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jueves, 28 de julio de 2011

" Innocence and Desire " Cap Nº 19


bue.. chicas hasta ak les dejare la nove... espero q les guste bye.. las re keremos!!! ;) 


LA SIGUIENTE vez que Nick fue a verla, sin avisar como de costumbre, le llevó unos cuantos planos.
—Voy a construir una residencia para ancianos, pero no quiero que sea una residencia al uso sino algo nuevo y alegre. ¿Qué te parecen?
Miley se tomó su tiempo para observar los diseños.
— ¡Enano!
—Eso mismo le he dicho yo al arquitecto y lo he despedido. Por otra parte, no hay que olvidar que es una residencia y no una mansión.
—Ya, pero sería mucho más bonito si tuviera espacios más diáfanos —sugirió Miley sentándose en el sofá tras poner un par de cojines en el respaldo—. Tendría que tener habitaciones individuales y cada una su cocina, comedores comunes y salones amplios.
Nick la escuchaba con atención.
— ¿Y no tiene jardín?
—Había pensado que a los jubilados les parecería una bendición no tener que cortar el césped —bromeó Nick.
—Quizás, pero habría que poner una terraza decente para que puedan tener macetas.
—Buena idea.
— ¿Y qué te parecería reservar una parte del terreno para hacer un huerto?
— ¿Tú te crees que a todo el mundo le gusta tanto la jardinería como a ti?
—Tú me has pedido ideas y yo te las estoy dando. Si yo fuera mayor y estuviera buscando una casa donde irme a vivir me gustaría que tuviera un huerto.
—Está bien, lo tendré en cuenta. Incluso podrías hacerme unos dibujos si te apetece.
Continuaron conversando durante un rato y, una vez a solas, Miley se dio cuenta que cada vez con más insistencia se planteaba la posibilidad de que en la vida de Nick hubiera otra mujer.
Entonces, lo odiaba por haberla abandonado, por haberla dejado sola con el embarazo y con la crianza del niño y tenía que recordarse que había sido ella la que así lo había elegido.
Cuando no lo odiaba, sin embargo, verlo, tenerlo cerca, hablar con él era fuente de inmensa alegría.
«Estoy hecha un lío», pensaba con frecuencia.


