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martes, 2 de agosto de 2011

" Bruken Rules " Niley Cap 25


holis un cap.. para q lo disfruten!! un beso las kiero muchisimoooooo .......... :D 


Ya había abierto la puerta de la casa cuando Nick la alcanzó.
La hizo girarse para que lo mirase a los ojos. No dijo nada. Se limitó a besarla apasionadamente. Sus labios estaban duros y le exigían una respuesta a pesar de su enfado. Ella apretó el cuerpo contra el de él instintivamente.
Nick metió la mano debajo de su abrigo y Miley no se dio cuenta de lo que estaban haciendo hasta que no sintió sus dedos sobre la piel. Se apartó de él.
—Para.
Él la besó en el cuello, ya que Miley le negaba sus labios.
—Hablo en serio. Para ya.
Nick hizo lo que le pedía, tenía la respiración entrecortada.
—Necesito tiempo para pensar. Y me parece que tú también —dijo Miley. Él dio un paso atrás y se pasó la mano por el pelo.
—Vale. Tienes razón —fue hacia su coche—. Mañana te llamo.
Miley asintió. No podía hablar. Tenía un nudo en la garganta. Lo vio alejarse, estaba hecha un manojo de nervios. Nick se detuvo al llegar a la puerta del conductor.
—¿Miley?
— ¿Sí? —susurró ella, pero Nick la oyó.
—La emoción era mutua.
Y se marchó.

