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miércoles, 20 de julio de 2011

" Innocence and Desire " Cap Nº 10



— ¡Sí, es cierto! —gritó frustrada—. ¡He estado pensando en ti! No me podía creer que hubiera pasado de odiarte a que me gustaras y no me hizo ninguna gracia descubrir que lo único que significaba para ti era un ramo de flores. Sin embargo, hay mucha diferencia entre eso y lo que tú estás sugiriendo. ¿Qué haces? —dijo cuando Nick la tomó en brazos.
A continuación, se acercó al sofá y se sentó con ella en el regazo.
—Estate quieta —le ordenó—. Te tengo que quitar la esquirla y no quiero que me vuelvas a abofetear.
— ¡No suelo hacerlo, te lo seguro!
—Claro, por eso no sabes que haciéndolo lo único que consigues es pedir guerra.
— ¿Cómo? ¿A qué te refieres? —protestó Miley intentando sentarse.
—A esto —contestó Nick inclinándose sobre ella.
A Miley se le pasó por la cabeza que la iba a besar, pero lo que no se le ocurrió fue que en mitad de la rabia y el enfado iba a sentir atracción física por él, así que se sorprendió sobremanera al ver que respondía a su beso con increíble pasión.
«No me puede estar pasando esto», pensó.
Sin embargo, era incapaz de resistirse a las maravillosas sensaciones que despertaban en ella los besos que Nick le estaba dando por el cuello.
Y, cuando Nick deslizó la mano bajo su blusa y le acarició un pecho, incluso suspiró encantada.
— ¿Te gusta?
—Sí.
— ¿Y esto? —añadió Nick tomándola de los hombros y besándola con pasión.
Miley se abrazó a él con fuerza, disfrutó de la cercanía de su cuerpo, que la estaba excitando sobremanera, y comprendió que quería más.
Sin embargo, Nick pareció recobrar la cordura y dejó de besarla.
— ¿Cómo es posible que haya ocurrido esto? —se preguntó Miley en voz alta con la respiración entrecortada.
NIck sonrió y le besó la punta de la nariz.
—Las emociones muy fuertes pueden darse la vuelta de repente.
— ¿Quieres decir que se puede pasar del amor al odio y del odio al amor?
—Algo así.
— ¿Y tú?
—Yo... yo confieso que llevaba queriendo hacer esto desde que te conocí.
—Y yo confieso que a mí es la primera vez que me ocurre algo así. Normalmente, me tengo que quitar a los hombres de encima, ¿sabes? No lo digo en plan creído, de verdad, pero es así. Es la primera vez que yo me he interesado de verdad por un hombre —admitió Miley.
Nick sonrió encantado.
—Sí, es cierto, no lo voy a ocultar. La noche que pasamos juntos en el cobertizo algo cambió y me interesé realmente por ti —continuó Miley con énfasis—. A lo mejor tienes razón y es cierto que no acepto un no por respuesta fácilmente.
—Miley...
—Calla, escúchame. Es muy importante para mí dejar las cosas claras, así que lo único que te pido es que me des una buena razón para olvidarme de ti, dime que hay otra mujer en tu vida o algo así y me iré.
Nick se quedó mirándola a los ojos fijamente y suspiró.
—Tu padre y yo nunca nos llevaríamos bien...
—Eso es lo de menos, a mí me pasa exactamente lo mismo.
Nick asintió.
— ¿Hay alguna otra mujer en tu vida? —preguntó Miley poniéndose seria.
Nick se quedó mirándola y negó con la cabeza.
—Entonces, ¿qué tal te parecería que nos diéramos un tiempo para conocernos?
— ¿Teniendo en cuenta que llevaba mucho tiempo queriendo besarte y que cuando lo he hecho parece que a ti también te ha gustado?
Aquello hizo reír a Miley.
—No iba a decir eso, pero estoy de acuerdo.
Nick se quedó pensativo.
«Es cierto que he intentado alejarme de esta mujer y ha sido ella la que ha venido a buscarme.
