus ojos, pero la sonrisa de sus labios evidenciaba que eran lágrimas de alegría.
—Creo que quererte es el mejor regalo de toda mi vida.
—Y quererte a ti hace que mi vida sea un regalo —añadió él besándola. Nick sabía que, aunque tuviese que vender el rancho, siempre sería feliz al lado de Miley.



" Broken Rules " Niley Cap 33




Listo... q dicen subo otro y el lunes el final??? jeje espero comentarios...  :P



De camino a casa de los Miller, Miley recordó una y otra vez la conversación que había tenido con Nick y sus padres.
Nick le había recomendado a su padre que vendiese el rancho y no podía culparlo por ello. No si lo pensaba racionalmente. Nick había tenido razón. Ella no quería ser ranchera y la venta del rancho había sido la única alternativa que habían tenido sus padres. Lo que Nick y sus padres parecían no entender era que ella tenía que haber participado en aquella decisión, y deberían haberla legitimado como parte importante de la familia.
Aunque Nick no había tenido nada que ver con aquello. Agarró el volante con fuerza, estaba frío, y echó de menos los guantes que se había vuelto a olvidar. No debería haberse marchado de casa de Nick sin haber hablado abiertamente de lo que había dicho Paul. Nick debía de creer que lo culpaba del rechazo de su padre, y eso no era cierto. Ni siquiera culpaba ya a su padre. La pérdida de su único hijo lo había dejado marcado para siempre.
Además, tenía que reconocer que su padre había tenido cierto mérito. No había sido fácil lidiar con ella. Sonrió al pensar en todo lo que Nick le había recordado.
Si sus padres no la veían como una componente más de la unidad familiar tampoco era culpa de Nick. No obstante, aquel antiguo dolor estaba siendo superado por otro mucho mayor. El consejo que Nick le había dado a su padre le confirmaba que no había esperanzas de futuro para ellos. Nick no iba a casarse con una mujer que no había sabido vivir en un rancho.
Quizá él no se diese cuenta en esos momentos, pero ya lo habían abandonado tres mujeres a causa de su estilo de vida. No se arriesgaría a casarse con alguien que no podría amarlo más de lo que odiaba el rancho.
Miley se había pasado los últimos cuatro años de su vida huyendo del amor que sentía por Nick, pero no estaba dispuesta a seguir haciéndolo. Quería a aquel ranchero cabezota más que a nada en el mundo, y pensaba que él también la quería a ella. Si no, no le habría hecho el amor de aquel modo. Había sido demasiado reverente… demasiado espiritual.
Ella viviría en el foso de las serpientes si fuese necesario para convertirse en su mujer. Así que después de eso, decirle que quería compartir su vida con él en el rancho tenía que ser fácil.
Sonrió con determinación al tomar el camino que llevaba a casa de los Miller. Tenía planes nuevos. Los regalos de Navidad tendrían que esperar. Nick la había invitado a pasar las vacaciones en el rancho, y tenía la intención de aceptar la invitación.