Estaba embarazada de cinco meses y medio cuando Nick se presentó en su casa una noche después de cenar.
Hablaron de varias cosas durante un rato antes de que él la mirara muy serio y se quedara en silencio.
Miley llevaba un jersey color crema cuyas mangas le quedaban largas y, a pesar de que se las subía, se bajaban todo el rato. ¿Era aquel detalle lo que le confería el aspecto de un duendecillo? ¿O sería el pelo que llevaba recogido detrás de las orejas? ¿Serían sus frágiles muñecas o los mocasines de ante que parecían zapatillas de ballet?
Nick se dio cuenta de que sus ojos, eran ventanas abiertas hacia su alma, estaban ahora cerrados y misteriosos.
— ¿Cómo te encuentras? —le preguntó de repente.
—Bien —contestó Miley de forma automática.
—Dime la verdad.
—Sólo me duele un poco la espalda —admitió Miley—. Por las mañanas, ya no tengo náuseas y, según me ha dicho el médico, el segundo trimestre es el mejor.
—Pero para ti no lo está siendo, ¿no?
Miley se encogió de hombros y se puso en pie.
—No todos los embarazos son iguales. ¿Quieres una taza de té?
—Sí, gracias.
Mientras Miley preparaba el té, Nick se quedó mirándola, observando los cambios que se habían producido en su cuerpo.
Mientras le servía el té, comprobó que Miley se acordaba de que lo tomaba siempre con leche y se dio cuenta de que ahora él sabía que ella siempre dejaba la bolsita sobre un plato de plata.
— ¿Y por qué crees que no estás tan bien como se supone que deberías estar? ¿Tú crees que es por ser madre soltera? Supongo que no tendrás otros problemas.
Miley se sentó lentamente.
—Si eso fuera verdad, serías la última persona a la que se lo confesaría.
— ¿Por si te volviera a pedir que te casaras conmigo? Tranquila, no te lo voy a volver a proponer.
—No, no sería por eso —contestó Miley calentándose las manos con la taza de té—. Lo que ha sucedido me tiene bastante confusa todavía —admitió—. Lo cierto es que tener a tu primer hijo es una experiencia maravillosa, pero estoy un poco perdida.
— ¿Tienes ya preparada la habitación?
—Cada vez que viene mi madre a verme no hacemos otra cosa —sonrió Miley—. No, es broma. La verdad es que estamos comprando única y exclusivamente lo necesario, no soy de la opinión de que un recién nacido necesite cosas que jamás se va a poner. Lo que más aprecio son unas chaquetas de punto que le está haciendo mi madre.
—Me parece un planteamiento acertado —asintió Nick tomándose el té—. ¿Y tu vida social? ¿Sales y esas cosas?
—No mucho.
— ¿No ves a tus amigas? —se extrañó Nick.
—Lo cierto es que... prefiero estar sola.
— ¿Y Joshua Bowman?
Miley hizo una mueca de disgusto.
— ¿Te ha dejado cuando se ha enterado de que estabas embarazada?
—No, todo lo contrario, se quiso casar conmigo.
—Espero que le dijeras que no.
Miley lo miró enfadada.
—Josh sería un marido maravilloso.
—Venga ya, Miley. Sabes tan bien como yo que ese matrimonio jamás funcionaría. Al menos, conmigo te gustaba acostarte.
—No sigas.
—Pero es verdad. Hacíamos el amor de verdad y a ti te gustaba. Te recuerdo que fuiste a buscarme al fin del mundo y a él lo tenías al lado. Miley, si te planteas casarte con alguien a quien no amas, por favor que no sea con él.
—Si me hubieras dejado terminar... jamás me casaré con él. Josh y yo no estamos hechos el uno para el otro.
—Menos mal que te has dado cuenta —aplaudió Nick—. ¿Qué tal el trabajo?
—Lo voy a dejar —contestó Miley con tristeza—. Se ha convertido en una carga. Antes me encantaba, pero ahora no me emociona en absoluto. Además, estoy cada vez más pesada y estar todo el día enseñando casas de un lado para otro no me apetece.
—Podrías trabajar desde casa —sugirió Nick—. Podrías trabajar para mí o ser mi socia.
Miley se quedó mirándolo alucinada.
—Podrías decorar tú la residencia. Voy a necesitar una decoradora de interiores y tú tienes un gusto exquisito.
— ¿Crees que podría hacerlo desde casa?
—Por supuesto. Podríamos contratar a un ayudante que te hiciera de chico de los recados para traerte las muestras de telas, pintura, etc. y tú lo coordinarías todo desde aquí.
Miley se dio cuenta de que la idea le encantaba.
«Qué pena que no me quieras, Nick», pensó con tristeza.
— ¿Por qué haces esto? —le preguntó.
—Ya te he dicho que para mí tu bienestar y el bienestar de nuestro hijo son muy importantes.
Aquella noche, Miley se quedó dormida con lágrimas secas en las mejillas porque aquel pensamiento, «Qué pena que no me quieras, Nick», ponía de manifiesto que ella seguía enamorada de él y que quería ser correspondida.
¿Acaso ver que formaban un equipo formidable en todo menos en lo que realmente era importante le destrozaba el corazón?
Durante los siguientes meses, Miley estuvo muy ocupada. Durante aquel tiempo, se acostumbró a tener a Nick cerca y se familiarizó con su imperio.
Al final, aceptó un cargo como consejera en una de sus empresas aunque se lo pensó mucho porque no quería que la gente se pusiera a hacer cábalas sobre quién era el padre de su hijo.
—Eso sólo nos incumbe a ti a mí, Miley —le dijo Nick—. En todo caso, por mi parte, nadie lo sabe. No se lo he dicho a nadie.
— ¿Ni a Maisie?
—Ni a ella. A lo mejor, lo sospecha, pero es muy discreta. ¿Tú se lo has dicho a alguien?
—Sólo a mis padres.
—Muy bien. ¿Por qué no te tomas mi oferta laboral como el comienzo de tu nuevo futuro como madre soltera?
Aquellas palabras le dolieron, pero Miley asintió.
Así fue cómo Miley conoció también su casa, donde Nick organizaba fiestas y reuniones de trabajo. Era una casa elegante, pero de alguna manera Miley tuvo la sensación de que el único lugar que Nick consideraba su verdadero hogar era cabo Gloucester.
Así fue también cómo vio de cerca que Nick era un hombre de negocios muy dinámico que quería estar siempre enterado de todo y que, efectivamente, su madre y ella habían acertado pues era tan arrogante y duro como su padre, pero solía controlar su temperamento y conseguir así que sus empleados y sus socios lo adoraran.


1 comentario:

  1. porfin puedo comentarte....
    el blog no me dejaba hace mas de un mes comeentar....
    asi que soyyyyyyyy felizz amo tus dos ultimas noveas las estoy siguiendo seguido auqnue no veas mis comentarios... auqnue parece que ahora si los veras
    saludos
    xoxo

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