hola chicas ak les dejare unos cap... un beso grande..
— ¿Eudora
Givens te ha echado de casa tan cerca de la Navidad? —preguntó en tono
condenatorio Paul Jonas. Aunque Miley notó cierta falsedad en su voz.
Lo
observó e intentó averiguar por qué le daba la sensación de que en el fondo
estaba satisfecho. Denise y él habían llegado desde Portland una hora después
de que Nick y ella llegasen al rancho y Nick acababa de contarles lo de su
desahucio.
—No
puedo creerlo.
Miley
sonrió a Denise.
—Los
perros grandes le dan miedo, y odia los roedores. Casi se muere del susto
cuando se encontró con Bud en el
baño.
— ¿Bud? —inquirió Paul divertido—. ¿Y dices
que es un hámster?
— ¿Y
te lo dio Nick? —continuó Denise.
Miraba
a su hijastro con el ceño fruncido. Éste se ruborizó.
—Sí
—admitió él sintiéndose culpable.
—El
hámster no habría sido un problema si no hubiese tenido otros cuatro animales
más en casa.
—Podrías
haber tenido todos los animales que hubieses querido si hubieses accedido a
alquilarle tu antigua casa a Nick —comentó Paul sacudiendo la cabeza al tiempo
que se sentaba en el sofá, cerca de Denise.
Miley
dio un tragó al café que Denise había llevado y había insistido en preparar
nada más llegar. El sutil sabor a canela la embriagó mientras se preparaba para
defender su postura. No quería aceptar la caridad de Nick.
—No
puedo permitirme alquilar una casa como ésa.
Paul
la miró. Aquella mirada era tan parecida a la de Nick que Miley no pudo evitar
sonreír por dentro.
—Nick
no te habría cobrado más de lo que pudieses permitirte. Y todavía se habría
puesto más contento si hubieses aceptado que te regalase la casa, que era lo
que quería desde el principio.
—Un
perfume caro es un regalo, una casa no lo es.
Nick
frunció el ceño.
—Miley
no quería la casa.
Ella
contuvo un suspiró. Nick estaba equivocado. Claro que quería la casa, y la
seguridad que ésta representaba, pero tenía que demostrarse a sí misma que
podía salir adelante sola. Sus padres le habían dado rienda suelta, no podía
esperar que los Jonas se ocupasen de ella.
—Es
verdad, Paul. Deja en paz a la chica. Es independiente —dijo Denise. Paul se encogió de
hombros.
—Es
independiente y cabezota, pero yo estoy seguro de que Nick se hubiese sentido
mucho mejor si Miley hubiese aceptado la casa. Se sintió fatal después de
recomendarle a Cyrus que vendiese.
Miley
sintió que se le hacía un nudo en el estómago.
— ¿Le
dijiste a mi padre que vendiese el rancho?
Nunca
se lo había contado. Ni su padre tampoco. Aunque en el fondo no le sorprendía.
—Sí.
— ¿Y
también le recomendaste que lo hiciese sin consultarlo conmigo? ¿Sin que me
diese la oportunidad de convencerlo de lo contrario?
Nick
hizo una mueca.
—No,
no le dije que no te lo contase. Pero, de todos modos, ¿qué habrías dicho? Tú no
podías llevar el rancho sola.
Paul
la miró con interés y Denise con lástima.
— ¿Y
tú qué sabes?
La
expresión de Nick lo decía todo. Lo sabía tan bien como lo había sabido su
propio padre.
—Venga,
Miley. Nunca has querido ser una ranchera. Eres profesora y te encanta tu
trabajo. ¿Eres capaz de decirme que serías más feliz intentando llevar el
rancho?
Claro
que no. Pero ésa no era la cuestión.
—Si
mi hermano no hubiese muerto mi padre no habría vendido el rancho sin
consultárselo a él antes.
Nick
suspiró.
—Si
tu hermano no hubiese muerto, tu padre nunca habría vendido el rancho. Pero…
—Pero
mi hermano murió —lo interrumpió ella—, y mi padre tenía que cargar conmigo. A
mí no me gustaba ser la hija de un ranchero y él sabía que fracasaría si
intentaba llevar el rancho.
Miley
sintió un dolor infinito. Siempre había deseado que su padre la aceptase
incondicionalmente, pero no lo había conseguido. Y por si aquello no era
suficiente, acababa de enterarse de que Nick había participado en la
experiencia más dolorosa de su vida: el rechazo final por parte de sus padres.
Habían
vendido la casa en la que ella se había criado, habían comprado un terreno en
Arizona y sólo se lo habían contado cuando ya estaba hecho.
Nick
la miró fijamente a los ojos.
—Cuando
tenías seis años, intentaste salvar a una vaca a la que considerabas tu amiga
para que no la vendiesen. A los nueve, enterraste los hierros de marcar en el
jardín. A los trece, abriste las puertas del corral en el que estaban los
ejemplares que iban a ser sacrificados. Te hiciste vegetariana con dieciséis y
te negaste a venir durante las vacaciones de primavera el primer año de
universidad porque coincidían con el rodeo.
Miley
no pudo negar nada de aquello. Nick
suspiró, sus ojos reflejaban un dolor que Miley no comprendía.
—Esto
no tiene nada que ver con un fracaso. Tu padre quería que fueses feliz y no lo
habrías sido trabajando en un rancho.
Nick
se puso en pie y se acercó a ella. Parecía que fuese a tocarla. Miley no lo
soportó. Se levantó de un salto.
—Tengo
que ir a la casa. Se me ha olvidado envolver un par de regalos —y necesitaba
tiempo para pensar, para aceptar el papel que Nick había desempeñado en la
decisión de su padre—. Voy a dejar aquí los gatos por el momento, si no os
importa.
Nick
alargó la mano para detenerla, pero Miley la esquivó y salió de la habitación.
FIGHT D: subes otro? porfavor! :D TE LO AGRADECERÍA MUCHO :') :DD
ResponderEliminarAHH ME ENCAANTO SIIS SUPER AHH OTRO OTRROO
ResponderEliminaraaaaahhh!!! siis! sube otro! pliiis!
ResponderEliminarjeje k temperamental es MIley! jaja!
la amooo jaja!
espero el siguiente
pliiisss subelo pronto!!!
te kiiiero chiik!
kuidathe =D