- Sí ... pero ¿Por dónde íbamos? Si no empiezas tú, sigo yo
eh.
- No déjame a mí.
- ¿Te vas a sentar en mis piernas? Me parece una postura de
lo más excitante. Pero como no podemos desvestirnos..
Miley se sentó sobre Nick
y rodeó su cuello con los brazos. Besó su boca una vez más en la noche y Nick
hizo que echara la cabeza hacia atrás para poder regresar a la blanca piel de
su cuello
- ¿Has cambiado tu gel de ducha? -preguntó él a la vez que
besaba
- Sí.
- ¿Es porque te dije que olías como todas? -rió
- Sí, eso me dolió.
- Estás de un sensible... ¿Por qué no quieres ser como
ellas?
Miley paró de repente.
- ¿Otra vez empezamos con lo mismo?
- Shh,sh, ya ... no te enfades. Retiro lo dicho. Eres única
-rió- y no le busques ningún doble sentido porque no lo tiene.
- ¡No lo iba a buscar
- Enséñame cómo tratarte, no sé por dónde me vas a salir y
eso me atemoriza. Solo de imaginarme lo que pudiste haberme hecho aquel día en
el beat... vi tus ojos inyectados en sangre y me asuste-volvió a reír-
- Dale gracias a tu hermano, sino hoy estarías criando
malvas
- Gracias Joe -hizo como que miraba al cielo- sin ti este
momento no hubiera sido posible.
- A veces eres como un oso de peluche, pero otras veces eres
como..
Nick la interrumpió.
- Como un muñeco hinchable, así que trátame como tal.
- ¿Muñeco hinchable?
Comenzó a reírse sin parar y Nick quedó embobado con aquella
cara. Su risa era maravillosa, y el sonido de esta le encantaba.
- Esto parece más una reunión de amigos en vez de un todo o
nada
- ¿Todo o nada? ¿Qué es eso? O hablas claro o no me entero.
- O me lo das todo, o ... no me des nada.
- Mmm ¿Lo quieres todo? -él asintió- ¿De veras que no
quieres que me quite la ropa?
- Hicimos un trato.
- ¿Seguro? -hizo un movimiento bastante erótico sobre él
- Mm..
- ¿Seguro que no quieres? -repitió ese movimiento
- Juegas con trampas.
- Solo me acomodé un poco sobre tí, aquí abajo hay algo duro
que me molesta.
Nick echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Lo volvía
loco. No habían hecho nada del otro mundo aún y ya lo tenía abducido.
- Es que... ah ... -de nuevo se movió sobre él como si
estuvieran haciéndolo- Creo que me senté sobre tu móvil o algo así.
- Ojalá fuera el móvil..
- ¿No lo es? -preguntó inocente.
- No, no. Es lo que dentro de unos minutos tú vas a estar
disfrutando.
Se besaron fugazmente.
- Creo que es hora de irnos ya.
- Yo no lo creo, y me vas a hacer caso a mí. Ahora que me
encuentro tan bien aquí encima no me vas a quitar el gusto.
- Se me está quedando la boca seca. ¿Puedes alcanzar la Coca
Cola?
- Como no, muñeco hinchable - giró su cuerpo y se estiró
hasta llegar al posavasos del coche-
- Ahora espero que no tengas la mala fe de llamarse así
delante de la gente.
- Te llamaré fiera. Esta tarde me dejaste tan impresionada..
- Me estás impresionando tú a mí. No entiendo como no me
fijé antes.
- Porque las tetas sin operar no son lo tuyo.
- Pero tú eres la excepción que confirma la regla -sorbió de
la pajita- Tienes cara de niña, creo que por eso no te tomé en cuenta antes.
Pero ahora no puedo sacarte de mi cabeza. Solo quiero hacértelo una y otra vez...
- Después de lo de antes no puedo discutirte nada.
- Necesitamos irnos al hotel, son las doce. Llevamos una hora
fuera y ya no puedo pensar más.
- Vámonos, así no te me pones pesadito. Que después no hay
quien te aguante.
- ¿Puedo decirte algo?
- Claro -contestó en tono desenfadado
- Prométeme que no te vas a enfadar.
- Me voy a enfadar, porque cuando dices eso..
- Acabas de recordarme a mi abuela. Has hecho un gesto
idéntico
Miley se bajó enseguida de su regazo y se sentó al lado con
los brazos cruzados.
- ¿Nos vamos? -preguntó él cogiéndole la rodilla
- Por mí como si te tiras de un rascacielos
- Pero no te enfades mujer. Bueno sí, enfádate. Ya te dije
que las arruguitas que te salen en la frente te hacen la cara divina -esto
último lo dijo con un par de tonos más altos que su voz normal y Miley, tuvo
que retener la carcajada
- No haces gracia -soltó ella mirándole mal- das pena.
- Eres como mi abuelita -se rió Nick de ella y ella le soltó
un puñetazo en el brazo- ¡Yo admiro a mi abuela!
- ¿Y no admiras al animal que te alimenta? Eres peor que el
piojo de una rata.
Nick empezó a reírse para picarla y vaya que si lo consiguió
- ¡Vete ya! -comenzó a empujarlo en el asiento
Nick salió de la parte trasera y subió en la
delantera. Movió algo el espejo retrovisor para verla del todo.
woooww me encantooo seguila plis que amo esta novela!
ResponderEliminaratte male