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miércoles, 11 de abril de 2012

"The son of the Greek magnate" Nueva nove NILEY Cap 12





Día 10: Miércoles

A las nueve de la mañana, Miley levantó la mirada de la pantalla de su ordenador cuando Nick entró en su despacho y apoyó la espalda en la puerta para cerrarla.
Había pasado toda la noche diciéndose a sí misma que odiaba a Nick Jonas. ¿Cómo podía haber imaginado que su hijo era de otro hombre? Aquella era la única posibilidad en la que Miley ni siquiera había pensado.
¿Y no era curioso que se hubiera encogido de hombros al saber que había visto a la morocha medio desnuda en su apartamento? ¿Esa era su idea de salirse por la tangente? ¿Actuar como si la morocha nunca hubiera existido? Pues, desgraciadamente, ella tenía muy buena memoria.
Pero lo más desafortunado era que, por mucha amargura y furia que Nick provocara en ella, seguía dejándola sin aliento cada vez que lo veía.
Allí, de pie frente a ella, tremendamente masculino, con un caro traje de chaqueta, el agresivo mentón tenso y los ojos castaños semicerrados, Nick exudaba una ligera pero perceptible sensación de incomodidad que, inesperadamente, le tocaba el corazón.
—Si tienes algo que decir, dilo —suspiro Miley.
—Supongo que un hombre insensible y egoísta se habría lanzado sobre el niño diciendo: ¡Qué bien, es el niño más guapo que he visto en mi vida!
— ¿Miraste siquiera a Frankie?
—No quería ni mirarlo... —contestó él. Después de decirlo, apretó los dientes y abrió las manos en señal de disculpa—. Perdona. No quería decir eso.
—Se te ha escapado, ¿no? Como tú eres un hombre tan sensible... —murmuró Miley, volviéndose hacia el ordenador—. No te gustan mucho los niños, ¿verdad?
—Sin comentarios. Solo he venido para decirte que puedes tomarte la mañana libre. Tienes que comprarte un vestido para el miércoles por la noche —dijo él entonces tranquilamente, poniendo una tarjeta de crédito sobre la mesa mientras mencionaba como por casualidad el nombre de un conocido diseñador—. Tienes una cuenta de gastos, algo perfectamente legítimo...
— ¿Es una orden?
—Sí —confirmó Nick sin dudarlo—. Las apariencias lo son todo en mi mundo. Y no quiero que nadie te trate como si fueras una simple empleada.
—Solo soy una empleada, Nick.
— ¿Durante cuánto tiempo?
Miley lo miró, sorprendida.
— ¿Eso es una amenaza?
—Deberías conocerme mejor —replicó él, mirándola con exasperación—. Llámalo como quieras, Miley. Cuando te miro, me duele y tú sientes lo mismo...
Miley tembló, furiosa, pero no sabía con quién estaba más enfadada: con ella misma por la vergonzosa debilidad que sentía o con él por hacer tan arrogante comentario con toda tranquilidad.
— ¿La morocha también te hacía sentir así?
—Nunca...
—Qué pena —Miley apartó la mirada, rota por la sencilla palabra que, por fin, admitía la cruel traición de Nick Jonas—. No se puede dar marcha atrás al reloj. Nunca podría confiar en ti, Nick.
El hombre se quedó silencioso durante unos segundos. Su expresión era indescifrable.
—Espero que se te dé bien arrastrarte —murmuró por fin, mientras abría la puerta.
¿Arrastrarse? Ni por todo el oro del mundo, ni siquiera por un nuevo comienzo con el hombre del que seguía estando enamorada.
Pero era el momento de decirle la verdad sobre Frankie, pensó Miley, angustiada.
Al final, Frankie preguntaría quién era su padre y esperaría respuestas. ¿Cómo podía permitir que Nick siguiera creyendo que Frankie era hijo de otro hombre? ¿Cómo había podido imaginar alguna vez que podría mantener aquello en secreto para siempre cuando no era solo su secreto...?


2 comentarios:

  1. hahahha me encanto siguela, sabes? odio al pajarito de tu blog siempre se para en donde estoy leyendo -.-

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