- ¿Por qué debo complacerte en todo?
Si a mi no me apetece hacer nada ahora ¿Debería hacerlo?
- Tú sabrás
- Sintiéndolo mucho, ahora no me
apetece -cogió su pequeña cartera y la guardó en el bolsillo del pantalón de
chándal
- Llamaré a alguna persona.
Miley cambió la expresión de su
cara. Lo mataría si lo hacía, pero no tenía motivos para ello, si él quería eso
pues... nada , y mucho menos nadie como ella lo podían impedir.
- Corre, ya estás tardando.
- Miley, ¿Estás... celosa? No me lo
puedo creer. Miley celosa.
- No estoy celosa. Y no quiero que
vuelvas a repetirlo. Nunca podré fijarme en alguien como tú.
- ¿Cómo yo...?
- Sí, como tú. Un imbécil, que se
cree el centro de universo.
- Venga, va. Dilo. Te mueres por mí
- Claro que no. ¿No será al revés?
- Es prácticamente imposible
- Muy seguro estás...
Lo dejó con la palabra en la boca.
La vio marcharse con paso rápido y desaparecer por las escaleras. Aquel día no
se vieron más. Nick tenía libre y era su penúltimo día allí. Salió un rato a
hacer unas compras y cuando volvió solo se dedicó a hacer brazos en el gym del
hotel. Parecía estar nervioso y enfadado. Hacía ya bastante rato que se había
deshecho de su camiseta sudada y la había colgado en una de las barras de la
máquina. Las venas de sus bíceps sobresalían y amenazaban con estallar en
cualquier momento. Se sentó para descansar cuando sus ojos contemplaron a la
nueva aspirante en potencia.
- ¿Nick Jonas? -dijo la chica
parándose frente a él con una toalla en el hombro
- El mismo.
- No creí que te encontraría aquí.
- ¿A qué se debe tu atención?
- No sé, vi una cara bonita y...
quise acercarme para presentarme. Soy Selena -le tendió la mano para saludarle
y Nick lo aprovechó para levantarse y acercarla a él, le dio dos besos
- Nick Jonas, encantado.
Olvidó todo lo relacionado con Miley
y abandonó el establecimiento al lado de aquella chica alta y morena, algo más
regordeta que Miley pero igualmente irresistible.
- A mí también me gustan los coches,
más bien los buenos conductores -confesó la nueva chica insinuante-
- ¿Quieres que te dé una vuelta en
mi coche? Y así me calificas...
- No dudo que seas un muy buen
conductor. Pero si por dar una vuelta es, podrías dármela en otros aspectos.
- ¿Ah si?
Estaban cenando en el buffet del hotel,
y ya iban por el postre. El chocolate que se escurría por el helado le había
hecho recordar la noche anterior con Miley y se había puesto cachondo. Además,
la voz tan sensual de su nueva amiga, comenzaba a inquietarle.
- ¿Tu baño tiene jacuzzi? Porque el
mío sí. ¿Quieres verlo? -dijo ella
- Mmm... Podrías haber empezado por
ahí.
Sin pensarlo ni un segundo más los
dos se pusieron de pie y sin más con templamientos iban derechos a la
habitación. Nick mientras caminaba tras ella iba excitándose con el contoneo de
sus caderas y de su culo. Jodido culo. Ya bastante excitado la agarró por la
cintura y le dio un beso en el hombro. No aguantaría...
Justo entonces un móvil empezó a
sonar. Era el móvil de la chica. Lo cogió y después de disculparse un segundo,
desapareció del pasillo. Nick la esperó durante más de media hora, incluso la
buscó ,pero nada. Volvió indignado a su habitación y antes que otra cosa
prefirió recoger sus cosas y hacer la maleta. Pero la maldita erección no le
bajaba, persistía. Fue al baño y se mojó la cara con algo de agua fría. No le
sirvió de mucho. Corrió la mampara de la ducha y se desvistió. Dejó la ropa
colgada en un perchero y prendió el agua. Estaba más que empalmado y necesitaba
bajarlo de alguna manera. No le gustaba tocarse... y no pensaba hacerlo. No sin
probar su última opción. Desnudo buscó en el bolsillo de su chaqueta su celular
y buscó a Miley... cuando la encontró, le envió un mensaje.
“Deberías venir un rato. No he
dejado de pensar en ti durante toda la noche. Y quiero seguir estando contigo."
Esperó algunos minutos y obtuvo una
respuesta bastante clara.
"Que te la chupe la zorra con
la que has quedado."
Maldijo una y otra vez y se preguntó
mil veces cómo se habría enterado. Había sido muy tonto por su parte haber
cenado en el mismo hotel, ella los pudo haber visto. Así que sintiéndolo mucho,
tuvo que hacérselo él solito. Ni con una, ni con otra, aquello era pésimo, pero
le sirvió para descargarlo todo.
Cuando salió algo más tranquilo,
buscó entre sus cosas, peines, champú, colonia... y encontró algo extraño. Eran
unas braguitas. No le eran conocidas, pero supuso que serían de Miley. Se le
quedarían la noche que lo untó en chocolate y se corrió en su pierna. Emitió un
gemido al recordar aquello y se metió en la cama desnudo. Ya era tarde. Y a
primera hora salía el vuelo hacia NY. La ropa interior de Miley aún en su mano,
durmió con él durante toda la noche, hasta que la mañana siguiente... Miley
llegó para avisarle de que llegarían tarde. Y llegarían tarde...
woow me encanto esta super increible :)
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