¿Me absolvería eso a ojos de su padre? No, por supuesto que no. Pase lo que pase con ella, me case con ella o sólo tengamos una aventura, Billy Cyrus me va a odiar por acostarme con su hija.
¿Sería venganza? Sólo si ella se enamorara de mí y yo de ella no... Si es tan inocente como parece, me sería muy fácil conseguir que se enamorara de mí y que se quisiera casar conmigo.
Desde luego, sería una venganza genial y ese canalla de Billy Cyrus se la merece, pero... ».
—Miley, ¿y si no terminamos casándonos ni teniendo una relación seria?
Miley se encogió de hombros.
—No sé... a mí, ahora, lo único que me importa es no dejar pasar una oportunidad que a mí me parece importante.
Nick sonrió y volvió a besarla.
—Eres una persona muy especial.
— ¿Eso quiere decir que, por lo menos, podríamos ser amigos?
—Sí, pero con una condición.
— ¿La condición es que no te quieres casar?
—Yo...
—Yo tampoco lo tengo muy claro —lo interrumpió Miley—. Bueno, resulta que... esto que te voy a decir no es porque haya nacido en un entorno privilegiado y rico, estoy segura de que sería igual si hubiera nacido en una casa pobre, pero, por lo visto, soy muy dictatorial.
—Sí, me parece que ya me he dado cuenta —murmuró Nick.
— ¿Mi comportamiento hasta el día de hoy te ha hecho sospecharlo? —bromeó Miley.
—Se podría decir que sí —contestó Nick acariciándole la mejilla—. ¿Cuánto tiempo tienes pensado quedarte aquí?
—Tengo reservada la cabaña para una semana, pero tengo otra más de vacaciones y este lugar me parece perfecto para pasarlas. Además, es perfecto para esconderse si hay periodistas y detectives privados buscándote. ¿Y tú cuánto tiempo te vas a quedar?
—También una semana más.
— ¿Hace cuánto tiempo que estás aquí?
—Un par de días.
—Perfecto, tenemos todo el tiempo del mundo.
— ¿No estarás pensando en venirte a vivir conmigo? —dijo Nick cruzándose de brazos.
Miley se quedó pensativa.
—No, si lo hiciera, parecería que lo único que me interesa de ti es tu cuerpo.
—Vaya, qué pena —murmuró Nick abrazándola.
—Sí me vas a besar otra vez...
—Sí, te voy a volver a besar. ¿Algún problema?
—Bueno, lo único es que... a lo mejor... la situación se nos va de las manos. Por lo menos, a mí...
—Vas a tener que confiar en mí —sonrió Nick.
— ¿Te estás riendo de mí, Nick?
—No, bueno, sí.
— ¿Tan graciosa te resulto?
—La verdad es que eres única —contestó Nick besándola de nuevo.
—Ésta es una de las cosas que más me gusta de ti —comentó Miley perdiéndose entre sus brazos.
Nick enarcó una ceja.
—Me siento a salvo contigo —explicó Miley.
Nick levantó la cabeza y se quedó mirando al horizonte y, aunque Miley esperó para ver si le decía en qué estaba pensando, no lo hizo sino que se limitó a besarla de nuevo.
Aquél beso fue todavía más apasionado y maravilloso que los anteriores y Miley no pudo evitar suspirar encantada, lo que hizo reír a Nick.
—Lo que viene a continuación no va a ser tan placentero —anunció levantándose del sofá y dejándola a ella sentada.
— ¿De qué me hablas?
—Hay que quitarte la esquirla —le recordó Nick.
—Uy, se me había olvidado —contestó Miley sin darle importancia.
Sin embargo, aunque Nick lo hizo rápido y limpiamente con unas pinzas, Miley tuvo que hacer un gran esfuerzo para no llorar de dolor.
—Lo tendría que haber hecho al revés —comentó Nick al terminar—. Primero te tendría que haber sacado la esquirla y, luego, te tendría que haber besado.
—Bueno, siempre me puedes besar ahora —sonrió Miley.

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