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domingo, 20 de mayo de 2012

" PoR eL PlAcEr De EsTaR cOnTiGo" Cap 26



bueno chicas les dejo capítulos de esta nove q a estado un poco abandonada.... jeje las kiero ;)  :*



Habían pasado ya dos horas desde que el avión despegó de Londres. Miley se había quedado dormida y poco a poco había ido recostándose sobre Nick hasta quedar completamente con la cabeza en sus piernas. Nick se percató de que tenía frío y buscó una de esas pequeñas mantas que siempre había bajo los asientos. Se la puso por encima. Después, Nick no pudo soportar el sueño y al igual que su compañera de viaje, cerró los ojos y se durmió.

El trayecto estaba resultando muy tranquilo hasta que pasaron por una zona turbulenta debido al mal tiempo. Miley se despertó y comprobó si Nick dormía. Estaba en lo cierto. Había pasado todo aquel tiempo con una mano en el paquete de Nick y ni siquiera se había dado cuenta. Apretó un poco en aquella parte y él enseguida abrió los ojos, Miley los cerró. Trató de apartarle la mano de ahí, pero Miley se resistió. Cuando hubieron pasado otros cinco minutos, ella volvió a actuar, esta vez más descarada. Se tapó la cabeza con la manta y le bajó la cremallera de los vaqueros.

- ¡Miley! -exclamó intentando no llamar la atención- ¿Qué estás haciendo dios mío?

Ella no le contestó, solamente acarició lo que comenzaba a tomar forma. Se destapó la cabeza y le sonrió.

- Oh Miley no... no aquí no. ¿No ves que se me va a poner dura?

- Eso es lo que quiero.

Jugueteó un rato con sus manos y cuando lo hubo calentado paró.

- ¿Y ahora qué? -dijo tapándose con la manta, que ya había abandonado Miley

- Ahora... espera a que se baje..

- ¿Cómo? Esto a mí no se me baja sólo deseándolo. Eres peor que una serpiente...

- Las serpientes tienen sangre fría... y yo, no tengo sangre fría...

- Me duele -dijo mordiéndose el labio de abajo- Maldita...

- hacértelo delante de mí.

- Sí, y delante de toda esta gente...

- Están casi todos dormidos, nadie se dará cuenta. Bueno, voy a hacer pis ¿Vale? No te muevas de aquí, ya mismo vuelvo para ver tu tienda de campaña -se levantó y caminó hacia el servicio.

- Y encima no te rías.

¿Sería una invitación? La cosa es que Nick no aguantó más aquello. La siguió en cuanto ella se dio la vuelta. Llamó a la puerta y escuchó su voz.

- Está ocupado.

- Soy yo, calienta-braguetas.

- Oh, no sé quién eres tú -dijo riendo

- Vamos, abre.

Miley estiró su brazo para alcanzar el pestillo de seguridad y abrió. Él entró bastante urgido.

- Vamos termina, que necesito tus servicios.

- Hazte la paja aquí, ahora nadie te ve.

- Nunca me ha gustado hacérmelo, no desde que puedo tener quien me las haga ¿Entiendes?

- Oh si. Entonces, puedo entender que cuando eras un adolescente con las hormonas en plena ebullición, sí te hacías... -tiró de la cadena y se subió las braguitas y el pantalón

- No me tortures más, mujer.

- La tienes muy grande ¿Lo sabías?

- Y a ti te cabe toda.

Miley lo agarró de la cintura del pantalón y lo pegó a su cuerpo. Era excitante. Imponente. Tan jodidamente sexy.

- Vamos, estoy dispuesta aquí.

Nick le comió la boca y ella no pudo hacer más que abrir las piernas y recibirlo entero.

- No creo que mi súper pene tenga poderes para traspasar esa puta tela. Tienes que estar mojada y me sube un calor por la columna vertebral que hace temblar mis piernas... vamos bájatelo todo.

Miley le hizo casi como si estuviera abducida por él, y después él se la sacó para metérsela tan dentro como pudo. Ella le clavó las uñas en los hombros, no hacía ni cuatro horas que habían llegado a un orgasmo juntos y ya estaban otra vez. La atracción los consumía a los dos.

- Joder estás tan buena -susurró en su oído mientras ella ayudaba con sus caderas- y tan caliente siempre...

- Y tú qué, siempre tan duro como una piedra.

- Es por tu culpa cariño -mordió su oreja- te estaría follando hasta la muerte...

- Sigue diciéndome eso, me excita más...

- Te puedo decir que sigo sin olvidarme de tu boquita. Me pones muy cachondo. Anoche dormí con tus bragas en la mano, y antes de eso me masturbé en la ducha.

- Si... y... -no podía hablar- ¿Pensaste en mí?

- Pensé en cómo tu boca me devoraba la última noche.

Nick aceleró e intensificó las embestidas, consiguiendo que su chica en aquel momento se corriera. Notó cómo se contraía a su alrededor, provocando el mismo efecto en él. Permanecieron unos minutos allí parados, hasta que pudieron caminar. Se arreglaron y pensaron en salir.

- No espera, un momento -Nick le robó un último beso- Ya podemos salir.



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