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miércoles, 11 de mayo de 2011

"♥" RINGS OF WEDDING "♥" Niley"♥ Cap 17


Hola chicas ak por fin puedo subir Cap jeje bue es un poquito largoo y si puedo subo otro jeje, este se lo dedico para Belencita Riquelme que se lo prometii  y para Valee jeje ;) buee...chicas un besooo grandee y se m cuidan he!! las kierooo muchooo... espero q comenten.. :) bye.. 

Pero él no podía saber exactamente lo que era el amor. Nunca había estado enamorado. Estaba seguro de que no amaba a Demi Lovato, pero no podía decir lo mismo de Miley Cyrus. Había algo en ella que desafiaba a la lógica. Era una mujer muy excitante, que tenía la habilidad de desatar su lado más apasionado, una faceta de su carácter que desconocía hasta entonces.
-— ¿Vienes?
Nick salió de su ensimismamiento y se dio cuenta de que Leroy le estaba esperando en la puerta que llevaba al cuarto.
—Sí, ya voy.
Había una mesa en el centro de la habita­ción. Nick se sentó al lado de Leroy y sonrió al resto de los jugadores según se los iba presen­tando el dueño del local. Sus nombres eran Darnell, el primo mayor de Leroy; Euby, otro primo; y Breezy, un vaquero alto y delgado.
Nick conocía las reglas del póquer, pero mientras se repartía la primera mano, Leroy le puso al día de las normas de la mesa.
Perdió la primera mano con una triste pareja de treses. Después de eso, su suerte cambió y empezó a ganar. Su experiencia en los negocios le sirvió para jugarse algunos faroles. Así que comenzó a juntar un buen montón de dinero. Pero pronto, la suerte volvió a cambiar y perdió casi todo con Darnell.
Mientras jugaban, hablaban de deportes y de su trabajo. Después de varias cervezas, empeza­ron a hablar de mujeres y, más concretamente, de la mujer de Nick.
—Apuesto a que es una de esas mujeres mo­dernas —dijo Leroy—. ¿Cómo se hacen llamar?
— ¿Feministas? —dijo Nick.
—Sí, eso es. Esas mujeres quieren que recoja­mos la ropa sucia, saquemos la basura y baje­mos la tapa del retrete. ¿Te pide que hagas ese tipo de cosas tu mujer?
—No estoy seguro. Todavía no he convivido con ella. Nos casamos en Nochevieja. Así que todavía no nos conocemos demasiado bien.
—Ya tendréis tiempo de conoceros —dijo Leroy.
—No. Vamos a divorciarnos. Ésa es la razón por la que nos dirigimos a México.
— ¡Oh, vaya! —intervino Darnell—-. Ya tiene que ser mala pata que te divorcies tan rápida­mente. Creía que Leroy tenía el récord del ma­trimonio más corto. Uno de ellos sólo le duró tres semanas.
Nick sacudió la cabeza, luego pidió tres cartas.
—No sé, estar casado no está tan mal. Puede llegar a ser divertido —dijo, mirando las cartas y apostando tres dólares.
— ¿Qué pasa, que es buena en la cama?
—Bueno, la verdad es que todavía no nos hemos acostado. Al menos, que yo recuerde. Aunque eso daría lo mismo. Quiero decir, que yo amo a Miley por lo que...
— ¿Has dicho que la amas? —preguntó Leroy.
Nick dejó las cartas sobre la mesa y se frotó tos ojos.
-—¿He vuelto a decirlo? Pero, ¿por qué demo­nios... ? Debe de ser la cerveza.
—-Sí, claro —dijo Leroy—. Culpa a la cerve­za.
Siguieron jugando hasta después de que el local cerrara. Nick, a pesar de las protestas de sus compañeros de juego, bebió menos que ellos. No quería perder la cabeza. Y cuando de­cidieron acabar la partida, él iba ganando tres­cientos dólares.
Ya estaban todos levantándose cuando él arrojó su dinero al centro de la mesa.
—Necesito un vehículo —dijo, quitándose luego el reloj y dejándolo encima del dinero—. Este reloj vale dos mil dólares. ¿Alguno quiere jugarse su coche contra esto a una mano?
Los otros se miraron entre sí hasta que Leroy se sentó de nuevo a la mesa.
—Yo tengo una furgoneta —dijo—. Una Ford del 83 con ciento cincuenta mil millas. La llevé a arreglar el año pasado y va bien, aunque no creo que valga tanto como lo que tú estás apostando.
—Eso da igual —dijo Nick, echándose ha­cia atrás mientras barajaba las cartas—. Reparti­ré cinco cartas a cada uno y la mejor mano gana.                                                          
Dio las cartas boca abajo. Cuando levantó su jugada, no estaba seguro de si prefería ganar o perder. Si conseguía esa furgoneta, significaría que podrían continuar su viaje a Atóxico para obtener el divorcio. Si perdía, tendrían que que­darse otra noche en el motel y eso significaría otra oportunidad de ver lo que podía ocurrir si dormían juntos en la misma habitación.
