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miércoles, 13 de abril de 2011

NILEY ♥"En tu kma o en la mia?"♥ Cap 21


hola este es el penultio cap espero q les gustee.. jejeje y este va dedicado a Valee jeje un beso grande para todas.. las kieroo mañana subo el ultimo cap... :P


Nick estaba de pie junto al embarcadero de Havenwoods con el agua por los muslos.
—Debe de tener cincuenta años, por lo menos —le gritó a Joe.
— ¿Cómo lo sabes?
—Parece muy vieja —respondió, mirando la motocicleta oxidada sumergida a un metro de profundidad. Nick había decidido limpiar la orilla para poder bañarse cuando empezara el calor.
— ¿Puedes traer el todoterreno hasta aquí? —preguntó Joe—. Quizá puedas sacarla del agua.
Nick se pasó la mano por el pelo y miró hacia la orilla.
—No, seguramente se haría pedazos. Está muy oxidada.
—Podemos traer la lancha de papá y remolcarla hasta el centro del lago.
Nick le lanzó una mirada de reproche.
—Eso no sería muy ecológico.
—Pero sería más sencillo —replicó Joe.
—Ve a la cocina y trae esa cuerda que compré. Intentaremos arrastrarla hasta la orilla y sacarla del agua.
Se agachó e intentó desenterrar la rueda trasera de la arena con las manos. Pero no podía alcanzar el fondo sin sumergirse. Se llenó de aire los pulmones y metió la cabeza bajo el agua.
Cuando se le acabó el oxígeno, volvió a emerger y se apartó el pelo del rostro. Levantó la mirada hacia la orilla en busca de Joe, pero fue otra persona a quien vio bajando por el sendero.
—Demi —murmuró, preguntándose cuánto podría ayudarlo.
En los últimos meses, había pensado en Miley cada vez que veía a Demi. Las dos hermanas se reían y movían de una forma similar, e incluso se parecían un poco físicamente. Nick se había sorprendido en más de una ocasión mirando los ojos y la boca de Demi, que tantos recuerdos le traían de Miley. Había intentando olvidarla y seguir con su vida, pero Demi era un recordatorio constante. Y tendría que soportarla durante todo el verano, en Acción de Gracias, en Navidad y en todas las demás fiestas que los Jonas y los Cyrus pasarían juntos.
Debería estar agradecido por que Miley se quedase en Nueva York, aunque tendría que verla una o dos veces en Navidad. Aún quedaban siete meses para eso, y para entonces ya podría verla sin recaer en ninguna fantasía sexual.
—Demi, dile a Joe que se dé prisa. No voy a quedarme todo el día esperándolo en el agua.
Demi se detuvo en la orilla, observándolo con una mano protegiéndose del sol. Tenía el pelo recogido, pero cuando se giró, Nick atisbo un brillo rojizo y una cola de caballo. Ahogó un gemido en la garganta.