Nick se quedó debajo del chorro de agua caliente, rodeado de vaho, y cerró los ojos.
Miley había vuelto dos horas después de haberse ido. Había llamado de nuevo a la puerta principal. Aquello quería decir algo, pero todavía no sabía el qué. Había llevado todas sus cosas, no sólo una maleta.
Él había deseado abrazarla y besarla hasta que ambos se hubiesen quedado sin respiración, pero ella le había dejado claro que no quería que sus padres viesen la parte física de su relación. Nick respetaría sus deseos, pero en cuanto sus padres se fuesen a dormir iría a la habitación de Miley, aunque tuviese que recorrer el pasillo de puntillas.
Alargó el brazo para agarrar el jabón y, en su lugar, tocó una mano de mujer.
—Deja que lo haga yo. Se dio la vuelta al oír aquella suave voz femenina. Abrió los ojos y parpadeó. Se frotó los ojos y volvió a parpadear. Pero no veía nada.
—¿Miley?
Sintió unas manos suaves y llenas de jabón en el torso.
—¿Quién si no iba a abordarte en la ducha?
—Nadie.
Alargó la mano para tocarla, intentando encontrar su cuerpo en la oscuridad.
—¿Qué ha pasado con la luz? —preguntó en el mismo momento en que le tocaba un pecho cuyo pezón estaba en punta.
—La he apagado —respondió ella sin dejar de acariciarlo—. Quería que estuviésemos los dos solos. Nada más. Ni siquiera la luz.
Se acercó a él un paso más y sus cuerpos entraron en contacto, de las rodillas al pecho.
Nick se estremeció, sentía su erección contra la piel mojada del estómago de Miley.
—Querida…
Ella lo interrumpió con un beso. Y Nick dejó de hacerse preguntas, no le importaba por qué no había luz, ni por qué se había arriesgado Miley a que los sorprendiesen sus padres. Le daba igual.
La besó apasionadamente y le acarició la espalda, la agarró por el trasero para apretarla contra él. La oscuridad daba un toque de irrealidad a la relación sexual. Con Miley no necesitaría volver a fantasear, podría disfrutar de ella a diario. Estaban solos en un mundo que les pertenecía, en el que los ranchos y el ganado no tenían lugar. En el que nadie ni nada podía separarlos. En el que el pasado no podía hacerles daño y el presente se limitaba a dos cuerpos unidos en la oscuridad.
Miley abrió las piernas y abrazó con ellas uno de los muslos de Nick. Él gimió involuntariamente al sentir su sexo femenino en la pierna. Miley contuvo la respiración, apartó los labios de los suyos para volver a tomar aire, y se frotó contra él. Un escalofrío recorrió a Nick al sentir en el muslo una humedad que no tenía nada que ver con el agua caliente que caía sobre ellos.
—Nick —gimió Miley con pasión.
Luego siguió moviéndose, y pareció sorprendida cuando él levantó la pierna y la agarró con más fuerza por el trasero para apretarla contra su muslo.
—¿Te gusta, nena?
—Yo… —no pudo seguir hablando. Nick movió la pierna otra vez y ella se estremeció y gritó con pasión.
Él había pensado que la primera vez que habían hecho el amor juntos había sido la experiencia más turbadora de su vida, pero lo que estaban haciendo en esos momentos era algo que transformaba el alma.
—Dámelo todo, Miley. Lo quiero todo —dijo marcando cada palabra con un movimiento de su muslo.

