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sábado, 16 de julio de 2011

" Broken Rules " Niley Cap 14


holis mis chicas hermosa ak les dejo un linco cap... jeje bue disfrutenton!!!



— ¿Que has perdido a Bud?
¿Cómo podía haber perdido al hámster? Miley se sintió culpable y se puso a la defensiva.
—No puedo creer que dejases que tu cita se fuese gritando y que no hayas encontrado al hámster —saltó de la cama con el teléfono todavía pegado a la oreja—. Voy para allá.
De todos modos, su idea de pasarse la noche viendo películas antiguas para olvidarse de que Nick estaba con otra no estaba funcionando. No había dejado de imaginarse a Nick y a Delta juntos.
Al llegar al rancho, vio que todas las luces de la casa estaban encendidas. Llamó a la puerta de la cocina, no quería que Bud se escapase al abrirla. Nick le abrió casi inmediatamente. Estaba despeinado. ¿Se habría despeinado él solo, por la tensión, o habría sido Delta antes de marcharse?
Miley intentó quitarse aquello de la cabeza y preguntó:
— ¿Lo has encontrado ya?
Tenían que encontrarlo, no sólo por el pobre animal, sino porque ya le había prometido a uno de sus alumnos que iba a regalárselo. Nick se pasó la mano por el pelo y sacudió la cabeza.
—No se ha metido entre uno de los armarios y la pared.
—No puedo creerlo. ¿Cómo vamos a sacarlo de ahí?
Nick se frotó la nuca y suspiró.
—Creo que debemos darle un poco de tiempo, y de tranquilidad. Si yo fuese un hámster, los gritos de Delta también me habrían hecho esconderme.
Miley luchó por contener una sonrisa.
—Supongo que no le gustan los roedores, ¿verdad?
—No, ni yo tampoco le gusto demasiado.
Miley no podía mentirle y decir que lo sentía. Miró a su alrededor y vio la cena a medio hacer.
— ¿Todavía no has cenado?
Él negó con la cabeza y su estómago rugió.
El pobre estaba muerto de hambre. Miley vio la pasta escurriéndose y una salsa blanca a medio hacer. Ella terminaría de prepararla. Empezó a sacar los ingredientes de las bolsas.
—Echa agua caliente sobre la pasta para volver a calentarla.
Nick asintió. Tomó un cuenco con ensalada. La lechuga estaba mustia después de un rato con el aliño.
—Me parece que esto va a ir a la basura.
—Sí —dijo ella mirándola—. Tendremos que preparar verduras.
—De acuerdo. Pero nada de espárragos. Esto… no estoy de humor.
Ella se volvió para que Nick no viese su sonrisa.
—Anoche vi que tenías en el congelador una bolsa de verduras. Sácala y las bombardearemos con mantequilla y queso palmesano.
Miley terminó de preparar la salsa añadiéndole el salmón de lata que Delta había llevado mientras que él recalentaba la pasta y hacía las verduras. Hizo una nota mental de los ingredientes que estaba utilizando para devolvérselos a Delta a la semana siguiente. Así se sentiría menos culpable. Al fin y al cabo, había sido ella quien les había estropeado la cita… y quien había perdido al hámster. Suspiró y tomó la última bolsa que había en la encimera para sacar lo que había dentro.
Nick le arrebató la bolsa de las manos.
—Esto no nos hace falta. Era para el postre.
Ella agarró la bolsa de papel marrón.
—Genial. Creo que me merezco algo dulce después de haberte hecho la cena.
—Esto no.
— ¿Por qué no? ¿Acaso ha comprado Delta un postre tan caro que te sentirías culpable si lo comieses sin ella?
—Esto… no.
—Mira, sea lo que sea, yo se lo devolveré mañana. Me apetece algo dulce —dijo tirando de la bolsa.
—No, Miley —replicó él sujetándola.
El papel se rompió. En ella había un bote de nata montada, otro de salsa de chocolate y otro de cerezas al marrasquino.
—Mmm. Tiene buena pinta. ¿De qué es el helado que ha traído para acompañar todo esto?
Nick no respondió. Miley lo miró, pero él no podía mirarla a la cara. Sorprendida, observó los ingredientes y luego volvió la vista hacia él.
—Venga, Nick. Dime de qué es el helado.
—Vamos a cenar, estoy muerto de hambre.
De acuerdo. Si no quería decirle de qué era el helado, ella misma lo descubriría. Todavía no sospechaba por qué parecía Nick tan avergonzado. Abrió el congelador y miró dentro. Lo cerró y se volvió hacia Nick.
—No hay helado.
—Ya lo sé —admitió él frunciendo el ceño.
— ¿Se te ha olvidado comprarlo?
—No.
— ¿Y para qué quieres todo eso si no tienes helado?
De pronto, lo entendió todo.
—Tenías planeado comerte a Delta de postre.
¿Cómo había sido capaz? Sabía que Nick no era un santo, ¿pero aquello? No era de los que tenían aventuras de una noche y aquélla era la primera vez que salía con Delta. Con su última novia ni siquiera se había acostado. Se pondría furioso si se enteraba de que ella estaba al corriente, pero las mujeres hablaban… igual que los hombres.
Miley sintió que las lágrimas se le agolpaban en la garganta. Tenía que irse de allí antes de que hiciese una estupidez. Estaba exagerando, pero no podía evitarlo. Se dirigió a la puerta.
—Deja un cuenco con comida para Bud, saldrá cuando tenga hambre.
Se puso el abrigo y se maldijo por haber sentido el impulso de prepararle la cena a Nick. Si no lo hubiese hecho, nunca habría sabido cuáles habían sido sus planes con Delta y no tendría el corazón roto en un millón de trozos.
En esos momentos no quería analizar por qué se sentía así.
Todavía no había salido cuando Nick la agarró por los brazos y le dio la vuelta.
—Yo no había planeado nada —le explicó sin soltarla—. Me conoces.
—Eso pensaba.
—Claro que me conoces.
Miley lo miró con los ojos llenos de lágrimas que se negaba a derramar.
— ¿Qué ibas a hacer entonces con todo eso? Echarlo encima de unas galletas saladas.
—No iba a hacer nada.
— ¿Pretendes que me lo crea?
—Me da igual. Que seas mi mejor amiga no te da derecho a decirme cómo llevar mis relaciones.
Miley sintió que le faltaba el aliento.
— ¿Así que ya tienes una relación con ella? Pensé que era la primera vez que salían juntos.
—Eso no importa.
Miley se zafó de él.
—Tienes razón. Lo que importa es que tengo que irme. ¿Quién sabe? Tal vez todavía puedas arreglar tu noche con Delta. En su casa.
Se giró. Comprobó que Bud no estaba por allí preparado para salir, abrió la puerta y se fue. Él la llamó, pero Miley no le hizo caso. Ya había hecho bastante el ridículo.
Volvió a casa de los Miller pensando en las palabras de Nick. Intentó luchar contra la realidad, pero tuvo que acabar aceptándola. El hecho de ser su mejor amiga no le daba derecho a juzgarlo.
Tampoco le daba derecho a seducirlo. Por mucho que fuese el único hombre con el que quisiese hacer el amor.
Entró en la casa y dejó que los gatos saliesen del cuarto de baño. Éstos la siguieron al dormitorio, parecían demasiado adormilados como para castigarla comportándose alocadamente. Miley se quitó la ropa. Se metió entre las sábanas y llamó a los animales. Los dos subieron de un salto y se acurrucaron a su lado. Necesitaba su calor. Sentía frío por dentro. Estaba perdida. Los animales siempre le habían parecido inocuos. Mucho más que las personas. Miley siempre había confiado en ellos para que le diesen esa aceptación incondicional que no había recibido de las personas. Salvo de Nick. Por mucho que le doliese, tenía que aceptarlo. Si insistía en atravesar la línea que había entre su amistad y otro tipo de relación, podía perder a la única persona sin la que sería capaz de vivir.
—He cometido un tremendo error —dijo acariciando a Alexander, que empezó a ronronear—. Me he puesto frenética con Nick por sus planes para esta noche. Y no era asunto mío.
Y ella que quería satisfacer su deseo por Nick y no implicarse emocionalmente… Su reacción de aquella noche demostraba que su corazón también estaba involucrado en aquello, aunque Miley no quisiese considerar la posibilidad de que siguiese enamorada de él.
No. Había tenido un ataque de celos, pero que tenían que ver con el sexo, no con el amor. Eso era todo. Y no volvería a ocurrir.
Cambió de postura para poder acariciar a los dos gatos mientras pensaba en lo que había ocurrido en casa de Nick.
Él tenía una norma que le prohibía besarla.
«Nick quería comerse a Delta de postre».
¿Cómo iba a competir con ella? ¿Acaso quería hacerlo? Había creído que sí, pero si cuando la relación física con Nick terminase iba a sentirse como se sentía en esos momentos, no podría arriesgarse.
No podía arriesgar su amistad con Nick.
Lo había estropeado todo, y la idea de perder a su mejor amigo le aterraba. Las lágrimas, que tanto odiaba derramar delante de otras personas, corrieron por sus mejillas.
Nick la quería como a una hermana y si ella se comportaba de manera inteligente, siempre podría contar con ese amor. Si intentaba obligarlo a tener una relación que él no deseaba, lo perdería. Sintió un escalofrío. No podía perder a la única persona en su vida que la aceptaba tal y como era.
Lo primero que haría al día siguiente sería llamar a Nick y pedirle disculpas. Después, se pondría a buscar más seriamente un lugar donde vivir. Nick era su mejor amigo y ya era hora de que ella empezase a comportarse del mismo modo.


5 comentarios:

  1. Ya me da piedra las mujeres que se ponen a rogarlle a los hombres y ellos no hacen nada
    Que Miley se olvide de Nick y el ahí si la busque

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  2. WOW!
    jaja me encantooo!
    en serio k lo amee!
    aaay Nick ¬¬
    Luisa_smiler tiene razon!
    k no lo busque ni nada, jaja k el venga solito a ella! jaja va a ir a ella con la cola entre las patas jaja!
    nimodo k el sufra no ella! xD
    espero con desesperacion y ansias el capi eh? jeje
    kuidathe
    te kiiierop :)

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  3. sis me encaantho te voy a exgtrañar muchisisisisimoooooo
    te super quiero babyy byyye te me cuidas muuxooooo

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  4. ME ENCANTO, de verdad, pobre Miley pero en verdad no podía reclamarle nada Nick :_ bueno espero el próximo :)

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  5. wow me super encantaron todos los cap pobre miley :( esperemos y se encontenten me encantaron las 2 noves son geniales sube pronto qdo buenisima :p hehe cuidate muchoooo perdon x coment tarde bysin

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