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sábado, 25 de junio de 2011

" Broken Rules " Niley Cap 3


holiss perdon x no subir el cap pero noc q le pasa a Blog q aveces no m deja subir la nove pero bue ya pude asi q espero q les guste y comenten... :D un beso muy grande para todas...



Miley llamó al timbre de Nick.
Aquello era una nueva experiencia.
También lo era presentarse por la puerta delantera. Observó el imponente pórtico mientras esperaba que Nick le abriese. La enorme mansión de estilo español estaba rodeada de nieve, Era como una postal navideña. La casa era de las más antiguas de la zona, y la más impresionante. Las rejas de hierro forjado, decoraban ventanas y puertas y el estuco brillaba bajo la luz de la luna.
Tomó una bocanada del aire helado, olía a madera quemada. Nick debía de haber encendido alguna de las numerosas chimeneas de la casa. Probablemente la del estudio. Miley pensó en lo mucho que le gustaría estar frente a ella. Tembló y se frotó las manos con los guantes puestos.
«¿Dónde estás, Nick?».
Oyó un golpe y un quejido. La puerta se abrió, Nick estaba despeinado y tenía la marca de tres dedos en la mejilla. Era evidente que había estado durmiendo, pero iba vestido, así que no debía de haberse metido en la cama. Probablemente hubiese vuelto a quedarse dormido delante del ordenador. Trabajaba demasiado.
Tenía una cómica expresión de incredulidad y Miley rió casi histéricamente. Aunque su situación o era en absoluto divertida. Levantó la mano para saludarlo.
—Hola.
Genial. «Hola». Con eso iba a convencerlo para que la dejase quedarse allí. Debía de parecer patética.
Nick estudió su rostro.
— ¿Qué te ha pasado en la cara?
Ella suspiró.
—La señora Givens me ha echado de casa.
Nick no dijo nada. Miley tiró de los extremos de su bufanda de lana.
—Detesta a los roedores. ¿Quién iba a imaginarlo?
Él siguió mirándola en silencio. Frustrada, Miley le pidió:
—Di algo.
—Has llamado al timbre de la puerta principal.
Miley lo miró a los ojos. ¿Los tenía inyectados en sangre? La verdad era que no había demasiada luz, así que no los veía bien.
—Ya lo sé. Me ha parecido lo más apropiado.
Nick se frotó la nuca. Eso le recordaba a Miley a su propio padre. Frunció el ceño.
— ¿Por qué?
—Porque sí. Pensé que tendrías algo que decir al respecto.
— ¿Algo que decir a qué respecto?
¿Acaso no había oído que le había dicho que la habían echado de casa?
—Respecto al hecho de que mi casera me haya desahuciado porque tengo demasiados animales en casa.
¿Por qué lo había dejado tan atontado que hubiese llamado al timbre?
—Nick, necesito un lugar donde quedarme hasta que encuentre una casa para mí y mis animales. He llamado a un montón de sitios, pero nadie quiere admitirnos.
No le había sido fácil acudir a Nick. Aunque no era porque pensase que él no fuese a ayudarla. Sabía que lo haría. Miley siempre había querido hacer como si no le importase que sus padres hubiesen vendido el rancho y se hubiesen marchado a Arizona. Nick le había ofrecido que siguiese viviendo en la casa de su familia, pero ella no podía permitirse pagar el alquiler con su sueldo de la escuela infantil y tampoco quería que Nick le cobrase menos de lo que debía.
En esos momentos, casi se arrepentía de no haber aceptado.
—El administrador de un bloque de apartamentos se ha reído tanto cuando le he dicho los animales que tenía que creía que le iba a dar un ataque —a Miley se le estaban empezando a entumecer los labios del frío—. ¿No crees que te va a costar mucho calentar la calle sólo con tu caldera?
Nick entendió la indirecta. Dio un paso atrás y le hizo un gesto para que entrase.
—Ven. Vamos a hablar de tu situación dentro de casa.
—Tengo a todo el mundo esperando fuera —dijo mientras se dirigía a su todoterreno, que ya estaba reparado. Se volvió para mirar a Nick—. Los gatos están delante, ¿puedes venir a por ellos?
Nick no parecía demasiado contento, pero ella no se dio por aludida.
Entró en la casa con Snoopy, la jaula con el loro y la de Bud al mismo tiempo que él salía.
—Pensé que te ocuparías de Bud, no que terminarías desembarcando aquí con un zoológico entero.
Ella sonrió.
—Considéralo como el rendimiento de tu inversión.
Nick frunció el ceño antes de abrir la puerta de la cabina para sacar la caja de los gatos. Miley fue a la parte de atrás a buscar a Maurice. Al chivo no le había gustado el paseo.
—Venga, Maurice, te va a encantar la casa de Nick. Es calentita y muy acogedora.
—Y no está abierta a las cabras. Tendrá que quedarse en el establo.
—Pero Nick… Venga, Maurice, te buscaré al de heno para hacerte una cama.
Nick resopló.
Miley llevó a Maurice al establo y lo instaló con rapidez. Ni siquiera se paró a saludar a los caballos por el camino. Al entrar en la casa por la puerta trasera, sintió calor. Echó un vistazo a la cocina Nick ya había puesto agua a calentar. Era un hombre listo, además de autosuficiente. Tenía algunos empleados en casa, pero ninguno se quedaba a dormir allí.