Enseñó las cartas sin verlas, recordando la apuesta en el ascensor. Aquel juego había sido arriesgado, pero no tanto como el que estaba a punto de resolverse..
Cuando Miley se despertó a la mañana si­guiente, estaba sola en la habitación. El otro lado de la cama estaba sin deshacer y la camise­ta del Happy Jackrabbit estaba donde la había tirado; Nick se había marchado y no había vuelto.                                                             
Lo primero que pensó fue que la había abandonado, pero inmediatamente deseché la idea. Nick nunca haría una cosa así. Se tomaba muy en serio su papel como marido, por lo me­nos fuera de la cama.                     
Le vino a la mente la noche anterior. No sa­bía si sentir alivio o rabia por haber parado en el momento en el que lo hicieron. Nunca había perdido el control como entonces. Había cono­cido a otros hombres en su vida, pero siempre de acuerdo a sus propias reglas. El sexo había sido interesante, incluso excitante, pero nunca algo tan poderoso que la hubiera hecho perder los papeles. Con Nick, sin embargo, no podía resistirse.
Se puso boca abajo y se tapó la cabeza con la almohada. Las palabras de Nick le venían a la mente una y otra vez. «Miley, te quiero».
Por lo menos estaba segura de lo que quería decir. A los hombres siempre les resultaba difí­cil diferenciar entre amor y deseo. «Te quiero» en realidad significaba «Quiero hacer el amor contigo». No tenía nada que ver con los senti­mientos. Nick necesitaba su cuerpo, no su co­razón y su alma. Un hombre como Nick era in­capaz de amar a nadie.
Miley salió de la cama y se metió en el baño. Cuando vio su imagen en el espejo, soltó un gemido. Se había ido a la cama con el pelo mojado y tenía un aspecto horroroso.
Se dio una ducha rápida y se vistió. Cuando abrió la puerta de la habitación, la luz brillante de media mañana le hizo entornar los ojos. Una vieja furgoneta estaba aparcada al otro lado de la calle. Al mirar dentro, por la ventanilla abier­ta, vio a Nick tumbado en el asiento delantero con los ojos cerrados.
Por un momento, pensó en dejarle dormir. Parecía exhausto.
—¿Nick?
Éste no abrió los ojos, así que Miley entró en la cabina y le sacudió el pie.
—¡Nick!
Entonces, él abrió los ojos, tapándoselos con la mano inmediatamente después para bloquear la luz del sol. Al verla, gimió.
—Vete —murmuró.
Ella sonrió. Estaba increíblemente guapo por la mañana, con ese aspecto despeinado y adormilado. Una sombra negra oscurecía su mandí­bula. Miley pensó que era el tipo de hombre con el que pasaría lo que restaba de mañana en la cama.
— ¿Has dormido aquí toda la noche?
—No toda la noche. Sólo desde las tres.
— ¿No crees que es mejor que salgas de la furgoneta antes de que el propietario te vea?
—Yo soy el propietario —aseguró, girándose para buscar una posición más cómoda.
— ¿Es tuya?                                                                  
—La gané al póquer en el Happy Jackrabbit —le enseñó el papel que lo demostraba-?-. Es legal. Ahora es nuestra. Ha pasado a ser otra de nuestras posesiones comunes.
Miley parpadeó.
—No sabía que jugaras al póquer.
—Yo tampoco, pero cuando bebes suficiente cerveza, te crees que puedes hacer cualquier cosa que te propongas. Además, es sólo un juego
 de probabilidades matemáticas. Y ahora, ¿me dejas tranquilo? Me duele la cabeza y quie­ro dormir.
 Miley abrió la puerta de la furgoneta y ayudó a Nick a sentarse.
—Vamos, cuando te des una ducha te senti­rás mucho mejor.
—-Nunca me he sentido mejor —replicó Nick al bajarse.
Miley le rodeó la cintura con un brazo y lo ayudó a entrar en la habitación. Él se agarró de su cintura, haciendo sentir a Miley un escalofrío por todo el cuerpo.
— ¿Qué te ha pasado en el ojo? ¿Te peleaste?
Parpadeando, Nick se tocó la mejilla.
—-Me diste un golpe noche—explicó.
— ¿En... en la cama?
—No, cuando te saqué del bar. Me diste con el codo.
Miley sacudió la cabeza. -«-N0 sé cómo me aguantas.
—Yo tampoco. Creo que debo tener una vena masoquista. Esta resaca es prueba de ello.
