Holis ak les dejare un mini maratón x el cumple d Sarita.. ;) t kiero muchísimo princesa!! espero q lo pases super lindo y q sea el dia mas feliz... olvida todo lo malo y disfruta!! t re queremos.. un beso muy grande.. :D
Bueno,
en esos momentos tenía veintitrés años y seguía siendo bastante inocente. Ya
había terminado la universidad pero no sabía a donde la llevaría su carrera.
Ella no quería marcharse de Sunshine Springs, pero era evidente que Nick no lo
sabía.
—Volví
a Sunshine Springs y tú tenías una norma según la cual no podías besarme.
—Quería
seguir protegiéndote de mis maléficos deseos. Para un hombre es muy duro luchar
contra ellos y yo llevo casi toda la vida intentado proteger tus sentimientos.
—¿Y
qué pasa con Delta?
—Casi
había conseguido olvidarme de lo mucho que te deseaba pero, de repente, todo lo
que hacías me excitaba. Si no hacía algo iba a terminar seduciéndote.
« ¿Todo
lo que hacía lo excitaba?». Miley apoyó la mano sobre la de él, temblorosa.
— ¿Pero
seguías pensando que no debías seducirme?
—Al
principio… sí. Pero luego me di cuenta de dos cosas.
— ¿Cuáles?
—Una,
que ya no tienes diecinueve años.
— ¿Y
la segunda?
—Que
no me puedo resistir.
— ¿Pero
te resististe con Delta y con Madeleine?
—Sin
ningún problema.
Justo
cuando iba a besarlo, Miley se acordó de algo.
— ¿Qué
ha pasado con Bud y el loro?
—Se
me había olvidado contártelo. Avan ya ha pasado a recoger al loro y el padre de
tu alumno ha venido esta tarde a por Bud.
—Eso
está bien.
Él
asintió, pero no dijo nada. Ella abrió la boca para decir algo… ni siquiera
estaba segura de qué, pero los labios de Nick no la dejaron hablar. La pasión
la invadió como si tuviese dentro un cohete especial.
Abrió
los labios al sentir la lengua de Nick sobre ellos. Él gimió y se apretó contra
ella, besándola con urgencia. Luego le recorrió la barbilla y el cuello con sus
besos.
—Hueles
a lejía.
Miley
rió.
—He
estado limpiando.
Nick
introdujo los dedos entre su pelo y le besó la oreja, metiéndole la lengua
dentro. Miley se alegró de estar sentada, las piernas no habrían podido
soportar su peso.
Él
le quitó la goma que le sujetaba el pelo para dejárselo suelto.
—No
sabía que los productos de limpieza pudiesen ser tan eróticos.
—Yo
tampoco.
Nick
no respondió, estaba demasiado ocupado recorriendo su clavícula. Ella echó la
cabeza hacia atrás para facilitarle la tarea.
—Me gusta.
—No
sabes a lejía. Estás muy dulce. Tal y como había soñado.
— ¿Has
soñado conmigo?
Él
le lamió el cuello y Miley se estremeció.
—Sí.
Ella
recordó lo que le había dicho nada más llegar.
— ¿Has
soñado conmigo desnuda?
—Sí.
Nunca pude olvidarte desnuda de cintura para arriba en el establo.
Aquello
le gustó a Miley, y se fundieron en un beso.
La
conversación hizo que Nick desease desesperadamente desnudarla. No sólo había
comprado flores en el supermercado. La tomó en sus brazos.
— ¿Qué
haces?
—Llevarte
a la cama —respondió él besándola.
Fue
hasta el dormitorio y la dejó encima de la cama. Empezó a desnudarse.
Ella
también se puso a desabrocharse la blusa. Nick se quedó parado, observándola.
—Me
estás mirando.
—Quiero
verte. Toda entera.
Era
lo normal, Miley tenía un cuerpo precioso, ¿acaso le gustaba hacer el amor en
la oscuridad?
Ella
se ruborizó.
—Yo
también quiero verte a ti, pero hay algo que debo decirte.
— ¿El
qué?
—Que
para mí esta noche es similar a la de hace cuatro años.
— ¿A
qué te refieres?
—A
que aquella noche estaba preparada para regalarte mi virginidad.
Él
se dio cuenta de por qué se había sentido tan dolida.
— ¿Quieres
decir que todavía eres virgen? ¿No lo hiciste con ninguno de los chicos con los
que saliste en la universidad…?
—No.
A Nick
le temblaron las rodillas. Miley nunca había estado con otro hombre. Le
pertenecía a él.
Completamente.
—Yo…
—Nick no supo qué decir, la emoción le impedía hablar.
Ella
terminó de desabrocharse la blusa.
— ¿Me
prometes una cosa?
—Lo
que quieras —la deseaba tanto que no podía pensar en nada más.
Miley
se quitó la camisa, pero se detuvo antes de desabrocharse el sujetador. Nick no
podía esperar a tocar su suave piel.