—¿Miley?
Ella se acercó un paso más, y en aquel momento Nick supo que era ella. Se había preguntado miles de veces cómo reaccionaría cuando volviera a verla, y ahora lo sabía. Fue como recibir un puñetazo en el estómago que lo dejó sin respiración.
A medida que se acercaba, pudo distinguir sus rasgos. Miley lo miraba con suspicacia, y Nick supo que estaba tan nerviosa como él. Sólo habían pasado tres meses… a paso de tortuga… pero ahora parecía que el tiempo se había detenido. Nick se obligó a sí mismo a respirar y avanzó lentamente hacia la orilla.
—He venido por la fiesta de Demi —dijo Miley.
A Nick le gustó que su reencuentro la afectase a ella tanto como a él. Prueba de ello era que no se le ocurría nada más interesante que decir.
—Me lo figuraba.
—Pensé que sería mejor si nos veíamos antes. No… no quería sorprenderte… de esta manera.
Él asintió, recorriendo su apetitoso cuerpo con la mirada. Al instante, sintió cómo una ola de calor se concentraba en su entrepierna. No había tenido sexo con nadie desde que ella se marchó, y por primera vez en tres meses volvía a sentirlo. Gracias a Dios llevaba unos pantalones lo suficientemente holgados para ocultar la erección.
—Buena idea —murmuró—. ¿Cómo has estado este tiempo?
—Muy bien —respondió ella—. Ocupada. Quería llamarte, pero…
Él esperó un rato, preguntándose si ella acabaría la frase. Al no ser así, decidió intentarlo.
—Pero ¿tal vez tenías el teléfono enterrado bajo una montaña de papeles? ¿O estabas en coma en algún hospital? ¿O quizá estabas en alguna misión de la CÍA?
Una tímida sonrisa asomó a los labios de Miley.
—Pero no sabía lo que quería decir —concluyó—. Y sigo sin saberlo.
—Podrías decirme que me has echado de menos —sugirió Nick—. Sería un buen comienzo.
—Muy bien. Te he echado de menos. Mucho.
Nick salió del agua y se acercó a ella.
—Cuando dos personas se encuentran después de tanto tiempo, normalmente se dan un beso. Sobre todo si se han echado de menos. Creo que es una tradición —se inclinó hacia delante y le rozó los labios con los suyos.
Su intención había sido darle un beso casto y platónico. Pero en cuanto sus bocas entraron en contacto, una corriente de deseo ardió entre ellos, tan fuerte como un relámpago en una tórrida noche veraniega.
La agarró por la cintura y tiró de ella hacia él para besarla de nuevo, esa vez con más pasión que antes. Ella se rindió al asalto, como si también estuviera desesperada por devorarlo.
Le recorrió el cuerpo con las manos, palpando aquellas curvas tan familiares. Miley llevaba una camisa de algodón y una falda ceñida. Sin decirle nada, Nick la agarró de la mano y la llevó hacia la cocina.
Una vez dentro, fue al cuarto de baño y agarró una toalla para secarse el pelo y el pecho. Entonces se quitó los zapatos mojados y se enjuagó los pies en la ducha. Ella esperaba en el centro de la habitación, mucho más hermosa de lo que él la recordaba.
—Es extraño —dijo—. Me siento como me sentía el primer día de las vacaciones de verano, cuando te veía después de todo un año. Nunca sabía lo que debía decir. Cada verano, me pasaba horas pensando en un saludo ingenioso.
—Deberías haberme besado —dijo ella.
—Ahora puedo verlo —cruzó la habitación y le rodeó la cintura con los brazos—. ¿Cómo has estado? Y no me hables de trabajo.
—He estado… confusa —admitió Miley—. Supongo que es la mejor manera de definirlo. Pero he empezado a simplificar mi vida.
—Te he echado de menos, Miley. No tengo miedo de reconocerlo.
—Me alegro —murmuró ella, y le puso una mano temblorosa sobre el pecho. Le recorrió con los dedos el vello que descendía hacia el vientre y Nick cerró los ojos para deleitarse con su tacto.
Quería desnudarla y llevarla a la cama, para demostrarle que el deseo seguía vivo entre ellos. La miró a los ojos y supo que no podría rechazarlo. Pero el sexo no solucionaría sus problemas. Tenían que encontrar una manera de estar juntos, y no sólo físicamente.
— ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?
Miley se encogió de hombros.
—Aún no lo he decidido. No sabía cómo irían las cosas… Tengo que estar de vuelta el jueves. Así que… cinco o seis días.
—Podemos buscarnos muchos problemas en cinco o seis días —observó él.
—En el caso de que queramos problemas —replicó ella—. Quizá deberíamos tomarnos las cosas con un poco más de calma —dio un paso atrás y se alisó la falda con las manos—. Tengo que irme. Le prometí a mi madre que la ayudaría a hacer los pasteles para la fiesta de Demi.
—Supongo que te veré esta noche.
Miley asintió.
—Sí. Nos veremos esta noche.
Nick no estaba dispuesto a dejarla marchar sin un último beso. Volvió a agarrarla de la mano y tiró de ella, pero aquella vez se aseguró de que el beso pudiera transmitirle sus sentimientos, rezagándose en su boca y recorriéndole el labio inferior con la lengua. Al acabar, la acompañó al exterior y vio cómo se subía al coche.
Unos momentos después, Joe rodeó la esquina de la cocina. Miró a Miley y le devolvió el saludo que ella le hizo con la mano.
—Tiene buen aspecto —dijo.
—Desde luego —corroboró Nick.
—Me alegra que haya aceptado la invitación.
Nick frunció el ceño.
— ¿La invitaste tú?
—Sí. La vi cuando estuve en Nueva York para la entrevista en la facultad de Derecho. Le dije que la echabas de menos y que no podías vivir sin ella. Parece que ha funcionado, ¿eh?
A Nick se le escapó una maldición.
— ¿Por qué demonios le dijiste eso?
—Porque es la verdad —dijo Joe, sacudiendo la cabeza—. Tenéis que dejar de fingir que no os queréis —se rió—. Demi y yo deberíamos encerraros sin ropa ni zapatos. A lo mejor así entrabais en razón.
—Encerrarnos desnudos no solucionaría nada. Estamos muy bien sin ropa… El problema es cuando estamos vestidos —agarró la cuerda que le tendía Joe y echó a andar hacia el lago—. Y no te metas en mis asuntos, ¿de acuerdo? Puedo arreglármelas yo solo.
—Eh, tú me ayudaste con Demi. Sólo te estoy devolviendo el favor.
Nick se echó la cuerda al hombro. No estaba enfadado con Joe. Las intenciones de su hermano eran buenas, y en aquel momento necesitaba toda la ayuda que pudiera conseguir. No sabía cómo arreglar las cosas con Miley, pero iba a intentarlo.
Y si no lo conseguía antes del jueves, entonces vendería todas sus cosas y se iría a vivir a Nueva York.


6 comentarios:

  1. Me encanto el cap... y
    wiii primera en comentar
    genial gracias
    por dedicarme el cap
    eres genial y pos
    ya quiero que sea mañana
    para leer el final...
    bueno en realidad vierner para
    salir de vacaciones wii
    bye cdt...

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  2. Awwwwwwwwwwwwwww!!!
    Todo lo qe puede azer x Miley qe LinDooo!!
    ^^
    Ezpero el proximo!!
    Bye bezotez

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  3. q horror tndre q esperarm hasta el viernes para poder leerlo pero baldra la pena

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  4. Muy lindo :) quiero saber que pasa con ellos, me mata la intriga ajajja :) Besos byeee

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  5. aawww
    mee encaantoo
    aww joe tierno en querer
    ayudarlosss

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