" Bruken Rules " Niley Cap 32




Nick quería descargar con alguien y su padre, que estaba sentado al lado de Denise muy tranquilo, le pareció el blanco perfecto.
— ¿Por qué has tenido que decirle a Miley que yo le recomendé a su padre que vendiese el rancho?
—No sabía que fuese un secreto de estado.
Nick apretó los dientes.
—No lo era. Pero Miley no tenía por qué saberlo ya que era evidente que no lo entendería.
—Quizá deberías intentar explicárselo de nuevo, cuando se haya calmado un poco —le aconsejó Denise, y luego miró a su marido—. Y quizá tú deberías aprender a no meterte donde no te llaman.
Paul sacudió la cabeza.
—Llevo conteniéndome mucho tiempo y con eso no he conseguido que me hagan abuelo, ni a Cyrus tampoco.
— ¿Y crees que poniendo en peligro su amistad acabarán el uno en brazos del otro?
—Tenía que intentarlo. Cyrus vendió el rancho y dejó a su hija en la calle, pero ni siquiera eso funcionó.
Nick empezó a entender a su padre y eso le enfadó todavía más.
— ¿Estás diciendo que el padre de Miley me vendió el rancho a mí para intentar que acabásemos juntos?
Su padre se encogió de hombros.
—Yo no estoy diciendo nada. Pero eso sería lo que yo hubiese hecho si hubiese dependido de mí.
— ¿Y pretendes emparejarnos haciendo que nos enfademos?
—Ya va siendo hora de que los dos os dejéis de tonterías y de que os deis cuenta de que si todavía no tengo nietos es porque mi hijo está enamorado de su mejor amiga, pero está ciego y no quiere verlo.
—No estoy ciego —replicó Nick intentando controlarse para no gritar.
—Así que por fin te has dado cuenta de que la quieres, ¿eh?
—El amor me da igual, la que me importa es ella.
—Llámalo como quieras.
Nick guardó silencio.
— ¿Estáis viéndoos otra vez? —preguntó Denise.
—Nunca hemos dejado de vernos.
—Ya sabes a lo que me refiero. ¿Estáis saliendo juntos?
Después de lo que había ocurrido la noche anterior sólo había una respuesta para esa pregunta.
—Sí.
Su padre frunció el ceño.
— ¿Entonces cuál es el problema?
—Los problemas, querrás decir —replicó Nick—, Miley odiaba ser la hija de un ranchero. Lo odiaba, No era feliz en el rancho. Y yo vivo aquí y, cuando no estoy aquí, estoy en otros sitios que tampoco le impresionan demasiado. A ella le gustan las ciudades pequeñas, pero no los ranchos. Y, por si eso fuera poco, ahora debe de estar tan enfadada conmigo que no sé si volverá a hablarme algún día.
— ¿Te estás acostando con ella, hijo?
Nick sintió que la tensión le recorría la espalda hasta llegarle debajo de los ojos, causándole un intenso dolor de cabeza. Miley iba a matarlo, aunque antes tendría que sacarlo de la cárcel, porque iba a estrangular a su padre.
—Eso no es asunto tuyo.
—En eso estoy de acuerdo —admitió Denise—. Lo que haya entre vosotros sólo es asunto vuestro. Me parece que el señor Cyrus y tú ya habéis hecho suficiente —terminó dirigiéndose a su marido. El padre de Nick abrió la boca para hablar, pero volvió a cerrarla cuando Denise lo miró con severidad.
—¿Te has parado a preguntarte qué significaría el rancho para ti si perdieses a Miley a causa de él? —preguntó Denise.
—¿Te refieres a lo que le sucedió a mi padre cuando tú le pediste que eligiese entre vuestra relación y su vida de ranchero? Él no quiso dejar el rancho por mi madre, pero luego lo hizo por ti, y, sí… quizá esté empezando a entender por qué tomó esa decisión.
Pero no era una decisión que él quisiese tomar.
Su padre lo censuró con la mirada.
—Quizá Denise me hiciese elegir entre el rancho y ella, pero no lo hizo porque no soportase ser la esposa de un ranchero.
— ¿Entonces por qué lo hizo? —quiso saber Nick.
—Lo hice porque tu padre estaba arruinando su salud, intentando llevar el rancho y los negocios que tenía en Portland. Tuvo un infarto un par de meses antes de que yo le diese un ultimátum. No fue demasiado fuerte, pero el doctor le advirtió que tenía que cuidarse.
Nick se sintió traicionado.
— ¿Por qué no me lo habías contado?
—Porque no quería presionarte para que dejases la Costa Este para venir aquí. Tú tenías tus propios planes y no quería estropearlos, pero luego Denise se fue a Portland y me dijo que o me iba con ella, o se divorciaba.
—Y lo dije en serio —admitió ella con los ojos brillantes—. No quería quedarme a ver cómo tu padre cavaba su propia tumba. Ni el rancho, ni ninguna otra cosa merecía que sacrificase su salud.
Nick no podía discutir aquello. Denise tenía toda la razón. La salud de su padre era más importante que su modo de vida y, para él, Miley era más importante que el rancho.
Nada merecía más la pena que ella. Ni siquiera el rancho. Aquello tenía que ser amor… si no, no tendría tanto miedo.