—Prométeme
que no te arrepentirás de esto.
¿Arrepentirse?
Nunca había deseado más a nadie ni nada.
—Lo
único que lamento es que estés tardando tanto en quitarte la ropa.
— ¿No
volverás a pedirme que pasemos menos tiempo juntos?
Él
frunció el ceño. ¿Cómo podía Miley sugerir algo así? Estaban a punto de hacer
el amor. Iba a ser su primera vez. Y a Nick le gustaba más de lo que debería.
—Sabes
que sólo lo dije porque estaba preocupado por tu reputación. Quería protegerte.
Miley
sonrió.
—Tendremos
que hablar de tu tendencia a protegerme en otra ocasión.
Se
desabrochó el sujetador.
Nick
no tardó en quitarse los vaqueros, aunque tuvo que calmarse al ver que Miley
miraba su erección con cierto temor.
—No
te preocupes, cielo. Voy a tener cuidado.
Ella
tragó saliva y luego levantó la mirada hasta sus ojos.
—Lo
sé. Confío en ti.
Él
avanzó hacia ella, deseando tocarla, saborear esos pezones que se erguían hacia
él como dos deliciosas frambuesas sobre un helado de vainilla.
Miley
dio un grito ahogado cuando él se puso encima. Nick sonrió.
—Lo
siento, ¿te he hecho daño?
—No.
Parecía
estar sin aliento, pero no estaba nerviosa, y Nick se lo agradeció.
Se
apoyó en los brazos y empezó de nuevo a besarla. Miley no se había quitado los
pantalones vaqueros, que rozaron la piel de los muslos y la erección de Nick,
haciéndolo arder de deseo. Le acarició el hombro, y luego los suaves pechos.
Ella
gimió y apretó las caderas contra él.
—Miley,
eres preciosa —dijo Nick recorriéndola con la mirada. Al llegar a los ojos, vio
que estaban llenos de lágrimas—. ¿Estás bien?
Ella
se quedó inmóvil.
— ¿Qué
pasa? ¿Qué he dicho? —insistió él. Quizá
estuviese precipitando las cosas. Tal vez estuviese nerviosa.
— ¿Te
parezco guapa? —preguntó con una sonrisa que volvió a dar confianza a Nick, que
la besó en los párpados y luego limpió sus lágrimas con los labios.
—Siempre
lo he pensado.
—Nunca
me lo habías dicho —su voz temblaba de emoción.
—Eso
no es cierto. Siempre te he dicho que eras la chica más guapa de Sunshine
Springs.
—Pero
me lo decías porque éramos amigos.
—Te
lo decía porque era la verdad. Aunque para ti no era suficiente, ¿verdad? —le
acarició un pezón con el dedo índice—. Eres preciosa, no sólo guapa.
Bajó
la cabeza hasta su pecho y tomó el pezón entre los labios.
—Y
estás muy suave.
Ella
gimió y se relajó debajo de él.
—Nick,
quiero que acaricies todo mi cuerpo.
Él
estaba deseando hacerlo. Empezó a mordisquear la cremosa carne que rodeaba el
pezón que había estado chupando.
Miley
casi se cayó de la cama.
—No
pares. Por favor. No pares.
Él
le acarició los hombros, el tórax y luego le apretó el trasero con las manos.
Ella metió las suyas entre su pelo, atrayéndolo hacia su pecho, pidiéndole más
sin palabras.
—Oh,
Nick, oh, Nick, oh, Nick.
Él
se irguió y empezó a desabrocharle los pantalones vaqueros. Bajó la bragueta y
metió las manos por la cinturilla para quitárselos. Ella levantó las caderas.
Los pantalones ya iban por debajo de su trasero cuando Nick se detuvo. No pudo
evitarlo. Un trocito de seda color turquesa cubría el lugar más íntimo de Miley.
Ella
lo miró confusa.
Nick
se humedeció los labios con la lengua.
— ¿Te
das cuenta de lo que me estás dando? ¿Sabes lo halagado que me siento porque me
hayas elegido como tu primer amante, querida?
—Me
alegro mucho, pero… ¿podrías continuar? —preguntó ella sin sonreír, no estaba
de broma. Su mirada ardía de deseo—. Me da la sensación de que me voy a morir
esperándote.
Él
sonrió y sintió que ciertas cosas cambiaban en su interior. Ya no estaba cegado
de deseo, antes tenía la incontenible necesidad de demostrarle lo mucho que
apreciaba el regalo que era para él poder tocarla y estar con ella.
Ser
su primer amante.
Ooww coraazooonnnnnn miiil graxiias coraazoon todaviia no leo ahora lo leeré coraazoon miil graxiias ooww te súper amo coraazoon
ResponderEliminarwow genial el cap alfin estaran juntos wiii sube pronto cuidate nena ;) bye
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