Miley dejó a Nick sentado en la cama y fue al baño a abrir la ducha. Cuando volvió, Nick ya se había quitado la camisa. Ella contem­pló sus hombros anchos y su cintura estrecha. La perfección de su cuerpo la dejó sin aliento durante unos minutos. Imaginó que tocaba su piel y que jugaba con el vello que corría desde la clavícula al vientre. Antes de que se marcha­ran a Las Vegas, jamás había pensado en él como un hombre sexy, pero medio desnudo, con el pelo revuelto y los ojos adormilados, le pareció el hombre más atractivo que hubiera conocido nunca. Miley forzó una sonrisa. Luego, miró hacia otro lado.
— ¿Qué pasa? —preguntó él.
—Nada.
Nick tiró la camisa sobre la cama.
—Voy a darme una ducha y prefiero hacerlo sin ropa. Si te molesta, será mejor que te vayas.
Miley dio un suspiro.
—Sí, será mejor —dijo, yendo hacia la puer­ta.
Justo cuando iba a salir, se dio la vuelta y se fijó en que él la estaba mirando con los ojos bri­llantes. Miley no necesitaba preguntarle en qué estaba pensando.
—En... en cuanto a lo de noche—em­pezó a decir ella—. Yo, no quería...
Nick se frotó el pecho distraídamente con los ojos fijos en el rostro de ella. Miley sintió deseos de aferrarse a sus brazos, de dejarse lle­var por el deseo que había surgido el día ante­rior entre ellos, de explorar cada rincón de su cuerpo con la lengua. Pero ambos tenían los pies en la tierra.
Una sonrisa despreocupada apareció en los labios de Nick.
—Yo tampoco. Simplemente, nos entusias­mamos.
—Exacto —admitió Miley, asintiendo—. Después de todo, ¿cómo íbamos a poder;.. ?tragó saliva—. Ya sabes, sentir eso. Apenas nos conocemos lo suficiente para gustarnos, y mu­cho menos... ya sabes.
—¿Para amarnos?
¡Ya estaba dicho! Él había dicho la palabra que ella había estado tratando de evitar. Sin ser dicho, resultaba ridículo. Nick Jonas enamorado de Miley Cyrus y Miley Cyrus loca por Nick Jonas. Pero dicho en voz alta, no resultaba menos real o ridículo.
—Será mejor que te duches —sugirió—. Te­nemos que llegar cuanto antes a México, así po­dremos volver a Chicago para que tú anuncies tu compromiso con Demi.
Ése era otro tema que había tratado de evitar cuidadosamente. Miley había imaginado lo que significaría la vuelta a Chicago. Sabía que tendría que explicar su comportamiento a su mejor amiga y esperaba que ésta lo entendiera. Pero lo malo era que ella tendría que basar su defensa en que pensaba que Nick no era el hombre adecuado para Demi.
Sin embargo, aquellas treinta y seis horas le habían demostrado a Miley que estaba equi­vocada. Nick Jonas era un hombre del que cualquier mujer se enamoraría. Y esperaba que Demi no malinterpretara sus motivos. ¿Creería que ella se lo había querido quitar?
—Mientras te duchas, iré a la tienda para traer algo de desayuno.
—Date prisa —dijo Nick—. Espero que po­darnos llegar esta noche a Tijuana.
Miley asintió y salió apresuradamente de allí. Después de cerrar la puerta, se detuvo y tomó aliento. Por más que lo intentaba, no po­día dejar de pensar en que había cometido un error con Nick y Demi. Nick era un hombre apasionado, había quedado demostrado la no­che anterior. Pero una persona que no cono­ciera nunca podría haber pensado aquello de él.
Una imagen de Demi y Nick juntos la asal­tó y tuvo que hacer grandes esfuerzos para su­perar los celos. Él era el prometido de Demi. La única posibilidad de arreglar las cosas era di­vorciándose. Si él de verdad quería volver con Demi, tendría que dejarle marchar. Pero, ¿cómo iba a poder hacerlo si lo amaba?
Miley se dirigió al aparcamiento. El viento fresco de la mañana se pegó a su falda y jugó con su pelo. De día, Skull Creek parecía mucho más pequeño y abandonado todavía que por la noche. El Happy Jackrabbit estaba cerrado. Miley se preguntó quién habría ganado los dos mil dólares del concurso.
Mientras caminaba por la calle central, no pudo evitar desear quedarse un poco más de tiempo allí. ¿Cómo habría sido posible que un mal jugador como Nick fuera capaz de ganar una furgoneta al póquer? Quizá fuera el destino el que les había enviado el transporte. Proba­blemente eso significara que tenían que llegar a México cuanto antes y divorciarse.
Miley se dio la vuelta y se quedó mirando el motel. Luego, desvió la mirada hacia la furgo­neta que los llevaría a México para divorciarse. Una sonrisa débil apareció en sus labios cuando se le ocurrió la idea. Aquella furgoneta era el único obstáculo entre Nick y ella. Quizá no fuera capaz de manejar a Nick Jonas, pero desde luego podía ganar la batalla con esa fur­goneta.
—Estoy tratando de salvar mi matrimonio — murmuró—. Y en la guerra y en el amor, todo está permitido.

