-Para mi madre tú eres el marido ideal — contestó Miley—. Es una pena que no fuera a la que se escapara contigo a Las Vegas.
—Estoy confundido.
— ¿Por qué? Lo he explicado todo claramente,
—Todo esto. Negar tus sentimientos, apartarme de ti. Esto no tiene nada que ver contigo y conmigo, sino con tu madre y quizá también con tu padre.
—Eso es ridículo.
—No, no lo creo. Tú estás tan decidida a rechazar todo lo que tus padres puedan ofrecerte, que no vas a aceptar nada que te recuerde a ellos.
— ¿Y tú? Cuando te metiste en el ascensor conmigo, me dijiste que tenías miedo de volverte como tu padre. Tú y yo no somos tan diferentes.
—Tú no quieres ser como tu madre, ¿no es eso? —Nick soltó una carcajada amarga—. Ésa es la excusa estúpida que tu mente ha inventado para racionalizar que no puedes estar conmigo. Eres estupenda buscando excusas, ¿verdad, Miley? El dinero, tu madre, esta estúpida marca de la mano... Estás tan sumergida en tus excusas, que no puedes darte cuenta de lo felices que podríamos ser —Nick soltó un suspiro. Entonces, encontró sus ojos—. Podríamos hacer que saliera bien, Miley. Pero, evidentemente, no quieres hacer el esfuerzo. Por mí, todo este asunto está zanjado —tomó su abrigo y se lo puso en el brazo—. Le diré a mi abogado que te envíe los papeles. Una vez que estén firmados, podrás seguir con tu maravillosa vida y yo con la mía.
Se giró sobre sus talones y desapareció entre las filas de trajes. Miley dio un suspiro profundo, tratando de controlar el temblor de su cuerpo. Pero cuando las lágrimas humedecieron sus ojos y comenzaron a resbalar por sus mejillas, no pudo controlar por más tiempo sus
sentimientos. Dio un sollozo y se cubrió la cara con las manos.
¿Por qué habría luchado de ese modo para apartarlo de ella? ¡Se suponía que lo amaba! Pero en cuanto estaban juntos, ella hacía todo lo posible por apartarlo de su camino. Él no había hecho nada más que amarla y protegerla, y ella le había rechazado una vez tras otra.
—Soy una idiota —dijo—. Me casé con un hombre al que odiaba y ahora me voy a divorciar de un hombre al que amo.
Se secó las mejillas con manos nerviosas. Quizá Nick tuviera razón. Era hora de que fuera sincera y dejara de inventar excusas. Decirle que lo amaba no iba a ser más doloroso que no decírselo, aunque lo que le daba miedo era lo que pudiera pasar entre ellos después.
¿Estaba dispuesta a ser la señora Jonas para toda la vida?
Nick estaba asomado a la pared de cristal del ático del Jonas Center. Estaba observando la silueta de la ciudad de Chicago, gris y austera contra el cielo invernal. El tiempo hacía juego con su estado de ánimo. En realidad, desde que había vuelto de México, el sol parecía haber desaparecido de su vida.
Había vuelto al trabajo inmediatamente, concentrándose en las reuniones y negociaciones como si nunca se hubiera marchado. Desde luego, Denisse y Paul lo habían presionado, preguntándole por el motivo de su ausencia. También habían querido saber qué iba a pasar con su compromiso de boda.
Pero Nick no quería hacer planes por el momento. Todavía le quedaba la esperanza de que Miley se diera cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Y así, a pesar de que tenía todos los papeles del divorcio listos para ser firmados, no la había llamado todavía.
Lo cierto era que estaba decidido a intentarlo una vez más. Tenía que haber un modo de convencer a Miley de que le diera una oportunidad de hacerla feliz. Había repasado la conversación de la tarde anterior, tratando de entender el razonamiento de ella y buscando un punto débil en su armadura.
Si ella lo amaba, tenía que haber un modo de llegar hasta su corazón. Sólo necesitaba tiempo para descubrir la ruta correcta, el razonamiento preciso para hacerla ver que los esperaba un futuro lleno de felicidad.
Pero antes de resolver los problemas con su esposa, tenía que resolver los que tenía con su prometida. Se oyeron pasos y una voz en la zona de recepción. Nick se dio la vuelta despacio y vio que Demi Lovato cruzaba la gran habitación hacia él. Nick había enviado a Hamilton, el chófer de la familia, a buscarla.
Qué diferente era esa mujer de Miley, Nunca había discutido con Demi, y él había creído que era por amor, que era porque entre ellos había una relación perfecta. Pero después de vivir con Miley aquellos cuatro días, sabía que la falta de emoción en su relación de Demi habría destruido su matrimonio en un momento u otro.
Conforme Demi se aproximaba, Nick trató de ver la expresión de sus ojos. Buscó rabia o amargura. Estaba preparado para tranquilizarla con todo tipo de excusas. Pero sólo vio una sonrisa dulce y genuina. Sus ojos estaban brillantes y el color de sus mejillas vivo. Estaba más guapa y más radiante que nunca.
OMJ!
ResponderEliminark va a pasar?
jeje espero el siguiente! :)
aaaaaaaaa
ResponderEliminarme encantooo
siento no haber
comentado
antes
XD
jejeje
sube prontooo
ooohhhh
ResponderEliminarme encaanto sis
Woooowww, que pasaaaara entre ellos???, me dejo intrigadisima , menos mal que ya esta el otro cap jajaja
ResponderEliminar