Nick terminó de echar de comer a los caballos y luego volvió hacia la casa. Estaba deseando ir a ver a Miley, pero no podía hacerlo. La había llamado por teléfono esa mañana, imaginando que habría tenido tiempo de pensar en su relación. Había tenido toda la noche. Pero era evidente que no la había pasado pensando en lo suyo. Había tenido la desfachatez de decirle que había dormido, y muy bien. Nick se frotó los ojos cansados.
Él no había dormido. Había pasado toda la noche atormentándose con la imagen de Miley subida en la encimera de los Miller. De Miley deshaciéndose en sus brazos. Y del dolor que había visto en su rostro cuando había creído que él había quedado con Delta. Todavía podía sentir sus labios. Seguía recordando cuál había sido su reacción cuando él había sugerido que siguiesen la recomendación de John para protegerla de los chismorreos. No podía dejar de ver el recelo con el que lo había mirado antes de decirle que ambos necesitaban tiempo para pensar en su relación.
¿Por qué se había ofendido tanto la noche anterior? Él sólo había intentado protegerla. ¿Y por qué le había costado tanto reconocer que su relación había cambiado? No le gustaba que Miley necesitase tiempo para pensar. Ni que se hubiese negado a verlo hasta que no se sintiese preparada.
Debería estar preparada.
Qué diablos. Había tenido todo el día. Iba a ir a verla y a hablar con ello. Además, tenía que contarle que habían ido a buscar a Bud. Podía llamarla por teléfono para decírselo, pero prefería hacerlo en persona.
Lo que no pensaba contarle a Miley era que esa misma mañana, después de colgarle a ella, había hecho otra llamada. Había llamado al señor Cyrus y le había leído la cartilla. Ya era hora de que los Cyrus empezasen a tratar a Miley como a una hija y no como a un accidente. El padre de Nick era demasiado obstinado como para prometerle cambiar sus planes, pero Nick sabía que las cosas que le había dicho lo habían hecho reflexionar. Le sorprendería que los padres de Miley no fuesen a pasar con ella la Navidad, pero prefería no decirle nada a Miley para evitar volver a hacerle daño.
Entró en casa sin molestarse en cerrar la puerta de atrás. Fue a buscar las llaves de su coche, que estaban colgadas al lado de la puerta principal y entonces oyó unos neumáticos en la nieve. Quizá Miley hubiese entrado en razón. Miró por la ventana. Ante sus ojos apareció el elegante coche de Delta. Se detuvo a unos metros de la casa.
Maldición. Se había olvidado de aclarar las cosas con ella. Descargó su frustración con un par de palabras malsonantes y salió fuera.
—Hola, Delta.
Ella salió del coche con sus botas de tacón alto y le lanzó una sensual sonrisa.
—Hola. He salido temprano de trabajar y en vez de irme directa a casa he traído aquí la cena. Para arreglar lo de la otra noche, ya sabes.
—Mira, tengo que decirte algo.
Ella tiritó de frío.
— ¿Te importa decírmelo dentro? Me estoy congelando.
—Claro.
Nada más cruzar la puerta, Delta se empezó a quitar el abrigo, y Nick la ayudó por educación. Las palabras que iba a decirle se le quedaron en la punta de la lengua al ver cómo iba vestida.
Las botas le llegaban sólo al tobillo y el resto de sus piernas estaba cubierto únicamente por unas medias de malla. El vestido que llevaba puesto parecía una enagua. Delta no dejaba de tirarse del dobladillo, tal vez para que Nick se fijase en sus muslos. La parte de arriba se le pegaba al cuerpo y no tenía mangas. Si llevaba sujetador debía de ser casi invisible.
Delta sonrió. ¿Qué estaba pasando allí?
— ¿Te gusta? —le preguntó a Nick.
¿Qué podía contestar él? Sólo podía pensar en que si Miley aparecía en aquel momento, sería hombre muerto.
— ¿No es demasiado fresco para esta época del año?
Delta se acercó a él y le pasó los dedos por el pecho.
—Es mi ropa de trabajo. De todos modos, cuento contigo para que me des calor.
Él retrocedió a toda prisa, antes de que a Delta se le ocurriese hacerle algo más. Se puso nervioso sólo de pensarlo.
—Voy a encender la calefacción.
Ella rió seductoramente y le desabrochó el botón más alto de la camisa de franela con manos temblorosas.
Nick retrocedió y se escapó por el pasillo. No era fácil rechazar a una mujer. Aquello iba contra las normas de cortesía que su padre le había enseñado en el trato con las féminas. Se quedó mirando el termostato como un idiota, olvidando a qué había ido allí, además de para escaparse de Delta. Respiró hondo varias veces y se recordó que era un hombre y que tenía la situación bajo control.
Lo cierto era que, con las mujeres, los hombres nunca solían tener las cosas bajo control.
Volvió hacia la cocina y se detuvo en la oscuridad. Delta había apagado las luces y había encendido dos velas.
— ¿Qué…? No podemos cenar juntos, lo siento mucho. Iba a marcharme justo cuando has llegado.
Ella dudó un segundo, pero luego volvió a sonreír.
— ¿No puedes aplazar lo que tuvieras que hacer?
—Tenemos que hablar —dijo él retrocediendo para dar la luz.
Delta parecía dolida por el rechazo.
Nick tocó la pared con el hombro y buscó desesperadamente el interruptor de la luz. Por fin lo encontró. La cocina volvió a iluminarse.