9 comentarios:

  1. AY NO... ¿Que va a hacer esta loca?
    me da miedo imaginarlo...
    pero bien lo dijo... en la guerra
    y en el amor todo se vale
    jajaja y gracias x el capi
    pon otro xfis... bueno BYE SIS
    pon otro para saber q locura hace esta
    ahora jajaja BYESITOS

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  2. Me encanta esta nove,
    Es verdad en el amor todo se vale
    Q va a hacer miley,? me dejaste con la intriga!!
    jaja
    Subi otro por fiss
    Besos

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  3. Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!!!!
    Qe LinDa!"!!
    Para zalvar zu matrimonio
    waooo!!!
    Y la viejita puedo azerlez todo ezo
    :S
    qe miedooo!!!
    hahahhaa
    Adore todoz loz qapz!!
    Rezien qomento
    iia zabez xqe
    ;D
    hahah
    orrible una zemana ez para no imaginarze
    hahahah
    Eztuvo zuper
    en la guerra y en el amor todo se vale!!
    Ziiiiiiiiii!!
    hahaha
    qe eztara pazando qon Jemi
    1313
    hahahha
    Ezpero el proximo!!
    xD
    XOXOXO

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  4. :O:O:O:O:O Nick dijo que la ama... wooowww! síguela pronto! :D

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  5. aaahhhhh!!
    me encaanto el capi
    sis y encerio te extrañe muchisisisisisisisimoo
    aahhh te quiero sis

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  6. ay por fin te puedo dejar mensaje anoche no em dejaba.... =(
    graciassssssssssssssssssssssssssssssssssss
    por dedicarme el capitulo
    esta terrible de bueno
    ay si estos dos se aman por que no se lo dicen... jijiij
    en fin esperando que ira a hacer la miley
    me imagino algo que podria hacer jijijiij
    ojala le resulte
    total en el amor todo vale
    cierto..... ???
    ayayayyaya ya espero con ansias el siguiente capitulo joajoajoajoa va estar buenisimo

    y de nuevo gracias por acordarte de mi
    saluditos

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  7. aaaaaaaa
    me encantooo
    esta genial!!
    sube prontoooo
    Plisss!!
    XD

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  8. wow q ara miley a esa fugoneta (como sea)
    esa loquita jaja
    sube pronto
    cuidate bye

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