" Bruken Rules " Niley Cap 31




hola chicas ak les dejare unos cap... un beso grande..
— ¿Eudora Givens te ha echado de casa tan cerca de la Navidad? —preguntó en tono condenatorio Paul Jonas. Aunque Miley notó cierta falsedad en su voz.
Lo observó e intentó averiguar por qué le daba la sensación de que en el fondo estaba satisfecho. Denise y él habían llegado desde Portland una hora después de que Nick y ella llegasen al rancho y Nick acababa de contarles lo de su desahucio.
—No puedo creerlo.
Miley sonrió a Denise.
—Los perros grandes le dan miedo, y odia los roedores. Casi se muere del susto cuando se encontró con Bud en el baño.
— ¿Bud? —inquirió Paul divertido—. ¿Y dices que es un hámster?
— ¿Y te lo dio Nick? —continuó Denise.
Miraba a su hijastro con el ceño fruncido. Éste se ruborizó.
—Sí —admitió él sintiéndose culpable.
—El hámster no habría sido un problema si no hubiese tenido otros cuatro animales más en casa.
—Podrías haber tenido todos los animales que hubieses querido si hubieses accedido a alquilarle tu antigua casa a Nick —comentó Paul sacudiendo la cabeza al tiempo que se sentaba en el sofá, cerca de Denise.
Miley dio un tragó al café que Denise había llevado y había insistido en preparar nada más llegar. El sutil sabor a canela la embriagó mientras se preparaba para defender su postura. No quería aceptar la caridad de Nick.
—No puedo permitirme alquilar una casa como ésa.
Paul la miró. Aquella mirada era tan parecida a la de Nick que Miley no pudo evitar sonreír por dentro.
—Nick no te habría cobrado más de lo que pudieses permitirte. Y todavía se habría puesto más contento si hubieses aceptado que te regalase la casa, que era lo que quería desde el principio.
—Un perfume caro es un regalo, una casa no lo es.
Nick frunció el ceño.
—Miley no quería la casa.
Ella contuvo un suspiró. Nick estaba equivocado. Claro que quería la casa, y la seguridad que ésta representaba, pero tenía que demostrarse a sí misma que podía salir adelante sola. Sus padres le habían dado rienda suelta, no podía esperar que los Jonas se ocupasen de ella.
—Es verdad, Paul. Deja en paz a la chica. Es independiente —dijo Denise. Paul se encogió de hombros.
—Es independiente y cabezota, pero yo estoy seguro de que Nick se hubiese sentido mucho mejor si Miley hubiese aceptado la casa. Se sintió fatal después de recomendarle a Cyrus que vendiese.
Miley sintió que se le hacía un nudo en el estómago.
— ¿Le dijiste a mi padre que vendiese el rancho?
Nunca se lo había contado. Ni su padre tampoco. Aunque en el fondo no le sorprendía.
—Sí.
— ¿Y también le recomendaste que lo hiciese sin consultarlo conmigo? ¿Sin que me diese la oportunidad de convencerlo de lo contrario?
Nick hizo una mueca.
—No, no le dije que no te lo contase. Pero, de todos modos, ¿qué habrías dicho? Tú no podías llevar el rancho sola.
Paul la miró con interés y Denise con lástima.
— ¿Y tú qué sabes?
La expresión de Nick lo decía todo. Lo sabía tan bien como lo había sabido su propio padre.
—Venga, Miley. Nunca has querido ser una ranchera. Eres profesora y te encanta tu trabajo. ¿Eres capaz de decirme que serías más feliz intentando llevar el rancho?
Claro que no. Pero ésa no era la cuestión.
—Si mi hermano no hubiese muerto mi padre no habría vendido el rancho sin consultárselo a él antes.
Nick suspiró.
—Si tu hermano no hubiese muerto, tu padre nunca habría vendido el rancho. Pero…
—Pero mi hermano murió —lo interrumpió ella—, y mi padre tenía que cargar conmigo. A mí no me gustaba ser la hija de un ranchero y él sabía que fracasaría si intentaba llevar el rancho.
Miley sintió un dolor infinito. Siempre había deseado que su padre la aceptase incondicionalmente, pero no lo había conseguido. Y por si aquello no era suficiente, acababa de enterarse de que Nick había participado en la experiencia más dolorosa de su vida: el rechazo final por parte de sus padres.
Habían vendido la casa en la que ella se había criado, habían comprado un terreno en Arizona y sólo se lo habían contado cuando ya estaba hecho.
Nick la miró fijamente a los ojos.
—Cuando tenías seis años, intentaste salvar a una vaca a la que considerabas tu amiga para que no la vendiesen. A los nueve, enterraste los hierros de marcar en el jardín. A los trece, abriste las puertas del corral en el que estaban los ejemplares que iban a ser sacrificados. Te hiciste vegetariana con dieciséis y te negaste a venir durante las vacaciones de primavera el primer año de universidad porque coincidían con el rodeo.
Miley no pudo negar nada de aquello. Nick suspiró, sus ojos reflejaban un dolor que Miley no comprendía.
—Esto no tiene nada que ver con un fracaso. Tu padre quería que fueses feliz y no lo habrías sido trabajando en un rancho.
Nick se puso en pie y se acercó a ella. Parecía que fuese a tocarla. Miley no lo soportó. Se levantó de un salto.
—Tengo que ir a la casa. Se me ha olvidado envolver un par de regalos —y necesitaba tiempo para pensar, para aceptar el papel que Nick había desempeñado en la decisión de su padre—. Voy a dejar aquí los gatos por el momento, si no os importa.
Nick alargó la mano para detenerla, pero Miley la esquivó y salió de la habitación.