Delta parpadeó ante la brillante luz del fluorescente. Parecía cansada… y triste.
Nick odiaba tener que decirle aquello.
—En primer lugar, nunca debí pedirte salir.
— ¿Estás saliendo con otra persona?
—No exactamente —no hasta que Miley no decidiese lo contrario—. Pero me gustaría salir con otra persona.
—Oh. Siento haberte malinterpretado. Las rosas…—suspiró—. Ya sabes.
—No ha sido culpa tuya.
Ella asintió. Era evidente que estaba de acuerdo con él, y se dio media vuelta para marcharse. Entonces se apagaron las luces y empezó a sonar la alarma contra incendios.
—Maldita sea…
— ¿Qué es eso? —gritó Delta.
—La alarma contra incendios.
— ¿Hay un incendio?
—No —respondió él también gritando. Recordó que la luz se había apagado sola—. Debe de ser un cortocircuito.
Nick oyó que empezaba a salir agua y puso su cerebro a funcionar inmediatamente.
—¡Sal de aquí!
Delta  ya iba en dirección a la puerta, pero no le dio tiempo a salir. Unos segundos más tarde, ambos estaban empapados. Nick fue hacia el teléfono. Tenía que llamar inmediatamente a los bomberos.
Le costó agarrar el auricular con las manos mojadas. Afortunadamente, en el parque de bomberos respondieron enseguida y pudo explicarles que no se le estaba incendiando la casa.
Dejó a Delta en la cocina, ya que allí hacía más calor y salió afuera a buscar el interruptor de emergencia. Consiguió desconectarlo después de seis intentos. Luego volvió a la casa, más tranquilo después de que la alarma hubiese dejado de sonar.
El bendito silencio se vio interrumpido por el ruido de otros neumáticos en el camino que llevaba a la casa.
En esa ocasión, Nick sintió preocupación. Tenía que ser Miley. No le cabía la menor duda. Cuando vio su coche se quedó inmóvil como una estatua, como un hombre preparado para morir. Sólo que no se sentía preparado.
Miley detuvo su coche al lado del de Delta y salió. Primero miró el coche de la camarera y luego lo miró a él, que estaba empapado.
— ¿Qué ha pasado?
—Ha saltado la alarma contra incendios.
En ese momento, Delta hizo su aparición por la puerta. Se le había corrido el rímel, tenía el pelo mojado y aplastado y miraba a Nick como si hubiese puesto en marcha la alarma a propósito.
No la culpaba.
Miley dejó escapar una exclamación, lo que llamó su atención y la desvió de la otra mujer. Se volvió para mirar a Delta.
—No sabía que tuvieses compañía —habló con normalidad, aunque el dolor se reflejaba en sus ojos—. Sólo venía a decirte que Avan va a venir a recoger al loro mañana. Al menos hemos sacado algo positivo de todo lo de ayer.
¿Acaso quería decir que el cambio que había habido en su relación no le parecía bueno? Nick no podía aceptar aquello.
—No es lo que parece. No sabía que Delta fuese a venir.
Miley no dijo nada. Se dio la vuelta para marcharse, pero él la agarró del brazo.
—De verdad, Miley. Iba a ir a verte cuando llegó.
Se volvió hacia Delta:
—Díselo tú —le pidió.
—Así que se trata de ella, ¿verdad?
Él suspiró.
—Sí.
Delta miró a Miley a los ojos.
—Te está diciendo la verdad. He venido sin avisarlo. Me sentía mal por cómo había transcurrido todo la otra vez y no sabía que estuvieseis juntos. Si eso te hace sentir mejor, que sepas que Nick me ha dejado claro desde el principio que no estaba interesado en mí. Yo no quería hacer daño a nadie. Lo siento.
Miley se relajó en parte, pero siguió intentando zafarse de Nick. Él la dejó ir.
Ella fue hacia el coche.
—¿Miley?
Aquello sonó a ruego, pero a Nick le daba igual.
—Llámame cuando no tengas otros compromisos —se subió al coche y se marchó. Delta suspiró.
—No pretendía causaros problemas. Si lo hubiese sabido no habría venido. De todos modos, no debería haber venido.
—Ya lo arreglaremos —eso esperaba—. Siento que me hayas malinterpretado.
Ella se encogió de hombros.
—Son cosas que pasan. Pero si yo fuese tú, no iría por ahí regalando flores, en especial rosas, si estás saliendo con alguien.
—Tienes razón.
Lo que no sabía era si la mujer a la que quería regalarle flores las aceptaría.




4 comentarios:

  1. oowww coraazonziitho mooshaaa
    espero que andss supper haappyy jejej ok yo ando
    happy happy super haapyyy oow que habre comiido ehh ooww jejejej buenoooo mmm olvide lo que iba a escribiir asiiiiiiME SUPER ENCAANTHO EL CAPII COMO SIEMPRE CORRAAAZOOOONNN recuperate prontiiiz prontiiz esiiitoos y abraziiiines
    byeciitho cuidathe te supeer megaa quelooooo

    ATT: TU SARIIIZ ♥♥♥♥

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  2. Awww me super encanto el capitulo :D, Completamente Genial. Me encanto enserio. Siguela pronto. Cuidate, besos ♥

    ♪Last time around ♫

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  3. mi sis peshoshaaaaaaaaaaaaaaaaaa POR FIN puedo comentarrrr :D ameeeeeeeeeeee el cap y tu sabes que amoooooooooo esta noveeeee :D sube pronto mi sis peshosha :D te quierooooooooo con todo y corazon :D

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  4. haha me encanta tu nove :D pasate y lee la mia :D http://dreamwithniley.blogspot.com/

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