bueno chicas les dejo capítulos de esta nove q a estado un poco abandonada.... jeje las kiero ;) :*
Habían pasado ya dos horas desde que
el avión despegó de Londres. Miley se había quedado dormida y poco a poco había
ido recostándose sobre Nick hasta quedar completamente con la cabeza en sus
piernas. Nick se percató de que tenía frío y buscó una de esas pequeñas mantas
que siempre había bajo los asientos. Se la puso por encima. Después, Nick no
pudo soportar el sueño y al igual que su compañera de viaje, cerró los ojos y
se durmió.
El trayecto estaba resultando muy
tranquilo hasta que pasaron por una zona turbulenta debido al mal tiempo. Miley
se despertó y comprobó si Nick dormía. Estaba en lo cierto. Había pasado todo
aquel tiempo con una mano en el paquete de Nick y ni siquiera se había dado
cuenta. Apretó un poco en aquella parte y él enseguida abrió los ojos, Miley
los cerró. Trató de apartarle la mano de ahí, pero Miley se resistió. Cuando
hubieron pasado otros cinco minutos, ella volvió a actuar, esta vez más
descarada. Se tapó la cabeza con la manta y le bajó la cremallera de los
vaqueros.
- ¡Miley! -exclamó intentando no
llamar la atención- ¿Qué estás haciendo dios mío?
Ella no le contestó, solamente
acarició lo que comenzaba a tomar forma. Se destapó la cabeza y le sonrió.
- Oh Miley no... no aquí no. ¿No ves
que se me va a poner dura?
- Eso es lo que quiero.
Jugueteó un rato con sus manos y
cuando lo hubo calentado paró.
- ¿Y ahora qué? -dijo tapándose con
la manta, que ya había abandonado Miley
- Ahora... espera a que se baje..
- ¿Cómo? Esto a mí no se me baja
sólo deseándolo. Eres peor que una serpiente...
- Las serpientes tienen sangre fría...
y yo, no tengo sangre fría...
- Me duele -dijo mordiéndose el
labio de abajo- Maldita...
- hacértelo delante de mí.
- Sí, y delante de toda esta
gente...
- Están casi todos dormidos, nadie
se dará cuenta. Bueno, voy a hacer pis ¿Vale? No te muevas de aquí, ya mismo
vuelvo para ver tu tienda de campaña -se levantó y caminó hacia el servicio.
- Y encima no te rías.
¿Sería una invitación? La cosa es
que Nick no aguantó más aquello. La siguió en cuanto ella se dio la vuelta.
Llamó a la puerta y escuchó su voz.
- Está ocupado.
- Soy yo, calienta-braguetas.
- Oh, no sé quién eres tú -dijo
riendo
- Vamos, abre.
Miley estiró su brazo para alcanzar
el pestillo de seguridad y abrió. Él entró bastante urgido.
- Vamos termina, que necesito tus
servicios.
- Hazte la paja aquí, ahora nadie te
ve.
- Nunca me ha gustado hacérmelo, no
desde que puedo tener quien me las haga ¿Entiendes?
- Oh si. Entonces, puedo entender
que cuando eras un adolescente con las hormonas en plena ebullición, sí te
hacías... -tiró de la cadena y se subió las braguitas y el pantalón
- No me tortures más, mujer.
- La tienes muy grande ¿Lo sabías?
- Y a ti te cabe toda.
Miley lo agarró de la cintura del
pantalón y lo pegó a su cuerpo. Era excitante. Imponente. Tan jodidamente sexy.
- Vamos, estoy dispuesta aquí.
Nick le comió la boca y ella no pudo
hacer más que abrir las piernas y recibirlo entero.
- No creo que mi súper pene tenga
poderes para traspasar esa puta tela. Tienes que estar mojada y me sube un
calor por la columna vertebral que hace temblar mis piernas... vamos bájatelo
todo.
Miley le hizo casi como si estuviera
abducida por él, y después él se la sacó para metérsela tan dentro como pudo.
Ella le clavó las uñas en los hombros, no hacía ni cuatro horas que habían
llegado a un orgasmo juntos y ya estaban otra vez. La atracción los consumía a
los dos.
- Joder estás tan buena -susurró en
su oído mientras ella ayudaba con sus caderas- y tan caliente siempre...
- Y tú qué, siempre tan duro como
una piedra.
- Es por tu culpa cariño -mordió su
oreja- te estaría follando hasta la muerte...
- Sigue diciéndome eso, me excita
más...
- Te puedo decir que sigo sin
olvidarme de tu boquita. Me pones muy cachondo. Anoche dormí con tus bragas en
la mano, y antes de eso me masturbé en la ducha.
- Si... y... -no podía hablar-
¿Pensaste en mí?
- Pensé en cómo tu boca me devoraba
la última noche.
Nick aceleró e intensificó las
embestidas, consiguiendo que su chica en aquel momento se corriera. Notó cómo
se contraía a su alrededor, provocando el mismo efecto en él. Permanecieron
unos minutos allí parados, hasta que pudieron caminar. Se arreglaron y pensaron
en salir.
- No espera, un momento -Nick le
robó un último beso- Ya podemos salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario