Miley
retrocedió de un salto al oír la voz enfadada de Nick, que estaba en la puerta,
acompañado de Victoria. Desgraciadamente, Avan seguía agarrándola, a ella y a
su toalla. Miley gritó al sentirse desnuda.
Nick
bramó.
Avan
pasó al lado del cuerpo desnudo de Miley y dijo:
—Hola,
Victoria. ¿Qué haces aquí?
—No
lo sé. Venía a hablar con mi amiga. Vaya, pensaba que era mi amiga. No esperaba
encontrármela desnuda contigo en la cocina.
Victoria
se dio media vuelta y salió corriendo hacia la puerta.
Avan
fue detrás de ella, con la toalla de Miley todavía en la mano.
Miley
se quedó paralizada. Estaba impactada y avergonzada de verse en aquel aprieto. Nick
agarró el mantel de flores de la mesa y se lo puso alrededor de los hombros.
—Ve
a vestirte. Ya me lo explicarás luego.
Todavía
sorprendida por todo lo que había ocurrido en la cocina, no asimiló las
palabras de Nick.
Volvió
al baño, cerró la puerta y tiró el mantel encima de unos pensamientos violetas
que había en el suelo antes de darse cuenta de lo que le había dicho Nick. No
tenía por qué darle explicaciones. Era su amigo, no su amante. ¿Acaso no lo
habían dejado claro la noche anterior?
Además,
era evidente que ella no había intentado seducir a Avan. Aquel hombre era un
caso perdido, y había salido corriendo detrás de Victoria sin tan siquiera
mirarla a ella, a pesar de que estaba desnuda. Si los hechos no hablaban por sí
mismos, había poco que ella pudiese añadir. El caso de Victoria era diferente. Tendría
que intentar explicarle lo que había ocurrido y esperaba que la creyese.
Si Avan
le hubiese dado tiempo a vestirse aquello no habría pasado. Pero estaba tan
compungido que no le había importado que ella estuviese medio desnuda.
«Hombres».
Molesta
con el género masculino en general y con Nick en particular, volvió a meterse
en la ducha. Enfadada, decidió tomárselo con calma. Nick podía esperar. Media hora más tarde, Miley
volvía a entrar en la cocina. En esa ocasión, completamente vestida con unos cómodos
pantalones de algodón, un suéter de cuello alto a juego y un jersey amplio de
su antigua universidad. Calzaba zapatillas de deporte.
Nick
estaba sentado a la mesa de la cocina, con una taza en la mano. Era evidente
por la rigidez de sus hombros y porque tenía los labios apretados, que no se
había recuperado de la impresión de habérsela encontrado con Avan en la cocina
un rato antes. Miley frunció el ceño para hacerle saber que no le gustaba su
actitud.
Tomó
un trozo de papel de cocina y se agachó a secar el agua que había en el suelo.
—Ya
puedes dejar de mirarme así. Avan y yo no estábamos a mitad de una apasionada
escena de amor cuando llegasteis.
La
silla de Nick chirrió en el suelo de linóleo cuando éste la apartó de la mesa.
— ¿Pretendes
engañarme? Sólo llevabas puesta una toalla cuando entré.
Miley
levantó la vista para mirarlo a los ojos. Craso error. Nick parecía furioso y
se alzaba sobre ella como un ángel vengador. Miley intentó retroceder para
alejarse de él, pero perdió el equilibrio y se cayó.
—Permíteme
que te corrija. Llevaba una toalla puesta y lo estaba abrazando. Lo estaba
consolando.
—Me
sorprende que tu reputación no esté por los suelos, si consuelas desnuda a todos
los hombres que lo necesitan.
Miley
se puso en pie, muy cerca de Nick. Lo miró fijamente.
—Eso
que estás diciendo es muy feo.
Estaba
tan cerca de él que podía ver cómo se databan los orificios de su nariz.
Aquello evidenciaba que Nick estaba realmente enfadado. Miley se preparó para
una pelea de las que hacían historia. En su lugar, Nick la agarró por la
cintura y por la nuca, echó hacia delante y bajó la cabeza.
Ella
se sintió amenazada, pero estaba tan sorprendida que no podía ni moverse.
—Nick,
no creo…
Él
la hizo callar con sus labios, que estaban calientes. La lengua de Nick sabía a
café y se introdujo en su boca, todavía abierta. Fue una sensación agradable. Nick
sabía delicioso.
Alineó
el cuerpo de Miley con el de él utilizando la mano que tenía detrás de su
espalda. Ella sintió un escalofrío por las piernas, la pelvis y los pechos al
sentir su cuerpo. No pudo evitar levantar los brazos hasta su cuello.
Le
temblaron las piernas, no tenía fuerza para mantenerse en pie, pero no le hacía
falta, Nick la tenía bien agarrada.
Miley
sabía que aquello no duraría. La ira había llevado a Nick a hacer algo que en
realidad no quería hacer. Besarla, Miley ya sabía lo mucho que le dolería que
la rechazase, aunque todavía no lo hubiese hecho.
No
obstante, decidió disfrutar de la sensación que experimentaba al estar en sus
brazos mientras durase. Se relajó contra él y se regodeó con el roce de su
lengua, y de esas manos que la sujetaban con fuerza. Movió los labios, y Nick
gimió. Bajó la mano y la agarró por el trasero.
Miley
no podía evitar apretar la pelvis contra él. Necesitaba aquello. Lo necesitaba
demasiado.
Él
respondió a sus movimientos haciéndola retroceder hasta la encimera. Bajó
también la otra mano hasta su trasero y la sentó allí con las piernas abiertas
y él en medio.
Se
acercó a ella todo lo que pudo, sólo los separaba la ropa que llevaban puesta.
Apretó su erección contra el lugar donde se unían sus muslos.
Ella
gimió, todo cuerpo se estremecía en contacto con el de Nick. Quería estar
desnuda, con él, quería sentirlo en su interior.
Gracias por dejarla en la mejor parte , como siempre
ResponderEliminarjajajaja no mentiras síguela me encanta esta novela
Ah como la vas a dejar hay.. jajja síguela un beshitoo!!!
ResponderEliminarWow, no me esperaba esa reacción de parte de Nick jajaja, pensé que se iban a pelear, pero mejor que no lo hagan jajajaj , bueno sigo leyendo, me re gusta :)
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