"♥" RINGS OF WEDDING "♥" Niley"♥ Cap 11

hola chicas ak les dejo otro cap espero q les gustee las re mil quierooo
perdon... ya lo corregi al cappp no m di cuanta... gracias Katty x habisar... t kieroo muchooo :P

Miley se abrazó al sentir el aire fresco.

—Estás temblando —murmuró Nick, qui­tándose su chaqueta y poniéndosela sobre los hombros. Luego, la giró hacia él, pero ella apar­tó la mirada. Él le levantó la barbilla y la obligó a mirarlo a los ojos.

Por un momento, sintió la tentación de be­sarla, pero finalmente se controló. No se iba a dejar llevar por la atracción física.

— ¿Qué quieres de mí?

—Nada —contestó ella.

—Miley, tenemos un largo viaje por delan­te. Calculo que nos quedan más de cuatrocien­tas millas, así que deberíamos hacer las paces.

Ella se echó hacia atrás y se mordió el labio.

—Es que a veces me sacas de quicio.

— ¿Por qué? ¿Por la ropa? ¿O fue por lo de los extraterrestres?

—Por nada de eso. ¡Es por el hecho de que estés tan ansioso de divorciarte de mí! Estás de­seando llegar a México. ¿Es que te resulto tan aborrecible?

Nick dejó caer la mandíbula.

— ¿Y es por eso por lo que estás enfadada?

— ¿Qué mujer no lo estaría? Ya sé que nues­tra boda ha sido algo extraña, ya sé que estabas bebido, pero me pediste que me casara contigo y yo acepté. Así que soy tu mujer y deberías ser un poco más amable conmigo.

Nick respiró hondo y trató de ponerse en su lugar. La verdad era que no estaba siendo muy amable con ella, pero Miley tampoco había dado muestras de tenerle ningún aprecio. Así que pensaba que ella estaría tan deseosa de di­vorciarse como él.

—Está bien, lo siento. Sé que he sido muy brusco contigo.

—Tienes motivos para serlo.

En ese momento, Nick no supo qué fue lo que exactamente se apoderó de él, pero no pudo evitar la tentación de besarla. Fue un beso educado al principio, pero como ella no lo de­tuvo, él tampoco lo hizo. Presionando los labios de Miley con su lengua, consiguió que abrie­ra la boca.

Al sentir su sabor, casi perdió el sentido. Nick la sujetó por la cintura y la apretó contra él. Todo a su alrededor desapareció. Metió las ma­nos por debajo del vestido de ella y pudo sentir la suavidad de sus senos.

Ella gimió suavemente y el sonido lo devol­vió a la realidad. Apartó sus manos de ella. También dejó de besarla. Sabía que, en caso contrario, no podría contenerse y estaban en medio de una multitud de turistas con sombre­ros de papel de estaño.

Miley se aclaró la garganta y después lo miró con una sonrisa de preocupación en sus labios.

—Increíble —murmuró ella.

—Sí, ha sido estupendo.

Ella se sonrojó y se dio la vuelta.

—Me refería a la presa.

—Oh, claro, la presa —repitió él, encogién­dose de hombros.

A él esa presa le daba exactamente igual. Lo único que deseaba era seguir besándola, pero allí no podía.

—Tengo frío —dijo ella—. Voy a volver al coche por mi jersey. ¿Me dejas las llaves?

Nick se las dio.

— ¿Te acuerdas de que hemos firmado una tregua?

Ella le tendió la chaqueta.

—No voy a robar el coche y a marcharme sin ti, si es eso lo que temes.

—No me refería a eso.

Miley soltó un suspiro.

—Muy bien. Seguimos con la tregua. Al me­nos, hasta que vuelvas a decirme alguna grose­ría.

—Intentaré controlar mi lengua —dijo él con una sonrisa.

—Volveré en unos minutos —Miley se ale­jó hacia el aparcamiento. Nick la observó hasta que desapareció entre la multitud. Pensaba que conocía a Miley Cyrus, pero acababa de darse cuenta de que, bajo su fachada de mujer dura, latía una mujer sensible.

Él la había herido. Se había casado con ella y a la mañana siguiente había decidido divorciar­se. Hasta la mujer más fría se habría sentido he­rida por ello. Y Nick sabía que el corazón de Miley no era tan frío como ella quería aparen­tar.

Tendría que mostrarse más comprensivo con ella. Tenía que recordar que tenía sentimientos.

Pero no quería ni pensar que ella pudiera sentir por él la misma atracción que él estaba empezando a sentir por ella. Porque Nick sabía

que, si se enamoraba de ella, podría controlar sus sentimientos y volver a su antigua vida, pero no estaba seguro de que Miley pudiera hacer lo mismo.

Así que tendría que asegurarse de que ella no se enamorara de él.

Miley se sentó con los codos apoyados en las rodillas y sujetándose la barbilla con la mano. Llevaba escondida en el baño cerca de un cuarto de hora, pensando en lo que estaba ocurriendo entre Nick Jonas y ella.

¡La había besado! Y había sido un beso in­creíble. Miley se llevó los dedos a la boca y suspiró.

Ese hombre la volvía loca. Hacía que su san­gre corriera a toda velocidad por sus venas y que su corazón se desbocara. No quería ena­morarse de él, pero estaba empezando a perder el control de sí misma. En un momento, lo odia­ba, y al siguiente, deseaba caer en sus brazos.

Quizá no debería haber firmado esa tregua. Le resultaba mucho más fácil odiar a Nick Jonas cuando se comportaba como un cana­lla. Calculó mentalmente cuánto tardarían en llegar a Tijuana. Si hacían una media de cin­cuenta millas por hora, tardarían ocho horas en llegar.

Pero eran más de las tres, así que tendrían que parar en un motel a pasar la noche. Y sólo tenían dinero para una habitación. Miley tragó saliva mientras se ponía el jersey de cache­mira que él le había comprado.

Suspiró al sentir el tacto del jersey. No estaba acostumbrada a llevar ropa cara, aunque tenía que reconocer que ese jersey valía su precio. Le sentaba estupendamente y se veía muy guapa con ella. Seguramente así debía parecerse al tipo de mujer que le gustaba a Nick Jonas.

— ¡No sigas! —se regañó—. ¿A ti que te im­porta lo que Nick Jonas pueda opinar?

Con una maldición, Miley salió del baño. Tenía que dejar de pensar en él de ese modo. Nick Jonas era exactamente el tipo de hom­bre con el que su madre quería que se casara, y eso era razón más que suficiente para que ella se alejara, de él.




chicas subire dos cap mas.. x recompensarlas x haberm equibocado jeje las kieroo