miércoles, 24 de agosto de 2011

" Innocence and Desire " Cap 25 Final !!! :D


Hola chicas ak les dejare el final de la nove!!! espero q les guste y comenten!!!tamien les comunico q subire proximamente nueva nove!!1 pero espero tener comentarios-.... las kiero mucho mucho!!


—Me dijo que jamás conseguiría que te casaras conmigo a menos que lo hubieras decidido tú así.
Miley lo miró confusa.
— ¿De verdad que te ha dicho eso? Nick asintió.
—Yo le dije que ya me había dado cuenta de eso y que estaba dispuesto a esperar y, entonces, tu madre se ofreció a ayudarme. Me dijo también que, en otras circunstancias, jamás osaría hacer nada a tus espaldas pero que, dadas las circunstancias, creía que así yo tendría la oportunidad de darte apoyo moral y a ver qué pasaba.
—Ya me preguntaba yo por qué había decidido irse de repente... pensé que había sido por la reconciliación entre mis padres pero, en cualquier caso, me sorprendió.
Nick se echó hacia atrás en el sillón y se metió las manos en los bolsillos.
—Le tuve que hacer una promesa, ¿sabes? Puede llegar a ser una mujer de lo más dura cuando quiere —sonrió.
— ¡Mi madre no es así!
—Te aseguro que cuando se trata de su única hija es una tigresa.
Miley lo miró sorprendida.
— ¿Qué te dijo?
—Para empezar, me hizo comprender que intentar utilizarte para vengarme de tu padre había sido una idea diabólica.
— ¿Eso quiere decir que estuviste conmigo sólo por vengarte de mi padre? —murmuró Miley. — ¿A ti te dio esa impresión?
—No hasta que me dejaste —confesó Miley.
Nick le agarró la mano con tanta fuerza que Miley no pudo evitar emitir un gritito de dolor.
—Perdón —se disculpó Nick soltándola y sentándose—. A continuación, tu madre me explicó que aparecer de repente y pedirte que te casaras conmigo porque estabas embarazada era una postura completamente arrogante aunque estuviera enamorado de ti. Así que me hizo prometer que iba a estar a tu lado pasara lo que pasara hasta que te dieras cuenta de que querías casarte conmigo.
— ¿Eso quiere decir que me quieres?
—Miley, nunca he dejado de quererte —confesó Nick—. No podía dejar de pensar en ti. Es cierto que nunca había pensado en casarme, pero eso ha cambiado en los últimos nueve meses.
Miley se quedó mirándolo en silencio.
—Me he dado cuenta de que la familia es muy importante para mí y de que nadie, absolutamente nadie, se me ha colado jamás en el corazón como tú lo has hecho. Nadie me hace sentir tan feliz, nadie me hace reír tanto... y, como guinda del pastel, he visto cómo te has esforzado por nuestro hijo, así que no solamente tienes mi amor sino mi más sincera admiración, Miley Cyrus.
Miley no pudo evitar que las lágrimas resbalaran por sus mejillas.
—Me lo tendrías que haber dicho antes...
— ¿Podrás perdonarme? —contestó Nick tomándola de la mano de nuevo—. Al principio, yo mismo creía que te estaba pidiendo que te casaras conmigo por Jerry, pero me he ido dando cuenta de que estaba completamente enamorado de ti desde el principio y de que te querré siempre.
Miley sonrió encantada.
— ¿Por qué no desconectas el teléfono? —propuso.
—Qué buena idea —sonrió Nick.
—¿El Nilo o la India?
—Me da igual siempre y cuando sea en tu compañía —contestó Nick.
Y, a continuación, le demostró que era cierto, le demostró que no había olvidado su cuerpo, visitó las zonas más eróticas de su anatomía y la hizo enloquecer hasta que Miley creyó que iba a explotar de deseo.
—Esta vez va a ser increíble —le dijo Nick con la respiración entrecortada.
—Siempre lo ha sido —murmuró Miley mirándolo a los ojos.
—Creo que será mejor que te coloques tú encima para que no te duela la espalda —sugirió Nick tomándola entre sus brazos y colocándola a horcajadas sobre él—. ¿Qué te parece?
—Simplemente, perfecto —contestó Miley moviéndose al mismo ritmo que él.
Y no dijeron nada más hasta alcanzar el clímax juntos, no sólo físicamente sino mental, emocional y espiritualmente.
—Te quiero, te quiero, te quiero —gritó Milley mientras intensas oleadas de placer recorrían su cuerpo.
—Yo también. Te quiero mucho, Miley. ¿Cuándo tienes previsto casarte conmigo?
— ¿Mañana? —contestó Miley enarcando una ceja.

