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martes, 19 de julio de 2011

" Bruken Rules " Niley Cap 16




Miley rió como lo hacía siempre. Volvía a estar contenta. A él se le aceleró el pulso. Esa risa merecía la pena aunque tuviese que sufrir la tortura de ver una película junto a su tentador cuerpo. Ella se metió en la cama y se tapó las piernas desnudas con las sábanas. Nick casi suspiró aliviado al ver desaparecer su suave piel debajo de la colcha. Miley sacó dos servilletas de papel de la bolsa y colocó un donut encima de cada una. Él puso la película y se sentó en la cama. Afortunadamente, las sábanas se interponían entre él y las tentadoras piernas de Miley.
Ella se acurrucó contra él y dio un bocado a su donut. Vieron los títulos del comienzo en silencio. Cuando la película comenzó, Miley dijo en voz baja:
—Gracias.
Él volvió la cabeza, pero sólo vio su pelo.
— ¿Por qué?
—Por ser mí amigo. Te prometo que no volveré a hacer nada que pueda poner en peligro nuestra amistad.
—Nada podría poner en peligro nuestra amistad.
Bueno, tal vez si se echase encima de ella y le hiciese el amor, su amistad correría cierto riesgo. Nick se obligó a controlar el deseo y se dijo que la película se le iba a hacer muy larga.
Dos horas de tortura más tarde, Nick seguía maldiciéndose por haber elegido una película que ambos conocían tan bien. No había conseguido distraerse de la proximidad del cuerpo de Miley, que rió y bostezó al mismo tiempo con la escena final.
Se volvió a mirar a Nick.
—Será mejor que te vayas a casa. Necesito dormir, mañana voy a dedicarme a buscar un lugar donde instalarme.
— ¿Tienes alguna pista?
—No. No creo que haya mucha gente que quiera alquilarle un piso a la guardiana de un zoológico.
—Tú no eres la guardiana de un zoológico.
Ella volvió a bostezar.
—Gracias.
Nick se puso en pie y fue hacia el vídeo, a sacar la cinta.
— ¿Por qué no te compras una casa?
Ella lo miró con tristeza. A Nick le hubiese gustado entender esa mirada. ¿Qué era lo que la hacía tan infeliz?
—Ya te he dicho que el sueldo de una profesora no da para una hipoteca.
—Sabes que yo podría ayudarte.
Miley se limitó a mirarlo en silencio.
—De acuerdo. ¿Y tus padres? Ellos podrían ayudarte a dar una entrada, y tú lo sabes.
— ¿Te refieres a los mismos padres que no van a venir a pasar la Navidad conmigo?
Era evidente que estaba muy dolida.
—Sí.
—No.
— ¿Por qué no?
—Mira, aunque quisiese comprarme una casa, ésta es la peor época del año para encontrarla. Y aunque la encontrase, no la tendría antes de que volviesen los Miller. Necesito un lugar donde vivir ya.
Nick sabía que tenía razón.
—Podrías quedarte en mi casa mientras tanto.
Miley entrecerró los ojos.
—Ya hemos hablado de esto antes. Y creo recordar que tú mencionaste que mi reputación se vería mancillada.
Nick se sintió incómodo.
—Seguro que podríamos idear algo.
—Sí, algo como un edificio de apartamentos donde acepten animales.
Él tomó la bolsa vacía de la pastelería, la arrugó y la tiró a la basura. Luego se volvió a mirar a Miley.
—Será mejor que te deje descansar.
Ella asintió.
Nick se detuvo al llegar a la puerta.
—Si quieres, puedo llevarte a la ciudad mañana. Tengo que ir de todos modos, a disculparme con Delta.
Miley se lo pensó demasiado, o eso le pareció a él. Quería preguntarle qué era lo que la hacía dudar si quería su compañía o no, pero se contuvo.
—Supongo que me vendría bien. Si tú estás seguro de que quieres llevarme. Nick se sintió dolido, no parecía que Miley tuviese demasiadas ganas de pasar tiempo con él.
—No parece que te apetezca demasiado disfrutar de mi compañía.
Ella sonrió.
—Vete a casa. Estás cansado y de mal humor.
Miley tenía razón.
—Me marcho. ¿A qué hora quieres que te recoja mañana?
Ella miró la hora en el reloj del vídeo.
—No demasiado temprano.
—De acuerdo. ¿Me acompañas a la puerta? Tendrás que cerrarla.
Ella gruñó, pero salió de la cama. Nick deseó no haberla incitado a hacerlo. Al salir de debajo de la colcha, los pezones de Miley se habían endurecido por el frío y se le marcaban a través del camisón. Nick no podía apartar la mirada de ellos.
Deseaba con todas sus fuerzas acariciarlos. Llenar sus manos con esos pechos hasta hacer gemir a Miley y sentir su cuerpo frotándose contra el de él. Luego metería las manos por debajo del camisón y sentiría la suave piel de su trasero. Sintió que le costaba respirar y que volvían a apretarle los pantalones a la altura de la bragueta.
— ¿Nick?
Él enfocó su mirada perdida hacia la cara de Miley e intentó descifrar su expresión.
— ¿Qué?
— ¿Estás bien? La preocupación de Miley lo hizo volver a la realidad. Respiró profundamente.
—Sí. Supongo que estoy cansado.
Ella ladeó la cabeza, sin dejar de mirarlo.
— ¿Estás seguro?
—Sí —respondió él sin apartar los ojos.
Se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta principal de la casa. Miley lo siguió. Sus pies descalzos golpeaban el suelo de cerámica del pasillo.
Se dieron las buenas noches en la puerta y Nick tuvo que contenerse para no besarla en los labios.


1 comentario:

  1. Linda, perdona por haberme ausentado tanto tiempo, de igual manera ya estoy acá para volver a ponerme al día y leer los caps que me faltan :) este cap me re gusto, pobre Nick tiene que hacer demasiados esfuerzos jajajaja, bueno divina sigo leyendo :)

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