La esposa del capataz se ocupaba de la limpieza y de cocinar, pero vivía con su marido en una de las casas del rancho.
Nick se volvió hacia ella, que retrocedió casi hasta la puerta. Su expresión habría amansado a un oso pardo. Miley se sintió molesta. «Menudo amigo», pensó. No era culpa suya si la habían echado de casa, aunque una voz en su interior le decía que podía haberse negado a llevarse a Bud. «Fue idea de Nick», le replicó a su conciencia.
—He dejado tus maletas en la que era antes mi habitación —después de todo, no parecía tan enfadado…
—Gracias —dijo ella sonriendo—. Te lo agradezco mucho, Nick.
— ¿Qué ha pasado? Cuando os dejé, ibais a tomar el té. No puedo creer que te haya echado estando tan cerca la Navidad.
—La señora Givens odia los roedores.
La expresión de Nick seguía siendo grave.
Bud es un hámster.
Estaba molesto con la señora Givens, no con ella, pero Miley había estado tan nerviosa que no se había dado cuenta hasta ese momento.
—Los hámsteres son roedores.
— ¿Por qué no le dijiste que te desharías de él?
—Supongo que su paciencia ha llegado al límite. Me dijo que lo próximo que llevaría a casa sería una serpiente. No se ha recuperado de la impresión de haber visto a una iguana en la bañera.
— ¿Por qué no lo llevas a la escuela?
Miley rió.
—Porque ya la tengo llena de animales.
—Sigo sin entender por qué te ha echado así. Tienes tus derechos. Además, le caes bien a la señora Givens.
Snoopy le dio un beso.
Nick abrió mucho los ojos, y luego rió.
Miley sonrió, volvía a estar esperanzada.
—Me alegro de que te parezca divertido. La señora Givens no opinó lo mismo. Pensó que ya iba siendo hora de que me buscase otro lugar donde aceptasen mi extraña necesidad de tener tantos animales.
— ¿Le parece extraño que tengas tan buen corazón?
La tetera silbó. Miley pasó al lado de Nick para quitarla del fuego.
—No es la única que lo piensa.
—Pues a mí no me parece extraño. Tienes un gran corazón, eso es todo.
—Díselo a mi padre —replicó ella sin poder evitarlo. No le gustaba hablar de la relación que tenía con su progenitor, que nunca la había comprendido. Miley no sabía si sería capaz de entenderlo a él algún día. Nick se encogió de hombros.
—Ya lo hice.
—Sí, lo sé. Siempre has sido mi protector.
Nick le pasó un dedo por la cara y Miley tuvo que controlarse para no derretirse.
—Siempre.
—Entonces, ¿puedo quedarme aquí?
Nick dio un paso atrás.
—Mañana te buscaremos un nuevo hogar.
Miley frunció el ceño.
— ¿Qué prisa tenemos? ¿No podemos esperar a después de las vacaciones?
Era perfecto. Nick y ella podrían tener entretenidos a sus respectivos padres los dos juntos, así no tendría que estar a solas con su padre.
Además, no sería fácil encontrar un lugar donde vivir. ¿Acaso Nick no se había enterado de que le había dicho que ya había estado buscando? Odiaba enfrentarse a ello, pero era evidente que tendría que deshacerse del chivo y del loro. Quizá le alquilasen un apartamento con el perro y los dos gatos.
Nick sacudió la cabeza.
—Estamos en Sunshine Springs, no en Portland. Los habitantes de todo el año no entenderán que a profesora infantil cohabite con un hombre, ni aunque sea su mejor amigo.
—Pero si no vamos a cohabitar. Solo voy a quedarme aquí hasta que encuentre otro lugar.
Nick preparó dos tazas de chocolate caliente.
—Nosotros lo sabemos, pero nuestros vecinos no.
—Pero…
—No hay peros que valgan —la interrumpió dándole una taza—. Ya sé qué vamos a hacer.
Ella dio un trago y esperó a qué Nick le contase su idea.
—Joseph y Demetria Miller se han ido a Portland a ver a su familia y a pasar allí las vacaciones. Mi capataz se está encargando de comprobar que todo está bien en su ausencia. Estoy seguro de que no les importará que te quedes allí hasta que encuentres un lugar donde vivir.
Miley puso los ojos en blanco.
—Sí, claro. El problema son los animales. ¿Por qué crees que es tan difícil encontrar un apartamento?
Además, no sabía cómo se sentiría si volvía a la que había sido su casa, en la que en esos momentos vivían los Miller, una pareja adinerada que se la tenía alquilada a Nick.
—Llamaré a Joseph por la mañana —anunció Nick ignorando lo que ella le había dicho.
—Si estás intentando deshacerte de mí, llama —dejó la taza al lado del fregadero—. Me voy a la cama. Ha sido un día muy largo.
Nick frunció el ceño.
—No quiero deshacerme de ti. La casa de los Milley está mucho más cerca de la ciudad que ésta, y no tendrás que conducir por las carreteras heladas para ir a trabajar.
Las vacaciones escolares empezarían en un par de días, y Nick lo sabía.
—Podemos no contarle a nadie que estoy aquí. Si no lo saben, no tendrán motivos para pensar nada raro. Y como las clases terminan dentro de poco, nadie tiene por qué enterarse.
Nick sonrió cómicamente, burlándose de su ingenuidad.
— ¿Y la señora Givens?
— ¿Crees que lo contará?
Dio una risotada por respuesta.
—Está bien. Llama a los Miller.