Por supuesto, no fue posible organizar la boda para el día siguiente, pero resultó que Nick le tenía preparada una agradable sorpresa.       
—Os quiero enseñar a Jerry y a ti una cosa —anunció en el desayuno.
— ¿De qué se trata?
Nick se quedó mirándola mientras Miley acababa de dar de mamar al pequeño y le pareció que Miley estaba más serena que nunca.
—Ya lo verás.
—Pequeñín, nos van a dar una sorpresa —le dijo Miley a su hijo haciendo sonreír a Nick.

 Y, efectivamente, la sorpresa fue espectacular.
—Nick, ¿cómo es posible? —exclamó Miley al ver la casa donde había comenzado su historia. Había sido completamente reformada con todas las ideas de Miley, estaba limpia y recién pintada.
—Me dijiste lo que querías y tus deseos son órdenes para mí —contestó Nick.
—Sí, pero hacía mucho tiempo que no hablábamos de esto.
—Quería que fuera una sorpresa. Se me ocurrió que era una casa maravillosa para que Jerry creciera en ella —le explicó Nick tomándola de la mano y llevándola junto a un ventanal—. Han arreglado el jardín y está completamente a tu disposición. A lo mejor, puedes plantar unos cuantos Guettarda Speciosa para hacer perfume.
—Oh, Nick, muchas gracias.
— ¿Feliz?
—Mucho.
En, ese momento, Jerry protestó para llamar su atención y sus padres fueran hacia él.
—Estamos aquí, pequeñín —le dijo Nick.
Jerry sonrió encantado.
— ¿Has visto eso? ¿Has visto eso? —se emocionó Miley—. ¡Ha sonreído!
—Sí, ¿y qué?
— ¡Sólo tiene dos meses!
—Miley —dijo Nick tomándola de la cintura con cariño—, ¿no será que está feliz porque, por fin, sus padres han entendido lo que tenían que hacer y él estar tranquilo?

