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martes, 3 de enero de 2012

" PoR eL PlAcEr De EsTaR cOnTiGo" Cap 18




- Sí ... pero ¿Por dónde íbamos? Si no empiezas tú, sigo yo eh.

- No déjame a mí.

- ¿Te vas a sentar en mis piernas? Me parece una postura de lo más excitante. Pero como no podemos desvestirnos..

Miley  se sentó sobre Nick y rodeó su cuello con los brazos. Besó su boca una vez más en la noche y Nick hizo que echara la cabeza hacia atrás para poder regresar a la blanca piel de su cuello

- ¿Has cambiado tu gel de ducha? -preguntó él a la vez que besaba

- Sí.

- ¿Es porque te dije que olías como todas? -rió

- Sí, eso me dolió.

- Estás de un sensible... ¿Por qué no quieres ser como ellas?

Miley paró de repente.

- ¿Otra vez empezamos con lo mismo?

- Shh,sh, ya ... no te enfades. Retiro lo dicho. Eres única -rió- y no le busques ningún doble sentido porque no lo tiene.

- ¡No lo iba a buscar

- Enséñame cómo tratarte, no sé por dónde me vas a salir y eso me atemoriza. Solo de imaginarme lo que pudiste haberme hecho aquel día en el beat... vi tus ojos inyectados en sangre y me asuste-volvió a reír-

- Dale gracias a tu hermano, sino hoy estarías criando malvas

- Gracias Joe -hizo como que miraba al cielo- sin ti este momento no hubiera sido posible.

- A veces eres como un oso de peluche, pero otras veces eres como..

Nick la interrumpió.

- Como un muñeco hinchable, así que trátame como tal.

- ¿Muñeco hinchable?

Comenzó a reírse sin parar y Nick quedó embobado con aquella cara. Su risa era maravillosa, y el sonido de esta le encantaba.

- Esto parece más una reunión de amigos en vez de un todo o nada

- ¿Todo o nada? ¿Qué es eso? O hablas claro o no me entero.

- O me lo das todo, o ... no me des nada.

- Mmm ¿Lo quieres todo? -él asintió- ¿De veras que no quieres que me quite la ropa?

- Hicimos un trato.

- ¿Seguro? -hizo un movimiento bastante erótico sobre él

- Mm..

- ¿Seguro que no quieres? -repitió ese movimiento

- Juegas con trampas.

- Solo me acomodé un poco sobre tí, aquí abajo hay algo duro que me molesta.

Nick echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Lo volvía loco. No habían hecho nada del otro mundo aún y ya lo tenía abducido.

- Es que... ah ... -de nuevo se movió sobre él como si estuvieran haciéndolo- Creo que me senté sobre tu móvil o algo así.

- Ojalá fuera el móvil..

- ¿No lo es? -preguntó inocente.

- No, no. Es lo que dentro de unos minutos tú vas a estar disfrutando.

Se besaron fugazmente.

- Creo que es hora de irnos ya.

- Yo no lo creo, y me vas a hacer caso a mí. Ahora que me encuentro tan bien aquí encima no me vas a quitar el gusto.

- Se me está quedando la boca seca. ¿Puedes alcanzar la Coca Cola?

- Como no, muñeco hinchable - giró su cuerpo y se estiró hasta llegar al posavasos del coche-

- Ahora espero que no tengas la mala fe de llamarse así delante de la gente.

- Te llamaré fiera. Esta tarde me dejaste tan impresionada..

- Me estás impresionando tú a mí. No entiendo como no me fijé antes.

- Porque las tetas sin operar no son lo tuyo.

- Pero tú eres la excepción que confirma la regla -sorbió de la pajita- Tienes cara de niña, creo que por eso no te tomé en cuenta antes. Pero ahora no puedo sacarte de mi cabeza. Solo quiero hacértelo una y otra vez...

- Después de lo de antes no puedo discutirte nada.

- Necesitamos irnos al hotel, son las doce. Llevamos una hora fuera y ya no puedo pensar más.

- Vámonos, así no te me pones pesadito. Que después no hay quien te aguante.

- ¿Puedo decirte algo?

- Claro -contestó en tono desenfadado

- Prométeme que no te vas a enfadar.

- Me voy a enfadar, porque cuando dices eso..

- Acabas de recordarme a mi abuela. Has hecho un gesto idéntico

Miley se bajó enseguida de su regazo y se sentó al lado con los brazos cruzados.

- ¿Nos vamos? -preguntó él cogiéndole la rodilla

- Por mí como si te tiras de un rascacielos

- Pero no te enfades mujer. Bueno sí, enfádate. Ya te dije que las arruguitas que te salen en la frente te hacen la cara divina -esto último lo dijo con un par de tonos más altos que su voz normal y Miley, tuvo que retener la carcajada

- No haces gracia -soltó ella mirándole mal- das pena.

- Eres como mi abuelita -se rió Nick de ella y ella le soltó un puñetazo en el brazo- ¡Yo admiro a mi abuela!

- ¿Y no admiras al animal que te alimenta? Eres peor que el piojo de una rata.

Nick empezó a reírse para picarla y vaya que si lo consiguió

- ¡Vete ya! -comenzó a empujarlo en el asiento

 Nick salió de la parte trasera y subió en la delantera. Movió algo el espejo retrovisor para verla del todo.


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