- Trae ... - Miley le cogió la mano y se la acercó a su
labios- deja que te limpie
Introdujo uno de los dedos de Nick en su boca y lo chupó
hasta que éste quedó limpio. Después continuó con los demás, succionando la
punta de cada uno, induciendo a Nick a la pérdida de la razón. Se inclinó hacia
él después de dejar su comida sobre el salpicadero y con su dedo pulgar limpió
el labio inferior de él.
- ¿Te habías dado cuenta de que tus labios tienen forma de
corazón? -susurró ella a un palmo de su cara-
- Me late muy rápido el corazón.
- Eso significa que sabe que algo va a ocurrir y que está
nervioso por ello. ¿Te pones nervioso a menudo?
- No.
- Me das a entender que soy un azote para tu estabilidad ¿No
es cierto?
- Podría ser.
Nick embobado, le contestaba sin inmutarse, mientras
sostenía con torpeza el trozo de pan y carne, que amenazaba con salirse y
llenarle los pantalones.
- Se te va a caer todo y te vas a manchar. Pareces estar
embobado.
Antes lo dice y antes se le cae.
- *******. Jo-der. Por tu culpa. Me has dejado con la boca
abierta. ¿No sabías que para comerse una hamburguesa hay que tener libres las
dos manos? Y más yo.
- Pero qué dices, con esas manos tan grandes, que hacen esas
cosas tan gratificantes...
- ¿Pueden empezar las seis horas aquí? Es que me estoy
aguantando, pero veo que no puedo. Limpia, anda. Límpiame la mancha de los
pantalones.
- Si no te gusta, podemos meternos en el maletero. Creo que
es espacioso.
- ¿Aquí?
- *******.
- Es que preguntas unas cosas... que vaya.
- Eso ha sonado a " Miley eres tonta".
- No he dicho eso.
- Claro que lo has querido decir.
- ¿Te has enfadado?
- No soy tonta, no soy como las demás. Creo que valgo mucho
más de lo que crees. Quiero que sepas que no soy ningún polvo fácil.
- ¿Miley ? Yo sé que no eres como las demás. Quiero decir...
que eres distinta.
- Sabes repetir como un loro. Pero realmente no lo sientes.
- No te veo como un polvo fácil. Ni siquiera te veo como una
chica más con la que puedo tener relaciones.
- Pero las has tenido. Y ahora me llamas fea.
Nick rió. Miley sacaba las cosas de contexto.
- Eres preciosa Miley. Y no te veo como una chica más porque
me ayudas mucho con mi trabajo. Ya sabes, soy una imagen. Me vendo con la
imagen. Sin ti... pues nada de lo que hago tendría valor. Eres mi amiga.
- No me vas a convencer con esas cosas. Y los amigos no
tienen sexo.
- Miley, me sacas de quicio, pero no me importa porque
¿Sabes qué? Te veo como una amiga, o como algo más, no lo sé. Aunque me hayas
querido matar alguna vez, me hayas pegado... -ella sonrió- ¿Ves? Ahora, limpia.
- Limpiaré si yo quiero ¿No?
- Acércate a mí, quiero decirte algo.
- No.
Nick suspiró y se movió en el asiento. Se giró y fue hacia
donde ella estaba. Apartó su pelo y al oído, le habló.
- Tu boca me conmueve.
- No lo creo -contestó ella algo indignada
- Eres muy insegura. Y necesito que sepas que eres tan
válida como cualquier otra. Déjame que te enseñe todo lo bueno que tienes,
empezando por la boca -pasó su dedo índice por ella- siguiendo con tu pecho
-levantó su camiseta- tienes abdominales… -sonrió y acarició su vientre- ¿No
vas a terminarte tu comida?
- Se me acaba de quitar el hambre.
- ¿Y eso? -dijo juguetón- Mmm -apoyó su espalda sobre el
asiento de cuero y cerró los ojos- qué noche tan larga. Y yo sin hamburguesa.
- ¿Quieres la mía?
Alzó una ceja y la miró por el rabillo del ojo.
- ¿Tu hamburguesa?¿En qué sentido? Ah, por cierto, eso de
chuparme los dedos me ha gustado. ¿Podrías volver a hacerlo?
- ¿Con los dedos?
- Con lo que tú quieras.
- ¿Por qué no pasamos al asiento de atrás? Sería mucho más
cómodo para ambos.
- Pero con una condición… no podemos quitarnos la ropa. Solo
se permite tocar.
- Trato hecho.
- Es que si lo hacemos rápido y sin divertirnos un poco,
nada de esto tiene gracia. La clave está en aguantar lo máximo.
Nick salió del coche y fue directo al asiento trasero. Miley
al contrario, pasó entre los asientos delanteros. Al ser más delgada y pequeña
que Nick le fue sencillo. No estaban seguros de nada de lo que estaban
haciendo. Pero correrían el riesgo, fuera cual fuera.
Nick la cogió desprevenida y la tumbó llenándola de besos y
de mordiscos en un principio inofensivos respecto a dejar señales. Ella
únicamente se reía bajo él. Mientras tanto Nick se divertía haciéndole
cosquillas en el cuello y besándola. Nunca antes había disfrutado tanto con una
chica. Y eso que sólo se limitaban a besuquearse.
- Ya vale, abusón. No puedo ni moverme -dijo ella zafándose
de su cuerpo- me tienes aplastada
- Perdóname la vida.
- Hey no te rías de mí.
- ¿Por qué ves cosas dónde no las hay? Si necesitas un
psiquiatra estoy dispuesto a pagarte uno.
- No veo cosas donde no las hay, solo interpreto tus
palabras y la entonación.
- Aparte de guapa, inteligente y bien entendida. ¡Madre mía!
- ¿Sorprendido o qué?
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