Fin.




sábado, 20 de agosto de 2011

" Bruken Rules " Niley Cap 30


bueno ak les dejare un cap d este y dos mañana capas q suba d nuevo si es q hay comentarios.. :( las kiero mucho.. bye <3 ya falta poco para el final.. :D jeje





— ¿Por qué no estabas conmigo en la cama cuando me he despertado?
Ella se ruborizó.
—Porque tenemos que irnos a tu casa a limpiar antes de que lleguen tus padres.
—No. Llamé a un electricista y a una empresa de limpieza anoche, antes de venir aquí. ¿Pero por qué no me has despertado antes de levantarte?
—Porque he pensado que si me duchaba yo antes tardaríamos menos en irnos a tu casa.
Nick la miró, con escepticismo.
— ¿Y qué más?
Miley tragó saliva.
—Que nunca me he despertado desnuda al lado de un hombre. No habría sabido cómo actuar.
—Pero yo no soy cualquier hombre. Soy tu mejor amigo, y ahora soy también tu amante.
Ella levantó la cabeza para mirarlo a los ojos; siempre sería mejor que mirar su cuerpo desnudo.
—Es el hecho de que seas mi amante lo que me desconcierta.
— ¿Te arrepientes tú de lo que pasó anoche?
—No.
Él se echó hacia delante y le dio un beso.
—Bien.
— ¿Así que ninguno de los dos nos arrepentimos?
Él volvió a besarla, en esta ocasión con más pasión.
—Eso es.
— ¿Entonces por qué no me has besado antes?
En esos momentos era Nick el que parecía desilusionado.
—Porque me he enfadado al despertarme y ver que estaba solo. He pensado que quizá estuvieses intentando encontrar la manera de decirme que lo de anoche te parecía un error.
Miley rió. Era evidente que Nick no se arrepentía de haber hecho el amor con ella.
—Sólo quería ir a tu casa antes de que llegasen tus padres.
—Y tenías vergüenza.
—Un poco.
Nick sonrió y la soltó.
—Voy a ducharme. ¿Por qué no haces mientras las maletas?
— ¿Por qué? —preguntó Miley recorriendo el cuerpo desnudo y musculoso de Nick con la mirada y sintiendo que le faltaba el aire.
—Porque así podremos llevarnos todas tus cosas al rancho esta misma mañana —dijo él como si le pareciese normal estar allí de conversación completamente desnudo y con una evidente erección.
Tal vez para él fuese normal.
— ¿Qué quieres decir?
—Que no hay ningún motivo para que te quedes aquí, cielo.
Ella se mordió el labio.
—No puedo mudarme a tu casa, Nick.
Él sonrió, le brillaban los ojos.
—Mis padres estarán allí.
—No quiero exhibir nuestra aventura delante de tus padres.
— ¿Aventura? —su mirada se oscureció y se acercó a ella con determinación.
—Nuestra relación. O lo que sea. No quiero que tus padres piensen mal de mí.
Él se detuvo a escasos centímetros de ella. No parecía importarle que su erección rozase el vientre de Miley.
—No van a pensar mal de ti.
—Lo harán si se enteran de que nos acostamos juntos, y nos preguntarán la fecha de la boda.
Sus padres harían lo mismo. Le preguntarían cuándo se iban a casar, o expresarían su disgusto al descubrir que su hija se había acostado con un hombre sin estar casada con él.
Y Miley no quería tener que enfrentarse a aquello. Tampoco quería que Nick se sintiese presionado. Si decidía que podían tener un futuro juntos, debía hacerlo porque no podía imaginarse viviendo sin ella, no porque los padres de ambos quisiesen que se casasen.
—Y no estamos planeando ninguna boda, ¿verdad?
La voz de Nick sonó emocionada. Parecía casi enfadado, aunque no tuviese motivos para estarlo.
—No.
Nick estaba serio cuando puso un brazo por debajo de sus piernas y otro alrededor de sus hombros para levantarla en volandas.
— ¿Qué estás haciendo? —quiso saber Miley.
—Dar rienda suelta a mis instintos.
Y eso fue todo. Nick volvió a llevarla al dormitorio sin decir nada más. No volvió a hablar. La besó y le quitó la ropa y consiguió excitarla todavía más que la noche anterior. Tampoco dijo nada cuando le hizo sentir un orgasmo detrás de otro. Miley sí habló, dijo su nombre, e incluso varias palabras malsonantes, y le pidió más.
No fueron a casa de Nick hasta tres horas más tarde.