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viernes, 26 de agosto de 2011

" Bruken Rules " Niley Cap 31




hola chicas ak les dejare unos cap... un beso grande..
— ¿Eudora Givens te ha echado de casa tan cerca de la Navidad? —preguntó en tono condenatorio Paul Jonas. Aunque Miley notó cierta falsedad en su voz.
Lo observó e intentó averiguar por qué le daba la sensación de que en el fondo estaba satisfecho. Denise y él habían llegado desde Portland una hora después de que Nick y ella llegasen al rancho y Nick acababa de contarles lo de su desahucio.
—No puedo creerlo.
Miley sonrió a Denise.
—Los perros grandes le dan miedo, y odia los roedores. Casi se muere del susto cuando se encontró con Bud en el baño.
— ¿Bud? —inquirió Paul divertido—. ¿Y dices que es un hámster?
— ¿Y te lo dio Nick? —continuó Denise.
Miraba a su hijastro con el ceño fruncido. Éste se ruborizó.
—Sí —admitió él sintiéndose culpable.
—El hámster no habría sido un problema si no hubiese tenido otros cuatro animales más en casa.
—Podrías haber tenido todos los animales que hubieses querido si hubieses accedido a alquilarle tu antigua casa a Nick —comentó Paul sacudiendo la cabeza al tiempo que se sentaba en el sofá, cerca de Denise.
Miley dio un tragó al café que Denise había llevado y había insistido en preparar nada más llegar. El sutil sabor a canela la embriagó mientras se preparaba para defender su postura. No quería aceptar la caridad de Nick.
—No puedo permitirme alquilar una casa como ésa.
Paul la miró. Aquella mirada era tan parecida a la de Nick que Miley no pudo evitar sonreír por dentro.
—Nick no te habría cobrado más de lo que pudieses permitirte. Y todavía se habría puesto más contento si hubieses aceptado que te regalase la casa, que era lo que quería desde el principio.
—Un perfume caro es un regalo, una casa no lo es.
Nick frunció el ceño.
—Miley no quería la casa.
Ella contuvo un suspiró. Nick estaba equivocado. Claro que quería la casa, y la seguridad que ésta representaba, pero tenía que demostrarse a sí misma que podía salir adelante sola. Sus padres le habían dado rienda suelta, no podía esperar que los Jonas se ocupasen de ella.
—Es verdad, Paul. Deja en paz a la chica. Es independiente —dijo Denise. Paul se encogió de hombros.
—Es independiente y cabezota, pero yo estoy seguro de que Nick se hubiese sentido mucho mejor si Miley hubiese aceptado la casa. Se sintió fatal después de recomendarle a Cyrus que vendiese.
Miley sintió que se le hacía un nudo en el estómago.
— ¿Le dijiste a mi padre que vendiese el rancho?
Nunca se lo había contado. Ni su padre tampoco. Aunque en el fondo no le sorprendía.
—Sí.
— ¿Y también le recomendaste que lo hiciese sin consultarlo conmigo? ¿Sin que me diese la oportunidad de convencerlo de lo contrario?
Nick hizo una mueca.
—No, no le dije que no te lo contase. Pero, de todos modos, ¿qué habrías dicho? Tú no podías llevar el rancho sola.
Paul la miró con interés y Denise con lástima.
— ¿Y tú qué sabes?
La expresión de Nick lo decía todo. Lo sabía tan bien como lo había sabido su propio padre.
—Venga, Miley. Nunca has querido ser una ranchera. Eres profesora y te encanta tu trabajo. ¿Eres capaz de decirme que serías más feliz intentando llevar el rancho?
Claro que no. Pero ésa no era la cuestión.
—Si mi hermano no hubiese muerto mi padre no habría vendido el rancho sin consultárselo a él antes.
Nick suspiró.
—Si tu hermano no hubiese muerto, tu padre nunca habría vendido el rancho. Pero…
—Pero mi hermano murió —lo interrumpió ella—, y mi padre tenía que cargar conmigo. A mí no me gustaba ser la hija de un ranchero y él sabía que fracasaría si intentaba llevar el rancho.
Miley sintió un dolor infinito. Siempre había deseado que su padre la aceptase incondicionalmente, pero no lo había conseguido. Y por si aquello no era suficiente, acababa de enterarse de que Nick había participado en la experiencia más dolorosa de su vida: el rechazo final por parte de sus padres.
Habían vendido la casa en la que ella se había criado, habían comprado un terreno en Arizona y sólo se lo habían contado cuando ya estaba hecho.
Nick la miró fijamente a los ojos.
—Cuando tenías seis años, intentaste salvar a una vaca a la que considerabas tu amiga para que no la vendiesen. A los nueve, enterraste los hierros de marcar en el jardín. A los trece, abriste las puertas del corral en el que estaban los ejemplares que iban a ser sacrificados. Te hiciste vegetariana con dieciséis y te negaste a venir durante las vacaciones de primavera el primer año de universidad porque coincidían con el rodeo.
Miley no pudo negar nada de aquello. Nick suspiró, sus ojos reflejaban un dolor que Miley no comprendía.
—Esto no tiene nada que ver con un fracaso. Tu padre quería que fueses feliz y no lo habrías sido trabajando en un rancho.
Nick se puso en pie y se acercó a ella. Parecía que fuese a tocarla. Miley no lo soportó. Se levantó de un salto.
—Tengo que ir a la casa. Se me ha olvidado envolver un par de regalos —y necesitaba tiempo para pensar, para aceptar el papel que Nick había desempeñado en la decisión de su padre—. Voy a dejar aquí los gatos por el momento, si no os importa.
Nick alargó la mano para detenerla, pero Miley la esquivó y salió de la habitación.

3 comentarios:

  1. FIGHT D: subes otro? porfavor! :D TE LO AGRADECERÍA MUCHO :') :DD

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  2. aaaaahhh!!! siis! sube otro! pliiis!
    jeje k temperamental es MIley! jaja!
    la amooo jaja!
    espero el siguiente
    pliiisss subelo pronto!!!
    te kiiiero chiik!
    kuidathe =D

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