Nick saboreó la tranquilidad de los minutos previos al amanecer. Le hubiese gustado hacer varias llamadas internacionales antes de despertar a Miley. Tendrían que ocuparse de encontrarle un alojamiento esa mañana. Si hubiese aceptado a quedarse en su antigua casa cuando él se lo había propuesto, nada de eso habría ocurrido. Pero el orgullo de Miley sólo era igualado por su cabezonería.
Cuando entró en la cocina, no sólo olía a café, Miley estaba preparando el desayuno. Estaba sacando una tortita de la plancha y calentando unos huevos. No había beicon.
Miley era vegetariana. Le había contado que, desde que tenía dieciséis años, cada vez que le daba un mordisco a una hamburguesa veía los dulces ojos de una vaca mirándola. Nick también había estado a punto de dejar de comer carne al oírla decir aquello.
Un ranchero vegetariano. Habría sido gracioso. El padre de Miley nunca se había planteado dejarle el rancho a su hija y cuando había decidido retirarse, se lo había vendido a Nick, que lo había sumado a las empresas de los Jonas. El padre de Miley no la había creído capaz de criar ganado para llevarlo al matadero, o venderlo. Nick no dudaba que el hombre había hecho lo correcto. Miley no pertenecía a ese mundo. Al menos, seguía comiendo huevos. A Nick le rugió el estómago al ver los huevos revueltos.
—Buenos días. Ella se volvió, sonriente.
—Buenos días. He preparado el desayuno.
—Ya lo veo, ¿Quieres decirme que si te dejo que te quedes aquí podré contar con tus servicios como ama de casa? —bromeó—. Quizá vuelva a pensar lo de llamar a Joseph Miller, sobre todo porque le he dado vacaciones a la señora de la limpieza hasta Navidad.
—He preparado el desayuno, pero no he dicho nada de lavar los platos.
Miley se estiró para servirle una taza de café y él se fijó en cómo se le subía el camisón dejando a la vista los muslos. Tuvo que controlarse para no alargar la mano y acariciar la suave piel. ¿Seguiría siendo tan suave como recordaba? ¿Temblaría Miley tal y como lo había hecho en la única ocasión en la que él se había permitido verla como a una mujer?

6 comentarios:

  1. oooww sis me encaantho el capii
    ahh como siempre geneal cprazonxithoo te quier byye cuidathe

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  2. me encanto, de verdad, es genial :) síguela prontooo :D

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  3. me encanta tu nueva novela
    mmmm como todas ay que me gusta la tramaaa
    asi que me tendras aqui comentando siempre que el blog quiera ya que el desgraciado me deja cuando quiere
    saluditos

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  4. me gusto el cap
    q bueno q subist sube pronto me gusta mucho la nove miley y sus animales hehe
    cuidate bye

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  5. nooo!
    jejeje no la dejes ahí!! :(
    espero el sig :P
    kuidathe chik!
    me encanto el cap!
    Te kiiiero girl!

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