" Innocence and Desire " Cap 21

Miley nunca había estado en el estudio de Nick y no pudo evitar sonreír porque, definitivamente, tenía un aire de lo más náutico.

Maisie le preparó un té y Miley se lo tomó encantada y no pudo evitar cerrar los ojos y dejarse llevar por el sueño. Media hora después, se despertó y se encontró con que Nick se había sentado en el borde del sofá y la estaba mirando.

Miley se quedó mirándolo también y se dio cuenta por la intensidad de su mirada de que Nick la seguía deseando.

«Me mira como me miraba antes de hacer el amor. ¿Acaso no he sido yo la única que ha sufrido la separación física? ¿El también se acuerda de lo que compartimos en cabo Gloucester? Y yo convencida de que se había olvidado de mí...».

En ese momento, sonó el teléfono y Nick se levantó para contestar.

—Maisie, ¿qué demonios pasa? —dijo molesto. A partir de entonces, la conversación transcurrió en monosílabos.

—Muy bien, ¿te importa llevar tú a Miley a casa?

Miley enarcó una ceja.

—Ha llamado Demi. Por lo visto, mamá está muy mal y los médicos no creen que sobreviva más de dos días —le explicó Nick.

—Lo siento mucho —dijo Miley sinceramente—. ¿Y vas a tomar un avión a estas horas de la noche?

—No, pero, como los primeros vuelos de la mañana están vendidos, iré en coche. Si me voy ahora mismo, llegaré a primera hora de la mañana. Lo siento.

—Por mí, no te preocupes, pero ten cuidado en la carretera.

—Lo tendré —contestó Nick tomándola de la mano—. Tú cuídate también.

En ese momento, el bebé se movió y Miley tomó la mano de Nick y la colocó sobre su vientre. Nick se quedó estupefacto.

— ¿Eso sucede muy a menudo?

—Últimamente, sí —contestó Miley con una sonrisa trémula en los labios—. Por lo visto, él o ella va a ser un gran gimnasta, como sus padres...

En ese momento, Maisie carraspeó discretamente a sus espaldas.

—Demi al teléfono de nuevo —informó.

Durante los siguientes días, Miley no pudo dejar de plantearse que, si Nick seguía deseándola estando embarazada de ocho meses, era porque entre ellos había algo más que deseo físico.

¿Acaso se había precipitado negándose a casarse con él? Pero, ¿cómo iba a saber que la quería? Había disimulado muy bien.

Iba pensando en ello mientras avanzaba por la acera en dirección a la consulta de su médico y no se dio cuenta de que un hombre se cruzaba con ella, giraba sobre sus talones y la seguía de repente.

—Un momento, usted y yo nos conocemos de algo —dijo el desconocido agarrándola de la muñeca.

Miley parpadeó y lo miró confusa.

—Cuando nos conocimos, no estaba usted embarazada y solamente llevaba unos vaqueros y un sujetador. Fue en un cobertizo, en compañía de Nick Jonas, dijeron ustedes que estaban intentando salir por el tejado... aunque yo nunca me creí esa historia.

Con horror, Miley reconoció al periodista que acompañaba al detective privado aquella noche.

—Suélteme ahora mismo —le dijo zafándose de su mano y apresurándose a entrar en la consulta de su médico, que estaba situada a tan sólo unos portales de distancia.

Una vez dentro, suspiró aliviada y llamó a Maisie para que la fuera a buscar por si a aquel indeseable se le ocurría esperarla a la salida.

Lo primero que hizo fue preguntarle si sabía algo de Nick.

—Me acaba de llamar para decirme que su madre ha muerto esta mañana. Por lo visto, ha sido una muerte serena.

—Por favor, envía mi más sentido pésame a la familia —contestó Miley explicándole a continuación lo ocurrido.

—No te preocupes, voy a buscarte. Dime dónde estás y espérame ahí —contestó Maisie tan solícita como siempre.

Tras colgar, Miley se dio cuenta que se había equivocado de planta, se giró y, justo en ese momento, un niño que venía corriendo huyendo de su madre chocó contra ella.

El pequeño se levantó sin problema, pero a Miley, que no estaba tan ágil como normalmente, se le dobló un tobillo y cayó al suelo golpeándose la cabeza con fuerza y desmayándose.